Política
“El estado de alarma permite racionar la distribución y consumo de bienes de primera necesidad”
El profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Extremadura Gabriel Moreno responde a algunas de las cuestiones que sobrevuelan estos días.
¿Se pueden prohibir las manifestaciones? ¿Tendremos libertad de movimiento? ¿Hará falta intervenir la sanidad privada en esta crisis del coronavirus? El profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Extremadura Gabriel Moreno González responde a algunas de estas cuestiones que sobrevuelan estos días.
¿Qué tiene que pasar para que se declare el estado de alarma y qué implicaría su declaración?
El estado de alarma es el primero de los estados excepcionales que la Constitución prevé y, en concreto, la Ley Orgánica que lo regula contempla la posibilidad expresa de declararlo en caso de epidemias. Permitiría una mayor coordinación por parte del Estado central sobre el conjunto de administraciones públicas, la posibilidad de requisar bienes e imponer prestaciones personales a determinados colectivos e intervenir empresas si así se determinara por motivos de interés general, lo que cobra particular importancia en esta crisis debido a la existencia de la red de sanidad privada.
¿Debería hacerse, desde su punto de vista?
La Constitución permite, en su artículo 128.2, intervenir empresas privadas cuando así lo exigiere el interés general, y así se contempla también en la Ley Orgánica que regula el estado de alarma. Según mi humilde criterio, si se necesitaran los medios de la sanidad privada, el Estado no solo está habilitado para intervenirla, sino que tendría una obligación expresa en la medida en que debe prevalecer, siempre, el bien común sobre espurios intereses particulares.
¿Hasta dónde puede llegar el Estado en las prohibiciones? ¿Cuáles son los límites? Es decir, qué sería constitucional y qué no en esta crisis. Por ejemplo, con la avalancha en los supermercados, ¿se podría establecer una especie de racionamiento?
El estado de alarma ya permite racionar la distribución y consumo de bienes de primera necesidad e imponer órdenes para asegurar el abastecimiento. Además, la normativa sanitaria actualmente en vigor, y especialmente la Ley Orgánica de medidas especiales en materia de salud pública, le permite al Estado un amplio margen de discrecionalidad para poder intervenir en la sociedad de cara a solucionar crisis de este tipo. Ahora bien, si la epidemia no se contuviera y se quisieran adoptar medidas más contundentes, como la suspensión de derechos fundamentales de manera generalizada, se necesitaría acudir a figuras jurídicas más contundentes, incluida la posibilidad del estado de excepción. Este permitiría, por ejemplo, suspender el artículo 19 de la Constitución, que es el que reconoce el derecho a la libre circulación, y establecer restricciones generales de movimiento bajo la amenaza de sanción y/o detención preventiva.
¿Con el estado de alarma se habría evitado el 8-M? ¿Qué riesgos toman los derechos fundamentales?
El estado de alarma no afecta, en inicio, al derecho de reunión reconocido en el artículo 21 de la Constitución y que es el que contempla el derecho de manifestación. La autoridad gubernativa, no obstante, podría haber prohibido esa manifestación concreta por motivos de orden público e interés general, y con la normativa sanitaria actual en la mano. Si se quisiera suspender de manera generalizada este derecho fundamental debería acudirse, en último término, al estado de excepción, que es más gravoso que el de alarma.
CON LA IGLESIA HEMOS TOPADO!!!!
BOE, R.D. 463/2020:
Artículo 11.?Medidas de contención en relación con los lugares de culto y con las ceremonias civiles y religiosas.
La asistencia a los lugares de culto y a las ceremonias civiles y religiosas, incluidas las fúnebres, se condicionan a la adopción de medidas organizativas consistentes en evitar aglomeraciones de personas, en función de las dimensiones y características de los lugares, de tal manera que se garantice a los asistentes la posibilidad de respetar la distancia entre ellos de, al menos, un metro.
Con la Iglesia hemos topado. Ni siquiera el coronavirus ha hecho que el Gobierno ordene el cierre de parroquias, como ya ocurre en Italia o Bélgica, para detener el contagio de la pandemia en los templos.
FRENTE A LA VIOLENCIA DEL CORONAVIRUS, ORGANIZATE Y LUCHA.
En la supuesta era de la información, reina la desinformación. Una vez más, el pueblo trabajador está siendo azotado por la crisis y la violencia. Una vez más, el pueblo trabajador está pagando el pato de este sistema despiadado. Estamos siendo el epicentro de un estado de shock donde cumplimos el papel de ratas de laboratorio. Ratas que estamos predestinadas a vivir o a morir según los experimentos sociales a los que nos están sometiendo. Pero en esta situación, ¿quién se atreverá a morder a quien experimenta con nosotras?
La capacidad que hemos adquirido de asumir las medidas disciplinarias, autoritarias y restrictivas (medidas económicas y de control social más allá de las políticas de salud publica) en el territorio están siendo devastadoras. El miedo y la incertidumbre nos están haciendo ser los peones de una partida de ajedrez, en el que nos pueden manipular al gusto del jugador. El control social es absoluto. Nadie escapa de esta realidad…
Mientras tanto, la crisis económica aumenta a pasos agigantados y los diferentes gobiernos se apresuran a preparar los paquetes de medidas económicas, políticas y sociales que van a producir otro saqueo a los derechos civiles, políticos y económicos del pueblo trabajador. Todo esto, sin aparente resistencia.
https://insurgente.org/xabier-lasa-frente-a-la-violencia-del-coronavirus-organizacion-y-lucha/
El ataque a las Torres Gemelas fueron el pretexto para establecer más control y robar libertades a la ciudadanía.
Con el coronavirus, grandes capos del capital van a hacer su agosto. Las multinacionales farmaceutícas ni te cuento..No les bastaba con echar virus menos agresivos, los capos del capital cada vez quieren más.
Con el pretexto del coronavirus los políticos de la órbita del capital toman medidas; pero me temo que quienes van a salir favorecidos serán los negocios de los grandes capos.
«El Gobierno español decretará este sábado el estado de alarma durante, al menos, 15 días ante la epidemia de coronavirus. Esto le permitirá tomar el control de los recursos económicos y sanitarios, «tanto públicos como privados, tanto civiles como militares», según ha anunciado el presidente, Pedro Sánchez, en una declaración institucional. Además, podrá «limitar movimientos o intervenir fábricas».