lamarea.com
  • La Marea
  • Kiosco
  • Climática
DONA SUSCRÍBETE
SUSCRÍBETE
Iniciar sesión
  • Internacional
  • Cultura
  • Política
  • Sociedad
  • Opinión
  • Medio ambiente
  • Economía
  • Revista
  • Internacional
  • Cultura
  • Política
  • Sociedad
  • Opinión
  • Medio ambiente
  • Economía
  • Revista
ANTERIOR

Volverse pobre

SIGUIENTE
Este verano refúgiate en La Marea. Suscríbete desde 17€

La Uni en la Calle

Volverse pobre

El autor es Licenciado en Sociología por la Universidad de Montevideo. Profesor asociado de Técnicas de Investigación Social y de Diseño de Investigación en la Universidad Carlos III de Madrid

Daniel Kaplún
26 marzo 2014 Una lectura de 4 minutos
Telegram Linkedin Url

A través de este ensayo trataremos de comprender los procesos afectivos que conlleva la adaptación a la pérdida de los medios de supervivencia en las ‘clases medias’, tanto a nivel individual como familiar y social.

Para ello planteamos algunas hipótesis que nos ayuden a organizar la reflexión:

1. La tendencia inicial es a vivir la depauperación como una culpa personal, frente a la que se reacciona con vergüenza y que, por lo tanto, se trata de ocultar, sobre todo de cara al entorno social y a los hijos (si los hay). 

2. Esa tendencia es tanto más acusada cuanto menos generalizada esté en el entorno social. 

3. El proceso adaptativo incluye la reformulación de pautas de consumo, pero también la redistribución del tiempo, debido a una reducción brusca de la actividad. 

4. Esa redistribución del tiempo suele vivirse de forma distinta en la mujer que en el hombre, dado que suele darse en los varones una mayor vinculación entre la ocupación productiva y la propia identidad.

 5. Esta mayor vinculación tiende a traducirse en que si el hombre ha perdido su trabajo y la mujer lo mantiene, no siempre el primero asume las tereas del hogar; y ello suele degenerar en conflictos de pareja.

 6. Si se pierde la vivienda, es habitual retrotraerse de la familia nuclear a la extensa, en la que tres generaciones conviven bajo el mismo techo. Pero incluso sin llegar a la convivencia, los primeros apoyos externos que se suelen recibir son los familiares, y son también éstos los primeros entre los que se suele verbalizar la situación.

 7. Son los inmigrantes depauperados los que tienen menos acceso a la solidaridad familiar, a veces sustituida por grupos de connacionales.

 8. Una de las mayores dificultades de adaptación al empobrecimiento supone minimizar los gastos dedicados a las relaciones sociales, pero la búsqueda de pretextos para eludir estos gastos resulta dificultosa, sobre todo cuando los otros no viven esa necesidad; no podemos aceptar siempre que nos inviten, pero tampoco imponer nuestras restricciones al grupo.

 9. En cualquier caso, la percepción afectiva inicial frente al empobrecimiento tendería a ser individual: nos sentimos culpables de lo que nos está sucediendo, nos produce vergüenza, y procuraremos que los demás no lo noten. Esa actitud individualista tiende a resultar paralizante y a generar aislamiento, lo que, a su vez, impide pedir ayuda. Es habitual, por tanto, que otros den el primer paso para “imponernos” su apoyo.

 10. Mientras no se dé esa aceptación de la solidaridad, la búsqueda de soluciones será también individual. Sólo se puede enfrentar colectivamente la situación superando la culpa y la vergüenza.

 11. El paso de la solidaridad a la lucha no es automático, aunque tiende a acelerarse. Y requiere una reorientación de la identidad de clase, que implica la renuncia a la posición de origen y la asunción de un nuevo posicionamiento, la defensa de otros intereses y, en última instancia, un profundo cambio ideológico.

 Todo ello implica, por tanto, que el empobrecimiento sobrevenido constituye un proceso complejo que es necesario desagregar en varias dimensiones diferenciadas, pero ligadas entre sí:

– Su dimensión económica: la secuencia de restricciones, su orden cronológico y la motivación que lo justifica

– Su dimensión familiar y de género: los cambios de roles y tareas y sus repercusiones afectivas, e incluso, en determinados casos, el cambio del modelo familiar.

– Su dimensión social: la adaptación de la vida social a la menor capacidad de consumo y las reacciones del entorno frente a ello.

