Varias protestas dan continuidad a la movilización del 22-M en Madrid

Varias movilizaciones se han sucedido este lunes por la mañana en Madrid, en los ecos de la gran manifestación que tuvo lugar el sábado como colofón a la Marcha de la Dignidad. Los momentos más tensos se han vivido frente a los juzgados de la Plaza Castilla de la capital, donde unas trescientas personas se habían concentrado para pedir la liberación de las personas detenidas el sábado.

Un centenar de policías antidisturbios, con los cascos y pasamontañas puestos, y escopeta de balas de goma en mano, han llegado a rodear por completo a los concentrados, informa Juan Antonio Cañero. La situación estaba tranquila cuando, después que uno de los manifestantes lanzase proclamas con un megáfono, los agentes han comenzado a desplegarse y a tomar posiciones. El portavoz del Sindicato Andaluz de Trabajadores, Diego Cañamero, ha estado conversando con uno de los mandos policiales. Vicent Mauri, de la Coordinadora de las Marchas, ha explicado que durante la negociación, la Policía ha reclamado que se disolviese la concentración, y que en caso de no hacerlo, entre 20 y 25 personas deberían identificarse.

En solidaridad con los detenidos -ha expresado Mauri-, una veintena de dirigentes de las organizaciones sociales y columnas que impulsaron las marchas se han prestado a identificarse voluntariamente y se han mostrado dispuestos a «asumir las consecuencias». Los organizadores han pedido a los agentes rebajar la tensión, y estos se han quitado los cascos. Efectivos del Samur esperan en el lugar. Una mujer ha salido de los juzgados con un puñado de denuncias que, según ha explicado, han presentado contra la actuación policial del pasado sábado, y ha animado a los asistentes a que secunden la iniciativa. La situación se ha calmado, mientras comenzaban a salir los primeros detenidos.

Intento de acampada en la Puerta del Sol

Un grupo de personas ha pasado la noche en la Puerta del Sol con la intención de dar continuidad a las protestas que tuvieron su culminación el pasado sábado. Han sido una quincena de jóvenes, algunos llegados en las marchas desde diferentes partes del país, que no han logrado levantar nignuna estructura.

«Comenzamos a instalar un cortavientos pero la policía lo impidió«, explica uno de ellos. «Entonces, como el frío era cada vez mayor, nos desplazamos hasta la escalera de una de las bocas de metro de la plaza». Allí han dormido a ratos, y al amanecer han celebrado una pequeña asamblea.

Por la mañana, han recibido continuas muestras de apoyo por parte de ciudadanos que se han acercado a debatir y llevarles alimentos, entre ellos una mujer mayor que les ha llevado una bolsa llena de naranjas. Algunos de ellos intentaron el sábado acampar en Recoletos, antes de que la policía cargara y «limpiara» la zona. «Después de andar tantos kilómetros, no me voy a ir a casa después de una manifestación. Hay que conseguir los objetivos que nos hemos marcado», defiende una joven.

Para esta tarde han convocado una asamblea a las 17:00 horas en la plaza. Su objetivo es que se sume cada vez más gente a la acampada para lograr un «punto estable que visibilice la protesta» y que sirva de «base física». «Queremos que sea un lugar donde se realicen asambleas permanentes y en el que además se pueda escenificar la indignación que sentimos», afirman.

Mientras, decenas de preferentistas se han concentrado alrededor de la Bolsa. Estaba prevista una manifestación que rodeara el edificio financiero, que finalmente fue ilegalizada. Aun así, afectados por estos productos bancarios se han acercado para protestar. Estas movilizaciones sirven de preludio a la manifestación convocada para esta tarde a las 19:00 horas, que pasará ante los ministerios de Economía y de Empleo.

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