Este test forma parte del especial #AMíTampoco, en el que planteamos a más de 60 hombres de todos los ámbitos –política, medios de comunicación, sindicatos, justicia…– sobre aspectos que afectan diariamente a las mujeres. Puedes comprar #LaMarea58 en kioscos y en nuestra tienda online. Puedes suscribirte aquí.
1.¿Alguna vez ha sufrido una situación de acoso sexual por una mujer?
A mi juicio el acoso implica cierta relación de poder. He tenido jefas, pero no recuerdo lance alguno que pudiera encajar en ese tipo penal. Y luego he experimentado alguna que otra incomodidad –Deneuve lo llamaría “importunar”– que no se me ocurriría calificar de acoso.
2. Si ha sido así, ¿ha sentido temor de ser violado?
Evidentemente, no.
3. ¿Alguna vez ha sufrido una agresión sexual por parte de una mujer?
Agresión sexual: otro tipo penal que merece una cuidadosa descripción.
4. ¿Alguna vez ha presenciado una situación de acoso sexual a una mujer?
Sigo diciendo: el acoso sexual lo considero algo serio. El magreo de dudosa correspondencia en una discoteca a las cinco de la mañana no entra en mi idea de acoso, por ejemplo.
5. ¿Conoce a hombres que participen en algún grupo de WhatsApp en el que se trate a mujeres como objetos sexuales?
Y conozco a mujeres en grupos de Whatsapp en los que se trata a los varones como objetos sexuales.
6. ¿Suele sentir miedo a ser agredido sexualmente al volver solo a casa de noche?
Entiendo que el mecanismo lógico de este cuestionario replica, invertido, el patrón machista para plantear un hipotético patrón hembrista –acoso sobre el varón- de simétrico funcionamiento y signo opuesto. Lo cual, obviamente, no tiene mucho sentido: precisamente el machismo existe porque el hembrismo nunca ha tenido su poder.
7. Se ha sentido incómodo con la actitud sexual en el trabajo hacia usted? En caso de que la respuesta sea afirmativa, marque con un círculo la/s opción/es correspondientes.
No. Y seguimos estirando el patrón invertido con estas preguntas.
8. ¿Ha cobrado menos (salario base o pluses) que alguna compañera haciendo el mismo trabajo que ella?
Para poder responder honestamente debería haber mostrado a lo largo de mi vida profesional una curiosidad por los sueldos de mis compañeras mucho mayor de la que he mostrado.
9. ¿Alguna vez al expresar su opinión con firmeza le han recriminado que es un ‘mandón’?
Esto sí, muchas veces.
10. Especifique cuántas jefas ha tenido a lo largo de su carrera profesional.
He tenido 2, en dos periódicos distintos. Pero en radio y tele, directoras de programa he tenido muchas más.
11. ¿Cree que alguien asocia su éxito profesional a relaciones sexuales con mujeres con poder?
No es que lo crea, es que sobre esa forma de medro sexual por parte del varón versan novelas realistas tan magníficas como Últimas tardes con Teresa, de Juan Marsé. Ya el siglo XIX está lleno de relatos de ascenso social a través del braguetazo con chicas de buena posición, desde Stendhal hasta Thackeray. Por último, no cabe desdeñar que a las lesbianas les atraiga la posición económica de las mujeres.
12. ¿Ha asistido a alguna reunión de trabajo en la que era el único hombre?
Al principio de mi carrera más que ahora, la verdad.
13. ¿Cree que la sociedad le impone cuidar más su aspecto físico que a una mujer?
Las convenciones sociales ejercen presión, qué duda cabe. Luego está la libertad de la mujer –en Occidente, porque en Oriente Medio a menudo no tienen esa suerte- para aceptarla o no. Puede disfrutar en un desfile de modelos y comprar los modelitos que consulta en los blogs de moda a los que está suscrita. O puede decidir contrariar el mainstream con looks alternativos que, por lo demás, responden a convenciones sociales de signo contracultural, que no son más que otra modalidad dentro del sistema.
