lamarea.com
  • La Marea
  • Kiosco
  • Climática
DONA SUSCRÍBETE
SUSCRÍBETE
Iniciar sesión
  • Internacional
  • Cultura
  • Política
  • Sociedad
  • Opinión
  • Medio ambiente
  • Economía
  • Revista
  • Internacional
  • Cultura
  • Política
  • Sociedad
  • Opinión
  • Medio ambiente
  • Economía
  • Revista
ANTERIOR

No solo en Argentina hay giles (y otras películas del año)

SIGUIENTE
SUSCRÍBETE DESDE 17€. Además, si verificas que eres humano con el código HUMANA, te llevas un 10% de descuento en tu suscripción a la revista

Cultura

No solo en Argentina hay giles (y otras películas del año)

Estas son algunas películas recomendadas por nuestro crítico de cine en 2019. ¿Te falta por ver alguna?

Manuel Ligero
24 diciembre 2019 Una lectura de 6 minutos
Telegram Linkedin Url

La odisea de los giles, de Sebastián Borensztein

Según el diccionario, en Argentina ser un “gil” es ser alguien ingenuo, incauto. Es un término denigrante aunque tiene sus matices. “Un gil nunca piensa mal, no cree que haya gente dispuesta a aprovecharse de la debilidad de los demás”, explica Ricardo Darín, protagonista y productor de La odisea de los giles. Un gil, podría resumirse así, es un inocente, sí, pero también es alguien noble.

En la película se cuenta la historia de un grupo de trabajadores que forman una cooperativa en su pueblo para reutilizar unos viejos depósitos de grano. Cuando todo está preparado para empezar a funcionar, unos indeseables se aprovechan del colapso financiero y del posterior corralito que vivió el país en 2001 y les roban toda su inversión con la colaboración del propio banco. El estreno en Argentina ha coincidido con una nueva crisis económica, lo que ha dotado a la cinta de una nueva significación. Y el éxito ha sido arrollador. Cuando la película se presentó en el Festival de Toronto, Darín tenía dudas sobre cómo sería recibida por el público canadiense. “Temía que la consideraran demasiado localista. Pero no. En todas partes hay seres aplastados, humillados, abofeteados, que necesitan reparación y consuelo”.

La reparación, en el caso de estos giles, llegará en forma de venganza: van a recuperar lo que es suyo, con lo que la historia se convierte en una trepidante película de atracos. Y no solo eso. El filme de Sebastián Borensztein lo tiene todo: es una comedia tronchante, un drama conmovedor, una peli de suspense y un manifiesto político. La complicidad del elenco (extraordinario, tocado por una varita mágica) se contagia sin ninguna duda a la platea, que terminará, como explica Darín con evidente placer, “embriagada por un espíritu cooperativista y solidario”.

Los años más bellos de una vida, de Claude Lelouch

Antes de Richard Linklater estaba Claude Lelouch. Antes de Ethan Hawke y Julie Delpy estaban Jean-Louis Trintignant y Anouk Aimée. Sus personajes de Un hombre y una mujer (1966) atraviesan medio siglo de historia del cine y cierran su trilogía ahora, cuando ambos bordean los 90 años, en Los años más bellos de una vida. La película original (que le valió a Lelouch el Oscar al mejor guion) narraba el enamoramiento entre dos viudos jóvenes con hijos, piloto de carreras él, script de cine ella. Y era muy moderna para su época: sorprende que fuera ella quien diera el primer paso en aquella relación. “Yo jamás habría hecho algo así. Es fantástico que lo haga una mujer”, piensa él. Y también es ella la que acude al rescate ahora, para sacar a aquel esporádico amante de la bruma de su demencia senil.

Las miradas que le dedica Anouk Aimée lo dicen todo: está la pena de ver a su viejo amigo tan disminuido, está la ternura imponiéndose a la petulancia del piloto chulito y ligón que sigue siendo él, está el amor derrotando al tiempo. Pero el amor no es solo el que ellos se profesan sino también el que Lelouch ha utilizado para filmarlos, antes y ahora, en un ejercicio autorreferencial y mitómano.

Trintignant, enfermo de cáncer, anunció tras el estreno de Happy End (2017) que se retiraba del cine porque ya no podía valerse por sí mismo. Aimée llevaba siete largos años sin ponerse delante de una cámara. Sin embargo, ambos han sacado fuerzas para mirarse a los ojos una vez más, con el inovidable tema musical de Francis Lai de fondo, tal y como lo hicieron hace 53 años. “Qué bellos éramos entonces”, dice Trintignant sacando una fotografía de la cartera. “Uno siempre es bello cuando está enamorado”, contesta Anouk Aimée. Y tiene razón. Ella es la prueba.

