Sants, pequeño gran barrio cooperativo

Vivo en Sants, muy cerca de la Estación del mismo nombre en Barcelona, el principal nodo ferroviario de Barcelona. Me gusta mucho el barrio en que vivo, y no sólo por la muy buena comunicación que tiene en transporte público y porque muy cerca tenemos Montjuïc, pulmón verde y atalaya de Barcelona y del Baix Llobregat.

Os invito a acompañarme en una visita virtual especial por mi barrio, a ver si os puedo transmitir parcialmente por qué me gusta tanto este barrio.

El núcleo cooperativo alrededor de la plaça Osca

Si salimos de la estación de Sants por la plaza dedicada al anarquista de Sants Joan Peiró, a unos cuantos metros encontraremos a la izquierda una escalera que baja a la calle Premià. En su número 15 encontramos el edificio cooperativo por antonomasia de Barcelona. Este edificio destaca por su balcón digno de servir para proclamar la república, como decía el amigo y vecino Jep. Sus locales comerciales contienen la sede de la cooperativa de finanzas éticas Coop57 y una delegación de la cooperativa vinícola y aceitunera de inserción social L’Olivera. De las dos cooperativas podéis encontrar información en los números 8 y 12 de La Marea, respectivamente. En la primera tengo invertido un dinero que he tenido la oportunidad de poder ahorrar y que sé que sirve para financiar la economía social. En la segunda voy a comprar de vez en cuando si quiero beber un buen vino de la tierra con una buena relación calidad-precio y con un todavía mejor aroma ecológico y social. El edificio también acoge, entre otros organizaciones hermanas, la sede de la Federació de cooperatives de treball de Catalunya, que reúne más de 3000 cooperativas de trabajo catalanas.

Y es que Sants es el barrio cooperativo por excelencia de Barcelona y la gran cantidad de cooperativas presentes en el barrio así lo muestra. Le podéis preguntar al respeto directamente a Ivan, socio de la cooperativa La Ciutat Invisible y dinamizador de rutas a pie y en bici por Barcelona sobre la historia del cooperativismo. La Ciutat Invisible está localizada en el número 25 de la calle de Riego (el militar liberal homenajeado en el himno de la República), paralela a la calle Premià; allá puedes encontrar una buena selección de libros y publicaciones críticas e independientes así como prendas de ropa que combinan diseño y mensaje, dado que esta cooperativa, además de librería, realiza servicios de diseño, investigación social y urbana e intervención comunitaria. Por cierto, el local vecino de la Ciutat Invisible es la redacción del semanario independiente en catalán La Directa.

Barrio de consumo cooperativo

También os invito a conocer los grupos y cooperativas de consumo del barrio. Por afinidad personal, destacaré dos. En el número 74 de la calle del periodista Rossend Arús encontramos el local en Sants de Germinal, cooperativa de consumo pionera en el consumo crítico, agroecológico y de proximidad. La gente de Germinal tiene muy claro qué consumo quiere (productos agroecológicos de proximidad, producidos desde la economía social o por pequeñas empresas) como herramienta de transformación social y lo realiza con todos los bienes de consumo habitual (comidas de todo tipos, productos de higiene y de limpieza del hogar…). La participación en Germinal es exigente, puesto que no se limita a realizar el pedido por internet y recogerlo semanalmente. Todo lo que posibilita el funcionamiento de la cooperativa (administración, contacto y evaluación de los proveedores, mantenimiento de los locales, decisiones, difusión…) se basa en la participación no retribuida de las persones socias. Aquí estuvimos consumiendo y participando durante un tiempo en mi casa y aquí conocí a la mayoría de amistades que tengo a día de hoy en el barrio.

El gran triunfo de Germinal ha sido la extensión de su modelo de consumo crítico autogestionario en toda Cataluña y, quizás, en todo el Estado, con la consecuente diversificación de modelos organizativos. Un ejemplo en Sants es el Economat social, cooperativa vecina y amiga de Germinal situada en la calle Jocs Florals 153. De hecho, Germinal y el Economat encargamos conjuntamente el pan ecológico a un panadero del barrio. Los tres socios trabajadores del Economat gestionan la parte más intensa del funcionamiento de la cooperativa de consumo (administración, selección de proveedores y contacto con éstos, busca y difusión de información nutricional…) y las personas socias usuarias nos encargamos de la parte más divertida, como por ejemplo la participación en las asambleas y, sobre todo, llenar de sentido y contenidos culturales y de ocio el Ateneo del Economat.

Can Batlló, el éxito de la constancia vecinal

Puesto que menciono la cultura, podemos continuar andando hasta la calle Constitución 19, donde encontraremos Can Batlló. En este antiguo complejo fabril, una parte importante se ha convertido en un espacio abierto gestionado por el vecindario del barrio para el encuentro cultural (por la biblioteca popular y el auditorio que se está rehabilitando) y social (por el bar, ferias, huerto colectivo, reuniones de colectivos…). Muchas son las personas de diferentes generaciones que participamos en la lucha vecinal durante 30 años para que Can Batlló fuera para el vecindario y no para el lucro privado, y muchas son quienes están colaborando en la reconstrucción y gestión del espacio y en la generación de usos y contenidos comunes. Muchas son las luchas que ganamos si persistimos y estamos unidas.

Sants, crisol de lo común

Otros ejemplos de organizaciones no necesariamente cooperativas que comparten valores de colaboración, autogestión y/o transformación social en el barrio son la redacción de Alternativas económicas, el local libertario Espai obert de acogida de colectivos, el Casal independentista Jaume Compte, los Castellers de Sants o las asociaciones culturales La Lotteria y La Hormigonera.

Sants es crisol de la potencialidad de la acción comunitaria transformadora, en la cual nos integramos el vecindario independientemente de nuestro origen. También pone de manifiesto que a menudo es la proximidad donde tienen sentido las pequeñas cosas transformadoras. Como ha pasado con Germinal, muchas de las experiencias que se pueden encontrar en Sants han ido y continuarán expandiendo esporas aquí y allá.

Un concierto en el Koitton

Para acabar con buena música esta ruta cooperativa virtual por mi barrio de Sants, os invito a volver a la Calle Rossend Arús, a su número 9, a escuchar un concierto y a tomar una cerveza artesana al Koitton Club, primer bar cooperativo que conozco. Además de un muy buen ambiente, tiene un cartel de conciertos y sesiones musicales que nunca me han defraudado. El cooperativismo no tiene fronteras en cuanto a sus posibilidades. ¡Salud!

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