La Memoria Histórica, un olvido recurrente

El asunto de la Memoria Histórica es con creces la mayor canallada realizada por esos políticos que hicieron esa Basura que ellos en un alarde de infamia llaman Transición. Lo más grave no fue que los adictos al Franquismo no quisieran hacer justicia, porque estamos hablando de Justicia, sino que aquellos que en muchos casos sufrieron los efectos de la represión tampoco. Y aquí quiero hacer una parada, ahora que el Sr. González se va a defender a los «opositores» venezolanos que en España se les llamaría TERRORISTAS, y que podría ser detenido por un Tribunal de Excepción (Audiencia Nacional), por exaltación, colaboración y pertenencia a Organización Terrorista. En fin, que este tal Sr. González durante casi 14 años, y muchos de ellos con mayoría absoluta no «QUISO» hacer nada sobre las gravísimas violaciones de los derechos y libertades Civiles. La llamada Ley de Amnistía de 1977 es, sin duda, la infamia más grande de la historia reciente de España. En realidad no fue una ley de amnistía, fue una Ley de Punto Final encubierta que toda la Basura Política permitió, sin distinción, empezando por el Partido Comunista. No sólo perdonó a las víctimas (la oposición) sino que también lo hizo con los verdugos (el Franquismo), y ambas cosas jamás se tenían que haber permitido. Otros, como yo mismo, jamás apoyamos todo lo que se hizo durante esos años y lo que vino después. España, es con diferencia el país con un comportamiento más execrable en ese tema, de todo el Espacio Sideral, dándonos lecciones cualquier país. En fin, una merdé. No quiero despedirme sin mostrar mi repulsa… y más cosas de que el ínclito Juez Garzón, durante muchos años juez de un Tribunal de Excepción, como es la Audiencia Nacional, este metido en la defensa de la Reparación del Daño Causando y de una Versión Independiente Oficial. Que el hombre que ha escrito muchas de las páginas más negras de la Audiencia Nacional, esté en este asunto me obliga a vender todo mi patrimonio, que es mucho, e irme a vivir a alguna Isla «Desértica y Selvática» (ya sé que es difícil ambas cosas), alejado de tanto «engañabobos». En fin, ¡Viva Zapata!