La Eurocaravana 43 llega a Barcelona en busca de solidaridad

Han pasado ya más de 7 meses de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, México. Desde tierras lejanas, con medios convencionales por enmedio, parece que los hechos se hayan enfriado. Pero a pesar de la aparente normalidad que se enseña al mundo, lo cierto es que el Estado mexicano registra en poco menos de 10 años las escandalosas cifras de 150.000 muertos y 23.000 desaparecidos. 

El caso de los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa consiguió un gran eco mediático a nivel internacional bajo un lema claro: “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”. Ahora, tres representantes de la lucha, buscan apoyo y solidaridad en la sociedad civil europea mediante la Eurocaravana 43.

La Eurocaravana 43, formada por un pequeño comité de tres representantes, tiene previsto recorrer alrededor de 15 países europeos. Llevan la voz de los centenares de ciudadanos que gritan en las calles mexicanas. Ayer llegaron a Barcelona con un mensaje: «No pretendemos dar lástima, venimos a pedir solidaridad con la frente en alto», declaró el pasado viernes Omar García, estudiante superviviente de los hechos del 26 de septiembre.

Omar llegó ayer a Barcelona acompañado de Román Hernández (del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan) y de Eleucadio Ortega, padre de Mauricio Ortega (víctima de los hechos en Ayotzinapa). En la espalda llevan más de ocho países europeos visitados con un objetivo claro: «Exigimos que el estado mexicano presente a los 43 estudiantes en vida de manera inmediata. Solo la sociedad civil nos puede dar la fuerza para presionar a nuestro gobierno», explicaba Hernández.

Román lo narraba sin tapujos: Tienen que entender que los ciudadanos son más importantes que la economía. «Cancelen los tratados económicos hasta que se garanticen los derechos humanos, no sean cómplices«, pedía el abogado. Mientras, Eleucadio Ortega clamaba que “el gobierno no es gobierno, es delincuente, es asesino” y que sus calles están repletas de fuerzas de seguridad que les intimidan.

«Hoy en día, cualquier persona en México puede ser alcanzado», explicaba Omar. Una lucha contra el narcotráfico. En eso se excusa el gobierno de Peña Nieto. «Mientras ellos se codean con el narcotráfico, el pueblo paga la guerra. Con la muerte«.

«Somos los que se atrevieron a gritar y fuimos escuchados», relataba Omar, «ahora venimos a pedir solidaridad, queremos a nuestros 43 vivos, que se reconozca que fueron desapariciones forzadas, y queremos garantías reales de que eso jamás vuelva a ocurrir«.

[Artículo publicado originalmente en el blog La Colmena]

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