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La reserva espiritual de occidente

"Hay obispos que, cada vez que abren la boca, consiguen que diez fieles dejen de serlo. A veces pienso que estos obispos deben de ser ateos infiltrados que quieren destruir a la Iglesia", sostiene el autor

Javier Rodríguez Albuquerque

16 marzo 2014 Una lectura de 3 minutos

Hay obispos que, cada vez que abren la boca, consiguen que diez fieles dejen de serlo. A veces pienso que estos obispos deben de ser ateos infiltrados que quieren destruir a la Iglesia, porque la verdad es que no sé si se han dado cuenta de que cada vez les queda menos clientela.

Ahora, con eso de que el PP está dejando «enfriar» el proyecto de ley del aborto, dos de estos obispos (no dos obispos cualquiera, oiga) se han puesto nerviosos y han salido a decir barbaridades, porque la verdad es que cada vez que abren la boca, la lían. Son el obispo de San Sebastián, Jose Ignacio Munilla, y el de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig.

Mira que no termina este gente de darse cuenta de que los tiempos han cambiado y que la Iglesia y el Estado están separados por ley, que vivimos en un estado aconfesional (aunque todavía falta mucho para que sea una realidad, pero todo se andará, no lo duden) y que tienen que guardar sus discursos, su moral y sus consejos para sus fieles.

Titular en El País: «El Obispo de Alcalá de Henares compara el aborto con la guerra civil». Titular en El diario.es: «Una mujer es madre desde el embarazo; sólo puede elegir ser madre de un hijo vivo o muerto». Esto último lo ha dicho el de San Sebastián.

Ay… si se preocupasen con la misma intensidad del resto de tragedias de la humanidad, incluso sin ir tan lejos: si se ocupasen con la misma intensidad de las tragedias de los españoles. Alguno me dirá que sí, que también se ocupan, pero oye, yo no veo nunca salir a dos obispos a la vez, ni siquiera a uno, a criticar que le gente se esté muriendo porque no puede comprar medicinas. O que haya niños pasando hambre de verdad aquí al lado o de la tragedia de los inmigrantes. Igual resulta que sí, pero vamos, que tanto empeño como le ponen a los temas del sexo y de la educación, ya les aseguro que no.

Sexo y educación: ¿Por qué tanto empeño en decirnos con quién tenemos que hacer el amor y cómo? ¿Por qué tanto empeño en decirnos cómo tenemos que educar a nuestros hijos? Bueno, de esto hablaremos otro día.

Como este tipo de declaraciones no responden al «calentón» del momento, aquí sólo un par de citas que han hecho famosos a estos dos «chavales». Que mira, que como les dejen salir muy a menudo, van a dejar las iglesias y los seminarios más vacíos de lo que están ya. Que lo he dicho antes: ¡Que son unos infiltrados!

Esta es muy buena. Le llegaron a conocer hasta en Haití: «Nuestra pobreza espiritual es un mal mayor que la tragedia de Haiti. Deberíamos llorar por ella». José Ignacio Munilla, obispo de San Sebastián.

¿Y ésta? También dio que hablar lo suyo: «Quisiera decir una palabra a aquellas personas que hoy llevadas por tantas ideologías que acaban por no orientar bien lo que es la sexualidad humana. Piensan ya desde niño que tienen atracción hacia las personas de su mismo sexo, y a veces para comprobarlo se corrompen y se prostituyen, o van a clubs de hombres nocturnos. Os aseguro que encuentran el infierno». Juan Antonio Reig, obispo de Alcalá de Henares.

No tienen desperdicio estos traviesillos, ¿eh?

Para finalizar (es que no me puedo resistir). Hace unos días, Rouco Varela, en su despedida como jefe del episcopado: «La nación española se encuentra amenazada por posibles rupturas insolidarias«

Si es que esta gente no deja pasar una, se apunta a todo, oiga.

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Comentarios

DYA dice:

25/05/2014 a las 13:28

Con todo respeto, he de decir que me da la impresión de que ni el articulista ni los comentaristas conocen la doctrina católica. Los obispos no hacen más que decir lo que es el catolicismo. Otro asunto es que guste o no, pero nadie, alvo el fiel católico está obligado a acatarlo, así es que no entiendo por qué se arma tanto lío. Y los católicos que no acepten la doctrina y, por lo tanto, no vivan de acuerdo con ella, tendrán que mirar el interior de su conciencia y ver si son o no creyentes. Y ya está. Porque supongo que en España sigue habiendo libertad de expresión ¿verdad? Y que este derecho fundamental recogido en la constitución, es para todos ¿o los católicos están excluídos?

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de alcalá dice:

25/05/2014 a las 12:23

En realidad desde el emperador romano constantino tados son infiltrados.

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ateo666666 dice:

18/03/2014 a las 00:07

Así que resulta que excepto el clero católico (aunque por supuesto no todos ellos, porque por ahí hay mucho ateo sotanado encubierto), dirigentes opusinos y legionarios de Cristo del Partido Popular y los fanáticos de las diversas sectas católicas, a la inmensa mayoría de los españoles nos repele o pasan de la supuestamente «mayoría moral» de la parasitaria iglesia católica española y al final no aceptamos la estrecha, rancia y prehistórica moral de unos ancianos seniles, que han dedicado su inane vida a extraer conclusiones del hatajo de dementes alucinaciones ideadas en su aburrida ignorancia por unos ignorantes pastores de cabras de los desiertos del Próximo Oriente. http://diario-de-un-ateo.blogspot.com.es/2014/03/la-supuesta-mayoria-moral-catolica-es.html

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Flanagan dice:

17/03/2014 a las 11:51

los sacerdotes de la Iglesia Católica nunca han creido en Dios. Para ellos los dioses siguen siendo los ídolos paganos tallados en madera y policromados a semejanza de humanos y esas son las doctrinas que propagan en nombre de la falacia evangelizadora que es mas bien un método para atrofiar cerebros.
Pero el colmo del cinismo es que cuando llegan a obispos ya solo creen en si mismos y en la Iglesia como bunker, como elemento que los protege.
A la edad en que alcanzan el grado de obispo, cardenal o papa, el resabio de saber que equivocaron el rumbo de su vida y que ya no hay vuelta atrás, les provoca odio a todo el que le rodea y procuran vengarse de cualquier forma.
Es igual para las otras religiones monoteístas nacidas en Asia Menor, aunque la mas dañina porque han quemado gente viva en nombre de su dios y han alcanzado grados de perversión con la pederastia que no se conoce en otras creencias, ha sido la Iglesia Católica.

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