El viejo truco del voto útil

Hay algo que no ha cambiado desde hace 20 años y que se repite en esta campaña electoral. Es el fantasma del voto útil, el viejo cuento de que viene el lobo, la política del miedo para condicionar el voto.

En esta ocasión se ha difundido el bulo de que los votos del Partido Animalista PACMA acabarán ayudando al PP a conseguir la mayoría, por lo que es preferible votar a Podemos. Una tremenda falacia alejada de la realidad, de la comprensión del sistema electoral español y del reparto de escaños.

Los casi 180.00 votos obtenidos por el Partido Animalista las pasadas Elecciones Europeas son de PACMA y sólo de PACMA, en porcentaje y número. Pero además, si estas elecciones obtuviéramos representación, muy probablemente sería un escaño menos para alguno de los dos grandes partidos, PP o PSOE. En ningún caso nuestros votos se repartirán entre otros partidos.

Los votos a PACMA son el termómetro que mide la preocupación de la sociedad por la dramática situación que padecen los animales en nuestro país. El mejor respaldo para conseguir cambios legales para los animales. Son un voto realmente útil.

No hay nada más legítimo y democrático que votar en conciencia al partido que más represente tus valores y nada más deshonesto que tratar de convencer de lo contrario en base a una hipotética utilidad del voto. Si hiciéramos caso de esa falacia, se podría decir que en las provincias donde sólo se reparten dos escaños, y Podemos probablemente no consiga ninguno, tampoco tiene sentido votarles. Ahí el PSOE podría apelar al voto útil en su propio beneficio. Muy perverso.

Para acabar con estos bulos, sería muy positivo que los ciudadanos conocieran porqué es injusta la actual ley electoral y presionaran a los partidos para obligarles a cambiarla. Una ley que deja fuera a formaciones con menos del 3% de los votos, que divide los escaños en circunscripciones en lugar de sumar los votos totales, resultando que PACMA, con 102.000 votos al Congreso en 2011 se quedó fuera, y por poner un ejemplo, Andrea Fabra, la del ‘que se jodan’ (los parados), consiguió su escaño con 50.000 votos.

Ahora que sabes todo esto, puedes decidir con conocimiento de causa: no olvides que no hay voto más útil y generoso que el que se entrega a quienes no tienen voz.