Del “han venido en paños menores” al beso a Jennifer Hermoso: Rubiales, el presidente que celebra las victorias agarrándose los genitales

Las mujeres de la Selección Española de Fútbol hicieron historia el domingo 20 de agosto tras vencer 1-0 a Inglaterra y convertirse, por primera vez, en campeonas del Mundo. Un hito que va mucho más allá del deporte. Un éxito fraguado en patios de colegios donde los chicos no las dejaban jugar, en gradas que las mandaban a fregar y sin referentes femeninos. Una gloria que, desgraciadamente, el machismo trató de emborronar. Y no el de un cualquiera, sino el del presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales.

En el momento de entregar las medallas a las jugadoras, Rubiales fue abrazando una a una, con una efusividad que también ha sido muy criticada en las redes sociales. Pero el bochorno llegó cuando le tocó el turno a una de las estrellas de la selección, la madrileña Jennifer Hermoso, actualmente jugadora del Pachuca mexicano. Tras abrazarla, le sujetó la cara con ambas manos y le dio un beso en la boca. La imagen corrió por las redes sociales, despertando una generalizada indignación, que incluso llegó a la prensa internacional.

Poco después aparecían unas imágenes de la jugadora en el vestuario viendo la grabación del beso junto a algunas de sus compañeras y diciendo: “¿Y qué hago yo? No me ha gustado”.

Lejos de arrepentirse, Rubiales bajó al vestuario de la selección y, entre risas (sobre todo, suyas), y agarrando a Hermoso por un hombro, señaló que quería anunciar su boda con la jugadora, y que ésta se celebraría en Ibiza, donde las integrantes del plantel pasarán unos días en un viaje pagado como premio por su victoria.

“Más gilipolleces y más tontos del culo, no”

A medida que pasaban las horas, Rubiales continuó engrandeciéndose, quizá impulsado por el bochornoso lavado de imagen de los hechos que estaban haciendo algunos medios.

En Radio Marca, y tras ser preguntado por el beso, afirmó que “idiotas hay en todas partes. Cuando dos personas tienen una muestra de cariño sin importancia, no podemos hacer caso a las idioteces”.

Más tarde, en El Partidazo de Cope, siguió en la misma línea: “No hagamos caso a los idiotas y a los estúpidos, de verdad. Es un pico de dos amigos celebrando algo. No estamos para gilipolleces. Yo, con todo lo que he pasado, más gilipolleces y más tontos del culo, no. No hagamos caso y disfrutemos de lo bueno y ni me comentéis cosas de pringados que no saben ver lo positivo. Es una cosa sin maldad. Si hay tontos, que sigan con sus tonterías. Hay más tontos que ventanas. Vamos a hacer caso a los que no son tontos. Es una cosa sin maldad y una tontería, si la gente quiere perder el tiempo en ello”.

También habló después Jennifer Hermoso, según la Federación, que pasó a los medios unas declaraciones de la jugadora afirmando que el presidente y ella tienen una gran relación y que fue “un gesto mutuo, espontáneo y de cariño. No se puede dar más vueltas a un gesto de amistad y gratitud, hemos ganado un Mundial y no vamos a desviarnos de lo importante”.

Las disculpas de Rubiales

Un día más tarde, y tras el enorme revuelo generado, que llevó incluso al ministro de Cultura y Deportes, Miquel Iceta, a pedir a Rubiales que diera explicaciones tras unos hechos que calificó de «inaceptables», el presidente de la Federación ha pedido perdón a su manera.

En un vídeo, Rubiales señala que «seguramente» se ha equivocado. Fue «un momento de máxima efusividad, sin mala intención ni mala fe, y ocurrió lo que ocurrió, de manera espontánea. Aquí no se entendía, lo veíamos como algo natural y normal. Pero fuera se ha formado revuelo y, si hay gente que se ha sentido dañada, tengo que disculparme».

Parece no entender Rubiales que su actitud es reprobable, ocupes el puesto que ocupes: «Tengo que aprender y entender que cuando uno es presidente de una institución tan importante como la RFEF, tiene que tener más cuidado«.

Para finalizar, hace referencia a las declaraciones en diversos medios en las que calificaba de «idiotas, gilipollas y tontos del culo» a los que le criticaban. Eso es, explica, «porque aquí nadie le daba importancia, pero fuera se le ha dado. Estoy apenado porque esto haya empañado la celebración del mayor éxito en la historia del fútbol femenino. Hay que darle el mérito a estas mujeres y al equipo liderado por Jorge Vilda».