– Su dimensión de clase social. Pues el empobrecimiento sobrevenido nos obliga a la adopción de pautas de conducta propias de una clase social de la que no nos sentimos parte.

– Y por último, su dimensión política, en la medida en que asumamos nuestra identidad de clase sobrevenida, y por lo tanto sus intereses. Lo que, en lenguaje marxiano, se denominaría el paso de la “clase en sí” a “clase para sí” o, en términos más contemporáneos, “empoderamiento”.

– Pero teniendo en cuenta que no se trata de un engrosamiento de las clases trabajadoras tradicionales, sino del surgimiento de un nuevo colectivo, las “capas medias depauperadas”, cuya ideología oscilaría aún entre la nostalgia por la posición perdida y la búsqueda de su nueva identidad.

Se trata, por tanto, de un proceso que lleva de la humillación a la recuperación de la dignidad, por la vía de percibir como derechos irrenunciables dotaciones básicas que antes se exhibieron como éxitos personales.

——————————-

Daniel Kaplún es Licenciado en Sociología por la Universidad de Montevideo (1974). Posee más de 30 años de experiencia en investigación social, de mercados y de opinión, habiendo ocupado entre otros los cargos de Director del Departamento Cuantitativo en IOPE-ETMAR (1988-90), Director de Estudios en GABES (1990-92) y Director Técnico en DEMOSCOPIA (1992-2004) y en TNS (2004-2006). Actualmente es director general de GEOM (Gabinete de Estudios de Opinión y Mercado, SLL) y socio director de HERKAP, SL. Es profesor asociado de Técnicas de Investigación Social y de Diseño de Investigación en la Universidad Carlos III de Madrid e integra el equipo docente de dos programas Master de la Universidad de Alcalá de Henares.

Telegram Linkedin Url

Si te gusta este artículo, apóyanos con una donación.

€
  • #clase social
  • #crisis
  • #familia
  • #pobreza

¿Sabes lo que cuesta este artículo?

Publicar esta pieza ha requerido la participación de varias personas. Un artículo es siempre un trabajo de equipo en el que participan periodistas, responsables de edición de texto e imágenes, programación, redes sociales… Según la complejidad del tema, sobre todo si es un reportaje de investigación, el coste será más o menos elevado. La principal fuente de financiación de lamarea.com son las suscripciones. Si crees en el periodismo independiente, colabora.

Suscríbete dona
Comentarios

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Lo más leído

  • Dos perros callejeros
  • Junio acaba con 380 muertes atribuibles a altas temperaturas, más de cien en la ola de calor
  • Un incendio de 'sexta generación' con una velocidad nunca vista en Cataluña
  • Los abogados del hombre que murió tras ser inmovilizado por un policía: “Han criminalizado a Abderrahim incluso después de muerto”
  • Mamdani, la esperanza de la izquierda demócrata americana

Actualidad

  • Internacional
  • Cultura
  • Política
  • Clima
  • Sociedad

Conócenos

  • La Marea
  • Cooperativistas
  • Transparencia
  • Política de cookies
  • Política de privacidad

Kiosco

  • Suscripciones
  • Revistas
  • Libros
  • Cursos
  • Descuentos
  • Contacto

Síguenos

Apúntate a nuestra newsletter

Apúntate
La Marea

La Marea es un medio editado por la cooperativa Más Público. Sin accionistas detrás. Sin publirreportajes. Colabora con una suscripción o una donación

MásPúblico sociedad cooperativa. Licencia CC BY-SA 3.0.

Compartir a través de

Este portal web únicamente utiliza cookies propias con finalidad técnica y necesarias para el funcionamiento de la web, no recaba ni cede datos de carácter personal de los usuarios sin su conocimiento. Sin embargo, contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas a la de LaMarea que usted podrá decidir si acepta o no cuando acceda a ellos. Leer más

AceptarResumen de privacidad
Política de Cookies

Resumen de privacidad

Este portal web únicamente utiliza cookies propias con finalidad técnica y necesarias para el funcionamiento de la web, no recaba ni cede datos de carácter personal de los usuarios sin su conocimiento. Sin embargo, contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas a la de LaMarea que usted podrá decidir si acepta o no cuando acceda a ellos.
Funcionales
Siempre habilitado

Las cookies funcionales son esenciales para garantizar el correcto funcionamiento de nuestro sitio web, ya que proporcionan funcionalidades necesarias. Desactivarlas podría afectar negativamente a la experiencia de navegación y a la operatividad del sitio.

Guardar y aceptar