La nueva meta de Yolanda Díaz: subir el salario mínimo al menos como la inflación

El Salario Mínimo Interprofesional (SMI) volverá a subir en 2025. Y volverá a hacerlo, como mínimo, lo que aumente el IPC (Índice de Precios al Consumidor). Este es el compromiso que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha lanzado en el inicio de unas negociaciones que se prevén, como siempre, complicadas. Y más, en el contexto político en el que navega tras el escándalo de Errejón, los asuntos del PSOE y el desencanto que se vive en colectivos de la izquierda.

«Que nadie piense que el Gobierno está acabado, no lo estamos. Que nadie piense que la Legislatura está acabada, no lo está. Que nadie piense que han derrotado la mayoría de coalición progresista, porque no hay mayoría alternativa. Nadie nos va a detener», concluyó Díaz este mismo lunes durante su intervención en la sesión inaugural del 44 Congreso Confederal de UGT,

«La media salarial actual la tenemos cifrada en 22.383 euros al año, con datos de 2022. Aún tenemos mucho margen para converger con las medias salariales europeas», ha dicho este martes tras recibir a la Comisión de Expertos y Expertas para analizar el incremento. Actualmente, el salario mínimo asciende a 1.134 euros en catorce pagas. La última subida, del 5%, fue acordada entre el Gobierno y las organizaciones sindicales, sin el apoyo de la patronal. Y supuso ya un aumento del 54% con respecto a 2018. De aprobarse el nuevo aumento, y teniendo en cuenta la inflación, el nuevo SMI puede ascender al menos a 1.134 euros.

El objetivo, según la ministra, es que los trabajadores y trabajadoras no pierdan poder adquisitivo y que la subida mantenga el 60% del salario medio que recomienda la Carta Social Europea. Además, Díaz quiere analizar cómo introducir un cambio en el Estatuto de los Trabajadores para que los incrementos no dependan del gobierno de turno y se renueven automáticamente.

El paradigma, hoy, ha cambiado, según ha enfatizado: «Hoy nadie discute la bondad del salario mínimo en nuestro país, el impacto positivo en términos sociales que tiene. Un impacto social no solo en la reducción de la desigualdad, sino en en todas y todos ustedes, ya que sube al alza los salarios».

Reducción de la jornada

La semana pasada, Díaz mostró también su convicción de que se logrará el acuerdo para reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales, cuyo texto “irá directamente a un trámite parlamentario”. Esta medida, insistió, servirá “para mejorar la vida de la gente” y que los trabajadores ganen en “salud mental” puesto que “trabajar en exceso” es un factor de riesgo para la salud.

Durante su intervención en el congreso de UGT, Díaz preguntó al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, allí presente, si su grupo apoyará el proyecto de ley para reducir la jornada –como hizo por error con la reforma laboral– y le recordó que es un compromiso electoral del Gobierno y que cuenta con un altísimo apoyo ciudadano.

«Cuando la ciudadanía dice que necesita reducir la jornada laboral es porque así lo siente y se le pide a los políticos que estén a la altura», afirmó Díaz. Asimismo, añadió que este ajuste será bueno para los trabajadores pero también para las empresas.