Opinión

Salario mínimo: ceder y tensar

Laura Casielles pone la mirada esta semana en el acuerdo sobre la subida del salario mínimo: "La política no es la tibia mediación de los gestores: la política es llevar a esa mesa una voluntad".

Comentarios
  1. Pensiones No Contributivas, una vergüenza (más) en el reino de España. (Acacio Puig, luchador antifranquista)
    Los trabajos sin contrato eran moneda corriente, la militancia antifranquista, la represión, el exilio y la cárcel, nos marginaron de la vida laboral durante largos períodos y generaron secuelas y difícil inserción en la misma.
    muchas mujeres y hombres de entre quienes cumplimos hace tiempo los 65 años, desarrollamos parte de nuestra vida laboral durante el tardo franquismo en muy precarias condiciones. Los trabajos sin contrato eran moneda corriente, la militancia antifranquista, la represión, el exilio y la cárcel, nos marginaron de la vida laboral durante largos períodos y generaron secuelas y difícil inserción en la misma, secuelas a veces casi insuperables. Se trabajaba en la práctica como “autónomos” (con más rigor diremos que “en negro”) pero sin capacidad económica de cotizar como tales y eso ha tenido consecuencias en el largo plazo de muchxs y de minorías marginalizadas (e incluyo aquí las gentes ocupadas en el ejercicio de las llamadas “profesiones creativas”, como es el caso de artistas, periodistas, escritores, ilustradores gráficos…)
    De modo que a día de hoy ciertamente hemos sobrevivido –y escribo en primera persona en mi calidad de PNC- pero en condiciones de extrema austeridad (y más austeridad la de quienes carecíamos de vivienda en propiedad). De modo y manera que en lo referente a pensionistas no contributivos, podemos señalar que unos viven en la calle -formando parte de las milicias de los sin techo- otros refugiados en minúsculas aldeas en las que aún se encuentran viviendas de bajo alquiler y… con más frecuencia de lo que se cree, muchxs más encuentran en la estructura familiar los mínimos complementos a este endeble estado social que, como señalaba Ramón Fernández Durán en su ensayo Tercera piel (publicado en 2010 por Virus editorial) funciona como el estado social de derecho realmente existente en el reino de España, un territorio además ferozmente carcomido por las políticas del capitalismo neoliberal.
    Añadiremos, con cierto malestar, que en bastantes casos (lxs viejos militantes) ocupados en el combate por “la emancipación del género humano” hemos olvidado nuestra propia situación que nos abocaba a ser PNCs y por ello, la urgente labor de pelear nuestras concretas condiciones de vida digna en la vejez.
    el movimiento de pensionistas, los sindicatos, los partidos y el recién estrenado gobierno de unidad progresista (PSOE-UP) están moral, política y socialmente obligados a demostrar con las derogaciones de la contrarreforma laboral del gobierno Rajoy y las revisiones y actualizaciones pertinentes, que la situación de lxs pensionista no contributivos (PNC) constituye una auténtica situación de emergencia humanitaria y que hay que resolverla.

  2. Unos quieren un lado de la mesa y otros la mesa entera, la sala e incluso el edificio.
    «los acuerdos favorables no se consiguen por magia o por magnanimidad. Se consiguen por voluntad, por tenacidad, por convencimiento, por inteligencia en el cómo y en el cuándo».
    y sin duda se consiguen cuando un pueblo despierta, y pierde el miedo y lucha y pelea por sus derechos.

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