Sin intermediarios, por favor

Algo que jamás nadie había podido sospechar que sucedería, ha sucedido: «La ONU exige al Papa que entregue a los pederastas y blinde a los niños».

Me imagino lo que ha tenido que costar salir a la prensa con esta bomba, pero afortunadamente se ha impuesto la decencia. Ya es un hecho oficial y público, que la Iglesia ha aprovechado su posición en la sociedad para abusar sistemáticamente de menores y de ocultarlo. Que si lo primero es grave, lo segundo lo es mucho más.

Tenemos que reconocer que el ser humano tiene mucho de qué avergonzarse y de arrepentirse, hasta tal punto que en muchas ocasiones pierdo… perdemos toda esperanza de que seamos realmente compatibles con este planeta. La Iglesia… las iglesias, han sido parte importante de esta barbarie y tienen una historia conocida que nada tiene que envidiar a la peor de las dictaduras y una historia oculta que, si se conociese, haría tambalearse a los mismos cimientos de la civilización. Y la verdad es que no creo exagerar nada.

Lo que ahora reclama la ONU a la Iglesia Católica no es nada desconocido, a nadie nos ha sorprendido porque ya sabíamos que esto había estado sucediendo sistemáticamente. No es nada que no haya pasado ya por los juzgados de casi todos los países del mundo donde esta religión tiene presencia. Curas y pederastia ha sido un binomio, que lejos de ser una excepción como se ha querido hacer creer, ha sido regla generalizada en miles y miles de pueblos y ciudades del mundo. Ahora la ONU ha tenido la valentía de decirle a la Iglesia, alto y fuerte, que «ya está bien». ¡Se acabó!

Leo en la prensa que este informe de la ONU es un ataque a la Iglesia. Se engañan, nos quieren engañar de nuevo. Se engaña a sí mismo aquel que crea que este es un discurso ateo en contra del dios o de las creencias de nadie. No. Esto no tiene nada que ver con las creencias o la «libertad religiosa» como dicen algunos. Es más, yo diría que por el respeto a las creencias de la gente hay que sacar a la luz toda esta ignominia. De lo que se trata simplemente es de poner en su sitio a tanto y tanto «intermediario» con el más allá que ha aprovechado su posición para amedrentar, abusar, explotar y anular a tanto y tanto ser humano.

Este no deja de ser un pequeño paso más, para recuperar la dignidad que tenemos como seres humanos y que tantas y tantas veces ha sido pisoteada.

*Artículo publicado en el blog rediez.blogspot.com.es