14. ¿Alguna vez le han preguntado en una entrevista de trabajo si piensa tener hijos/as?
No. Y este me parece uno de los puntos verdaderamente clave de la lucha feminista: la paternidad y la maternidad.
15. ¿Ha pensado alguna vez que tener hijos/as podría perjudicar su carrera profesional?
Claro. Quizá por eso no los tengo.
16. Si tiene hijos/as, ¿ha pedido alguna vez una jornada reducida para poder conciliar?
No los tengo, quizá porque he decidido que mi trabajo sea toda mi vida.
17. ¿Dedica más tiempo que su pareja (en caso de que sea mujer) a las tareas del hogar y cuidados?
Nací en una familia numerosa de seis hermanos –cuatro chicos y dos chicas- en la que nuestros padres no discriminaban las tareas del hogar por sexo. Las distribuían por igual. O sea que estoy habituado desde muy niño a hacer las tareas del hogar de forma perfectamente natural. Incluso algo maniática.
18. ¿Conoce a más hombres que mujeres que se encarguen del cuidado de una persona mayor o dependiente?
Cada vez veo más cuidadores, y más enfermeros, de igual modo que cada vez veo más azafatos. Pero supongo que la prevalencia femenina en estas profesiones se mantiene. Tampoco creo que por ley haya que forzar una igualdad estadística. Existen cosas como las notas de corte, la elección de carrera o FP, la vocación.
19. ¿Se siente discriminado por el hecho de ser hombre?
Una de las consecuencias más nocivas del machismo es que a los hombres se nos eduque para que a esta pregunta tengamos que responder, rápida y virilmente, que no. O bien respondemos que sí para llamar la atención o provocar un poquito frente a la actual ola feminista. Ninguna de ambas posturas me representan. Ya se dan hoy situaciones en que la virilidad es causa de sospecha, y no debería pasar nada por admitirlo.
20. ¿Cree que los estereotipos y modelos de comportamiento que la sociedad exige a los hombres perjudica su vida:
Ambas, precisamente, porque el ser humano tienden a disociar muy mal entre un ámbito y otro. Si una mujer o un varón han llegado a la cima laboral pero se sienten solos y vacíos, no serán felices. Si su familia es una maravilla pero su curro es puramente alimenticio, vivirán bien pero echarán cosas en falta. En eso no veo distinción de sexos.
Últimas reflexiones
- ¿Es usted feminista?
- Sí.
- ¿Qué es para usted ser un hombre feminista?
- Detectar el agravio machista con sensibilidad y escribir –que es mi oficio- sobre los mejores modos de alcanzar y garantizar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.
- Si se define así, ¿desde cuándo y por qué?
- Ha sido un proceso de maduración, formación, lectura y experiencias. No sé decir un año. Sí sé que mis amistades y relaciones con mujeres me han ayudado.
- ¿Recrimina a sus amigos actitudes machistas –por ejemplo, cuando estos piropean a mujeres en espacios públicos, cuando las cortan constantemente mientras hablan, etc.–?
- Hombre, depende del piropo y depende del modo de interrumpir y depende del sentido común en general.
- ¿Ha reclamado alguna vez la paridad en su puesto de trabajo (en una junta de accionistas, en una tertulia, en una reunión de partido…)?
- De lo contrario Ana Rosa me echaría de su tertulia.
- ¿Siente que tiene privilegios por el mero hecho de ser hombre?
- Me siento privilegiado por muchísimas cosas, desde vivir en una democracia occidental hasta tener un trabajo y el amor de los míos.
- En caso afirmativo, ¿cree que debería renunciar a algún privilegio? Si es así, ¿a cuál/es?
- Debo renunciar a la arrogancia, al egoísmo, a la insensibilidad, a la queja, a tantas cosas. Pero no creo que esos defectos sean producto del patriarcado sino de la torcida naturaleza humana.