Varda por Agnès, de Agnès Varda

Mirar por la cámara es como tocar un instrumento musical. Es un acto delicado, lleno de matices, destinado a provocar movimientos en la sensibilidad y el intelecto de la audiencia. En ese sentido, Agnès Varda, fallecida el pasado marzo, fue una virtuosa de su instrumento, una genio, una de las más grandes personalidades creadoras de la historia del cine. En Varda por Agnès, una suerte de autobiografía documental, explica su carrera como cineasta y sus procesos de creación. “Interpreto el papel de una pequeña anciana, regordeta y parlanchina, que cuenta su vida. Sin embargo, son los demás los que me interesan y a los que me gusta filmar”, dice Varda, a sus 90 años, con su voz melodiosa y su mirada de niña.

Esta mujer, la única entre los componentes de la Nouvelle Vague, puso siempre al ser humano en el centro de su obra. Abrazó la vanguardia con Cléo de 5 a 7, se acercó a los Panteras Negras en Oakland, defendió el feminismo y el derecho al aborto. O simplemente rodó la vida cotidiana de su calle (la rue Daguerre, en París, donde vivió junto a su amado compañero, el también cineasta Jacques Demy), con sus panaderías, sus tiendas, sus carnicerías… “Nada es banal si sientes amor, empatía hacia la gente que filmas”, asegura. Con el cambio de siglo, ya septuagenaria y sin financiación para su personalísimo cine, agarró una pequeña cámara digital y se fue a grabar a personas que recogían objetos y alimentos del suelo.

De esa modesta premisa salió una obra maestra del documental: Los espigadores y la espigadora (2000). La directora va desgranando todos estos episodios en primera persona en una cinta que es una clase magistral de creación artística y también un testamento con el que se despide del mundo y de la gente que tanto amó. 

Cafarnaúm, de Nadine Labaki

En España pasó el tiempo (añorado por muchos, según las encuestas) en el que los niños y niñas trabajaban. Pero hoy, si uno sale de Europa occidental, no podrá evitar esa desgarradora visión a cada paso. El mundo está lleno de niños que viven una vida de mierda. La directora libanesa Nadine Labaki cuenta la historia de uno de ellos, uno cualquiera, todos en definitiva, en Cafarnaúm.

Premiada en Cannes y nominada al Globo de Oro, al BAFTA y al Oscar, la cinta es una sacudida, un puñetazo, un choque brusco con esa realidad no tan lejana. Zain, el protagonista, se escapa de casa tras enfrentarse a sus padres (a los que acaba denunciando por traerle al mundo) por pactar el matrimonio de su hermana, de solo 11 años. Labaki hace con el relato de este niño explotado y sin papeles un cuento universal. Zain es primo hermano de Oliver Twist y de la Fantine de Los miserables. Y Cafarnaúm, una denuncia y una demoledora obra de arte. 


Telegram Linkedin Url

Si te gusta este artículo, apóyanos con una donación.

€
  • #cine
  • #cultura

¿Sabes lo que cuesta este artículo?

Publicar esta pieza ha requerido la participación de varias personas. Un artículo es siempre un trabajo de equipo en el que participan periodistas, responsables de edición de texto e imágenes, programación, redes sociales… Según la complejidad del tema, sobre todo si es un reportaje de investigación, el coste será más o menos elevado. La principal fuente de financiación de lamarea.com son las suscripciones. Si crees en el periodismo independiente, colabora.

Suscríbete dona
Comentarios
  1. Chorche dice:
    06/01/2020 a las 19:57

    LA IDIOCRACIA, por Ana Cuevas.
    Idiocracia es una película del 2006 que plantea la posibilidad de que estemos en los albores de algo que podíamos denominar una «apocalipsis idiota». En ningún momento me parece ciencia ficción. Las evidencias están ahí. Metiéndonos el dedo en nuestros malogrados cerebros parra buscar alguna neurona que aún respire. Ardua labor. Es evidente que estamos inmersos en un proceso involutivo que solo puede acabar en la autodestrucción.
    En Idiocracia se empieza exponiendo que la evolución no premia la inteligencia. Y si tenemos en cuenta que el número de seres inteligentes es manifiestamente inferior al de seres poco inteligentes, el resultado es obvio. Ganan los estúpidos.
    Idiocracia nos muestra una sociedad que desprecia la historia y la cultura y cuyas habilidades de lectura y escritura se han degradado ostensiblemente en favor de las máquinas. ¿Para qué pensar si algún algoritmo puede hacerlo por tí? Y a la hora de gobernar se vota a los tontos que son famosos.
    En España, esta unidad de destino en la estulticia, tampoco nos faltan candidatos/as al premio de político-«cuñaó» del milenio. Son esos que cada vez que abren la boca provocan cortocircuitos en el entendimiento de las masas. Negacionistas de la historia y de la ciencia si se tercia. ¡Todo por la pasta! Aunque ellos le llaman Patria.
    La señora Díaz-Ayuso, flamante presidenta de la comunidad madrileña, habría encajado como un guante en el perfil de la élite de Idiocracia.
    Es solo una muestra de la botonería nacional. Pero es tan cuqui que, si no existiera, habría que crearla. Además, Isabel es la evidencia encarnada de que cualquier majadero/a puede llegar a gobernar….
    https://www.diariodelaire.com/2020/01/la-idiocracia-mata.html