El lavado de imagen de los medios

Chocaba la indignación de las redes con el tratamiento de la noticia que hicieron algunos medios de comunicación. Tanto el Marca como el As trataron de ironizar al comparar el beso con el de Iker Casillas a Sara Carbonero (eran pareja) después de que la selección masculina ganara el Mundial de 2010 en Sudáfrica.

Más tarde, el periodista deportivo de la COPE Manolo Lama (que también tiene un largo historial de salidas de tono) soltó esta perlita: “Las que se cabrean es porque nunca les han dado un beso a ellas”.

En la Cadena SER, el periodista Antonio Romero afirmó que el beso no consentido de Rubiales a Hermoso y lo que hizo el presidente en el palco sobraba, pero que «de ahí al espectáculo dantesco de los ofendiditos en las últimas 48 horas hay un abismo». Calificó los hechos de «chorrada y anécdota» y afirmó que le daba más asco «que políticos y políticas, que no diferencian una bola de petanca de una pelota de fútbol, se sumen al carro para sus propios intereses y no para defender a la jugadora».

Al menos, en este caso, hubo una réplica, la que verbalizó el también periodista Jordi Martí: «No es una chorrada, los besos se comparten, no se imponen. En un abuso de poder. La besa sin su consentimiento. Esta actitud machista en qué cabeza cabe», espetó.

Este tipo de declaraciones periodísticas contrasta con las que han publicado algunos medios extranjeros. The Guardian calificó de inapropiado el comportamiento de Rubiales y en Olé, el diario deportivo argentino de referencia, apuntaron que fue un “repudiable momento”. L’Equipe habla de «beso a la fuerza»; The New York Times se refiere a ello como «un desagradable recordatorio del sexismo que plaga el fútbol femenino», y el Daily Star llama a Rubiales «asqueroso» y recuerda que fue acusado de organizar orgías.

Otros gestos y palabras machistas de Rubiales

El beso de Rubiales a Hermoso no fue el único gesto absolutamente fuera de lugar que tuvo el presidente de la RFEF en la celebración del Mundial. Antes, en el palco, se agarró los genitales mientras se mostraba eufórico por la victoria. También en Olé recuerdan este hecho.

Además de besar a Hermoso sin su consentimiento, Rubiales hizo otro tanto en la mejilla de Olga Carmona colándose con ese gesto en un directo junto a la autora del gol de la victoria.

No es la primera vez que Rubiales tiene este tipo de comportamientos. En 2018, mientras se celebraba el sorteo de la Liga, Rubiales le dijo a la periodista Mónica Marchante (que estaba ayudando en el mismo) que podrían invitar al escenario a las jugadoras de la Selección Española, que estaban en la grada con ropa cómoda (la habitual en verano). A Rubiales, tras pedirles que acudieran, sólo se le ocurrió decir: “Sé que han venido un poquito medio en paños menores”.

La Supercopa en Arabia Saudí

En varias informaciones ofrecidas en exclusiva por El Confidencial se acusaba a Rubiales de haber grabado clandestinamente a ministros y otros miembros del gobierno de Sánchez, y de haber pagado fiestas privadas con el dinero de la Federación.

También levantó polvareda la decisión de llevarse la Supercopa de España a Arabia Saudí. Un país en el que, como aseguran desde Amnistía Internacional, suceden “atroces vulneraciones de los derechos humanos” y las mujeres siguen siendo ciudadanas de segunda, gravemente discriminadas, “a pesar de avances recientes como la posibilidad de conducir”.

“[Las mujeres] no pueden tomar muchas decisiones personales sin la aprobación de un familiar varón. No pueden vestir libremente, sino con la abaya, una túnica negra que apenas deja descubierta una pequeña parte del rostro, ni entrar en ciertos espacios públicos a los que sólo pueden acceder los hombres”, señalan en Amnistía Internacional.

“Las mujeres saudíes no pueden casarse sin el permiso de su padre o tutor”, agregan, “y se siguen produciendo matrimonios forzados. Además, una mujer que decida abandonar su hogar, aunque sufra maltrato, puede ser denunciada por desobediencia por su ‘guardián’. Y, por supuesto, criticar esta situación y defender los derechos de la mujer está prohibido, y decenas de mujeres y hombres han sido encarcelados por ello”.

Con motivo de la celebración de la Supercopa (que llenó de dinero saudí las arcas de la Federación española), las mujeres pudieron entrar en los estadios, y esto le sirvió a Rubiales para afirmar orgulloso que “estaban ayudando al desarrollo de la mujer en el fútbol”.

Actualización, 22 de agosto a las 13.30h