El exdiputado italiano y patrono de CitizenGO, Luca Volontè, condenado por corrupción

El exdiputado italiano Luca Volontè ha sido condenado por la Sección X del Tribunal de Milán a cuatro años de prisión por un delito de corrupción. El juzgado ha considerado probado que el que fuera miembro de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa aceptó sobornos por parte del Gobierno de Azerbaiyán para comprar su voto y así silenciar las críticas sobre la situación de varias decenas de presos políticos del país.

Los hechos se remontan a 2013. Volontè, presidente del Grupo Popular-Cristiano Demócrata en el Consejo de Europa desde 2010, votó en contra del conocido como Informe Strässer en el que se denunciaban las condiciones de los presos políticos en Azerbaiyán y que fue rechazado por 125 votos frente a 79 a favor. Según el tribunal milanés, su voto habría sido comprado por los políticos azeríes Elkhan Suleymanov y Muslum Mammadov bajo la coordinación del presidente del país, Ilham Aliyev.

De acuerdo con la investigación, a Volontè le fueron prometidos 10 millones de euros por sus servicios. Según los medios de comunicación italianos, el exparlamentario habría recibido en total 2 millones de euros a través de un entramado de sociedades y en más de una veintena de transferencias bancarias, aunque el juzgado solo considera probados medio millón de euros.

Además de su actividad política, Luca Volontè está vinculado al lobby ultraconservador CitizenGO, del que forma parte de su patronato según la propia web de la organización. En el patronato de CitizenGO comparte espacio con nombres conocidos de la extrema derecha mundial, entre ellos el español Ignacio Arsuaga, presidente de Hazte Oír (HO) y, según su propio perfil de Twitter, presidente también de CitizenGO. Este medio ha tratado de ponerse en contacto con la organización para recabar su opinión sobre la condena a Volontè y las medidas a tomar, sin haber obtenido ninguna respuesta.

Según una investigación de la organización OpenDemocracy publicada en abril de 2019, Arsuaga se habría valido de Hazte Oír y de CitizenGO para tratar de recabar apoyos electorales y económicos para Vox. Siempre de acuerdo con OpenDemocracy, un reportero encubierto de la entidad se hizo pasar por un donante que buscaba burlar la legislación española de financiación de campañas para hacer una gran aportación a Vox.

“El cargo de Vox con el que Arsuaga puso en contacto a nuestro reportero encubierto confirmó que apoyar a CitizenGo podría ayudar al partido ‘indirectamente’, diciendo que es una organización independiente pero con la que ‘estamos totalmente alineados en la actualidad”, explican en la investigación.

Ambas organizaciones son conocidas por su batalla propagandística contra el matrimonio LGTBI, las personas transexuales, contra la ley del aborto y por su ataque al movimiento feminista, entre otros. Los vínculos con Vox son más que claros: el propio presidente de Vox, Santiago Abascal, que recibió el premio HO en 2012, es socio del lobby y amigo personal de Arsuaga.

Además, el mismo Arsuaga reconoció a OpenDemocracy que “está claro que apoyar a HazteOír o a CitizenGo significa apoyar indirectamente a partidos que defienden (de alguna manera) los principios que nosotros defendemos”. HO publicó en 2019 una “guía de voto” en la que que apostaba de manera clara por Vox para las elecciones de 2019.

“La diplomacia del caviar” 

Los sobornos azeríes fueron conocidos como el caso de “la diplomacia del caviar”. Según la investigación, el Gobierno de Azerbaiyán regalaba caviar negro, artículos de lujo, dinero y citas con prostitutas a políticos de diferentes organismos europeos para que votaran lo que más conviniese al ejecutivo y evitar así el señalamiento por las presuntas violaciones de derechos humanos en el país.

El actual presidente Ilham Aliyev gobierna el país desde 2003. Su padre Heydar Aliyev, a su vez, gobernó desde 1993 hasta 2003, el año en que fue sustituido por su propio hijo. Según Amnistía Internacional, la represión del derecho a la libertad de expresión se ha intensificado en Azerbaiyán “sobre todo tras las revelaciones de corrupción política a gran escala”. La organización afirma que se han bloqueado medios informativos independientes y se ha detenido a las personas propietarias de ellos.