“Señor candidato a jefe de la oposición: explíqueme lo de la lista más votada. Porque yo estoy como usted. Su partido, el PP, y Vox me relegaron a la oposición. Así llegaron Juanma, Ayuso, Martínez Almeida o el señor Mañueco, a lomos de una coalición de perdedores y precursor de los acuerdos con la ultraderecha”, ha comenzado el diputado del PSOE Óscar Puente, quien perdió la Alcaldía de Valladolid pese a ganar las pasadas municipales: “De ganador a ganador, por qué usted puede ser presidente del Gobierno y yo no puedo ser alcalde; por qué usted puede ser presidente del Gobierno y el señor Fernández Vara no puede ser presidente de Extremadura. ¿Qué le hace a usted tener más derecho?”.
Con un discurso bronco, duro, lleno de ironía y repartiendo altas dosis de su propia medicina, el PSOE decidió dar así el pistoletazo de salida a la ronda de intervenciones tras el discurso de investidura de Feijóo, quien por momentos no daba crédito a lo que estaba escuchando: desde los sobresueldos que cobra a cargo del partido – “¿Qué igualdad reclama para los españoles, a los que no quiere subir las pensiones ni el salario mínimo?”– hasta la relación que mantuvo con el narcotraficante Marcial Dorado.
La presidenta del Congreso tuvo que llamar la atención a la bancada del PP, entre quienes se escuchó llamar «cobarde» al presidente del Gobierno en funciones. “Es lamentable”, respondió más tarde Feijóo, que dijo que no iba a contestar a un discurso “propio del club de la comedia”.
Defensor a ultranza de Pedro Sánchez durante el último gran cisma del PSOE, Puente reivindicó ese PSOE ganador para hacer frente a la derecha, que, insistió el dirigente socialista, nunca ha estado a la altura de España: “Este PSOE ya no es de sus dirigentes, ni de sus actuales ni de sus históricos, este PSOE es de sus militantes, es del pueblo”, continuó con tono mitinero y respondiendo, de paso, a Felipe González y Alfonso Guerra. «No pierdan el tiempo buscando traidores, pierdan la esperanza de quebrar a este PSOE”, prosiguió. Visiblemente afectado, el líder del PP concluyó: “Ha venido a calumniarme. No necesito su aprobado”.
El turno, al final, se convirtió en un cruce de acusaciones entre los resultados electorales que ha obtenido cada uno a lo largo de su trayectoria, y entre los posibles sustitutos en el liderazgo de los partidos. Puente, no obstante, rebajó el tono en su segunda réplica, en la que desgranó las diferencias políticas entre el PSOE y el PP cuando gobiernan y recriminó su alianza con la ultraderecha. «Quiso ser el derogador del sanchismo y va a ser el derogador derogado», terminó Puente.
Abascal da su apoyo a Feijóo, con recado a Juanma Moreno
Con un tono –esta vez– tranquilo, Santiago Abascal volvió a ofrecer su apoyo a Feijóo en contra del «separatismo»: “Podemos colaborar contra quienes quieren llevar nuestra nación a un callejón sin salida”.
Pero lanzó también un aviso a quienes dentro del PP critican los pactos con la ultraderecha en gobiernos autonómicos y municipales. No dudó en citar nombres. Y reprochó al hoy presidente por mayoría absoluta Juanma Moreno –quien necesitó del apoyo de Vox para poder gobernar por primera vez en Andalucía– que incumpla acuerdos a los que se comprometió, como la derogación de la ley de memoria histórica.
En su respuesta, Feijóo, algo más recompuesto, usó buena parte de su tiempo para seguir destacando el «nivel» de Puente y el «deterioro» del PSOE: ¿Cómo puede hablar de soberbia teniendo al lado al señor Sánchez. Señor Puente, ya le echaron una vez y le echarán otra», dijo Feijóo, que enlazó con su línea de la mañana: «Si va a ser presidente, el señor Sánchez dependerá del señor Puigdemont. Por eso no tiene cuajo de venir aquí». La otra parte la siguió dedicando al «poder por encima de todo» de Sánchez con alabanzas intercaladas al patriotismo de Vox.
La reprimenda de Sumar: «Usted no será presidente por su alianza con la extrema derecha»
«Hay mucha gente ahí fuera que no se merece esto. Esto no es un debate de investidura, no se está hablando de la política útil sino de la política como ruido y problema». Así comenzó su turno la diputada de Sumar Marta Lois, que prosiguió relatando el «viaje» de fracaso de Feijóo: «¿Por qué ha venido a esta investidura sabiendo que no lo iba a conseguir? ¿Por qué ha abdicado de la investidura? ¿Ese es su respeto por las instituciones? Usted no será presidente porque su alianza con la extrema derecha le separa del país real que dice representar«.
La diputada, que defendió el gobierno de coalición y las medidas con las que –dijo– aplican la Constitución, insistió en el rechazo de Feijóo al uso de las lenguas cooficiales, en especial el galego, a pesar de haber sido presidente de la Xunta. Y de su gestión autonómica, Lois trasladó la sanidad como ejemplo de lo que podría hacer en España: «Nepotismo, recortes y privatizaciones». También se refirió a la lucha de los trabajadores y trabajadoras de la televisión gallega en contra de la manipulación informativa. «Ustedes no están en contra de la amnistía. Ustedes están desesperados porque consideran que el gobierno les corresponde por derecho propio«, añadió.
Lois no olvidó la lucha de las mujeres: «Quisiera saber si ha escuchado bien a las futbolistas, a las campeonas del mundo, que han dicho se acabó al machismo, al acoso, a la prepotencia, a todos aquellos que demuestran que el machismo no tiene espacio en España». Y criticó el posicionamiento de Feijóo sobre la crisis climática, aplaudido por el propio Abascal: «Ha abierto la puerta a los negacionistas». Como cierre, dedicó sus palabras en galego al candidato del PP: «En Galicia lo conocemos muy bien. No nos engaña. Es una mentira permanente. Usted es pasado y hoy asistimos a su fracaso, a su viaje a ninguna parte«.
Feijóo respondió con ironía recordando las declaraciones de Yolanda Díaz –»su jefa, la de Izquierda Unida»– sobre las élites y sus refugios para huir de un planeta que «se va al carajo». «Con esta proyección, en las próximas elecciones generales ustedes se irán al espacio». Para no querer formar parte del club de la comedia, en este turno Feijóo echó mano de bastantes chascarrillos: «Se llaman Sumar, pero lo que han hecho ha sido restar». Y usó los enfrentamientos internos entre Díaz y Podemos con Irene Montero como protagonista.