    Responder
  2. Ana Cruz Muñoz dice:
    31/12/2019 a las 10:50

    LA ODISEA DE LOS GILES
    Sebastián Borensztein, 2019
    lalechuzaendiciembre.blogspot.com
    El título es de una literalidad cristalina. Suceden muchas circunstancias denominadas odiseas por su importancia, su injusticia, su dolor y también por su heroicidad, sus dificultades, sus improbabilidades y sus superaciones finales. Y aparecen muchos personajes giles o mejor dicho, muchos giles diferentes.

    Como casi siempre que se trata de crisis económicas son los hombres los protagonistas, ya sean víctimas o autores. Sin embargo, en esta película aparecen tres mujeres claves para entender la fuerza de la historia y dar credibilidad a la misma, sólo con ellas resultar real, como la vida. De otro modo hubiera sido una trama incompleta.

    Desconozco la novela sobre la que se basa la película, pero por sí sola dispone de todos los elementos fílmicos para tener interés y cercanía con espectadores vivos de cualquier lugar del mundo en los últimos 15 años. Los aspectos de impotencia ante la crisis económica que causó fenómenos como el corralito se suceden por doquier, la corrupción institucional, la avaricia de quienes saben lo que está pasando y lo ocultan deliberadamente caiga quien caiga, la solidaridad entre afectados y la injusticia en la resolución del problema sitúan la acción, como decía, aquí o allá, en la Argentina de 2001 o la España de 2007 que continua con sus estertores todavía. ¿ Quién sabe cuándo acabará o si se queda como parte del sistema establecido?

    Los personajes están de fábula, en sentido literal, parecen animalillos sacados de sus hábitats e incorporados en una aventura antinatural por lo que mantienen la frescura hasta las últimas consecuencias y el resultado es una auténtica locura de humor, dolor y satisfacción.

    Ocurre que alguna vez ganan los justos.

    Responder
  3. María Rasmia dice:
    28/12/2019 a las 17:20

    Entre el argumento y los actores es para no perderse ninguna de las cuatro.
    Este es el cine que te transmite valores y te ayuda a crecer como conciencia.
    Gracias por la selección.

    Responder

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Lo más leído

  • Ni reyes ni césares: al desplegar a las Fuerzas Armadas para sofocar la disidencia, Trump ha cruzado el Rubicón
  • [Vídeo] Mensaje institucional de Bob Pop a Pedro Sánchez: "Lo que tienes que hacer es..."
  • Irán responde al ataque israelí con el lanzamiento de cientos de misiles
  • Israel ataca Irán y extiende la tensión en Oriente Próximo
  • Egipto boicotea la Marcha a Gaza

Actualidad

  • Internacional
  • Cultura
  • Política
  • Clima
  • Sociedad

Conócenos

  • La Marea
  • Cooperativistas
  • Transparencia
  • Política de cookies
  • Política de privacidad

Kiosco

  • Suscripciones
  • Revistas
  • Libros
  • Cursos
  • Descuentos
  • Contacto

Síguenos

Apúntate a nuestra newsletter

Apúntate
La Marea

La Marea es un medio editado por la cooperativa Más Público. Sin accionistas detrás. Sin publirreportajes. Colabora con una suscripción o una donación

MásPúblico sociedad cooperativa. Licencia CC BY-SA 3.0.

Compartir a través de

Este portal web únicamente utiliza cookies propias con finalidad técnica y necesarias para el funcionamiento de la web, no recaba ni cede datos de carácter personal de los usuarios sin su conocimiento. Sin embargo, contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas a la de LaMarea que usted podrá decidir si acepta o no cuando acceda a ellos. Leer más

AceptarResumen de privacidad
Política de Cookies

Resumen de privacidad

Este portal web únicamente utiliza cookies propias con finalidad técnica y necesarias para el funcionamiento de la web, no recaba ni cede datos de carácter personal de los usuarios sin su conocimiento. Sin embargo, contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas a la de LaMarea que usted podrá decidir si acepta o no cuando acceda a ellos.
Funcionales
Siempre habilitado

Las cookies funcionales son esenciales para garantizar el correcto funcionamiento de nuestro sitio web, ya que proporcionan funcionalidades necesarias. Desactivarlas podría afectar negativamente a la experiencia de navegación y a la operatividad del sitio.

Guardar y aceptar