Opinión

El perverso arte de no llamar a las cosas por su nombre

"A veces no queda más remedio que apelar a la crudeza del lenguaje y que donde hay eufemismos y frases hechas, comparezca el dolor y la grieta en frases deshechas", reflexiona la autora en la octava entrega de la serie 'Disruptiva'.

Comentarios
  1. Y a Sánchez lo llamaremos mentiroso en vez de cambiar de opinión…..
    Ejemplos de malversación del lenguaje: brotes verdes en vez de crisis del copón de la vela, alivio penal en vez de amnistía a delincuentes condenados, luchadores por la libertad en vez de asesinos etarras….etc…etc…etc.. nos toman por idiotas y deben serlo los que les siguen votando.

  2. Excelente… simplemente excelente. Solo una pregunta: aplica todo lo aquí dicho a esa neo forma de hablar que se nos quiere imponer a la cuál han dado por llamar «inclusiva» ? Muchas gracias.

  3. Está bien. Cuando alguien abra las piernas en el bus no lo llamaremos machista sino lo que es, un maleducado o una maleducada.

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