Opinión

Dinamarca y el ‘escándalo’ de una ley que desnaturaliza el asilo

Javier de Lucas explica cómo la evolución de la política danesa en materia de inmigración y asilo en los últimos 20 años muestra que, bajo el 'dulce paraíso danés', subyace una política de rechazo al otro.

Comentarios
  1. Dinamarca es un país muy pequeño, solo tiene unos 10.000 kilómetros cuadrados. Es también un país étnicamente muy compacto, más del 90 por ciento de sus habitantes son daneses étnicos. A pesar de eso, y hasta hace unos 20 años, los inmigrantes eran aceptados y recibían un trato cortez. Después se produjo la avalancha de gente del África y del Medio Oriente, muchos de los cuales no son refugiados. Puede que no sea gente mala de por sí, pero, tienen costumbres indigeribles para cualquier occidental, no sólo para los daneses. Quien puede aguantar el maltrato a las mujeres, por ejemplo, que es parte de las costumbres de africanos y árabes? Sirios e iraquíes son una excepción, pues los sirios en particular son en realidad occidentales.
    Quien tiene derecho a obligar a europeos o nórdicos a qué brinden un trato tolerante a gente que predica su muerte por deguello, porque son infieles? Hay evidencia empírica más que abundante de ello. Hay un vídeo, grabado a escondidas por un judío de aspecto árabe que se hizo pasar por palestino, en una mezquitas musulmana, donde se escucha la prédica, llena de odio, contra Suecia y los suecos de un sacerdote árabe que vive en Suecia. Seguro que esto se repite en toda Europa. El tipo, sin haber aportado nada, goza de todas las ventajas de un sueco, pero, quiere más: que las chicas suecas no anden con pantalones cortos, qué porten velo, que no estudien y qué no se bañen en las mismas piscinas que los chicos suecos. Quiere, además, que en las escuelas, se instalen aulas y piscinas sólo para chicas árabes. Los musulmanes y los indios y los paquistaníes y, ni qué decir los árabes, no permiten que sus hijas se enamoren de un chico sueco u occidental. Las llegan a matar si eso ocurre. Si eso no es una combinación de racismo y xenofobia, qué es?
    En Dinamarca, cómo en otros países, el Derecho es un Derecho Civil, elaborado por civiles y para ser cumplido por todos ( en el caso ideal). Los musulmanes ni bien pisan un país, exigen mezquitas, madrasas y la imposición de la Sharía, la ley religiosa. La menor consesion a éste respecto, significaría una catástrofe para toda la población femenina del país y una negación absolutamente inmoral de todos sus derechos, penosamente conquistados. Y qué ganaría un país si se acomoda, renunciando a todo lo bueno que ofrece la civilización occidental, a los caprichos de los musulmanes? NADA, al contrario, perdería todo.
    Otra cosa, porqué, el autor de éste artículo, no se queja de que ni los japoneses, ni los chinos, y, menos aún, los rusos o los cubanos, reciben refugiados?
    Por otra parte, nunca hay qué olvidar qué países infinitamente más ricos que Dinamarca, cómo Arabia Saudí y los emiratos del Golfo, niegan absolutamente el derecho de asilo a ciudadanos árabes y ni qué decir de africanos. No hay críticas violentas a éso por parte de la progresía occidental.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.