Críticas internacionales “por el retroceso” en España en los derechos de las mujeres

“Abuso de poder”, “vuelta al pasado”, “el mayor retroceso”. Estos son algunos de los calificativos que la prensa extranjera está dedicando estos días al gobierno de Mariano Rajoy tras la confirmación de que el Anteproyecto de Ley de reforma del aborto supondrá la eliminación de la ley de plazos para regresar al sistema de supuestos, en el que además se eliminan alguna de las circunstancias en las que, desde 1985, era legal la interrupción voluntaria del embarazo, como el de malformación del feto.

La crítica que más daño ha podido hacer al Ejecutivo viene del diario londinense Times que ayer mismo publicó un artículo de opinión en el que se acusaba al gobierno español de “abuso de poder”. «Trasladar al Código penal un derecho relacionado con la salud de las mujeres y su reflexión consciente es un abuso de poder gubernamental», se afirmaba en el artículo, a la vez que se aseguraba que la nueva legislación «daña la salud de la mujer».

El periódico La República, de Uruguay, recuerda que la reforma legislativa supondrá “una vuelta a la ley de supuestos de 1985”, aunque recuerdan que “es una vuelta más restrictiva, ya que se elimina la posibilidad de abortar en caso de malformación del feto”.

Por su parte, el diario portugués Correio da Manhã, alerta en su edición que la nueva ley del aborto podría ser una “vía de negocio” en ese país ya que las mujeres españolas acudirían allí para abortar.

En otros medios como el francés Le Monde o el italiano La Repubblica se hace hincapié en la “presión” de la iglesia católica y del ala conservadora del PP y en el “retroceso” que supone para los derechos de las mujeres. El diario alemán Die Welt va más allá y liga la decisión del gobierno de Rajoy con su política de recortes.

Apoyo de Jean-Marie Le Pen y la ultraderecha

Quien sí ha salido en defensa del gobierno de Mariano Rajoy ha sido el líder ultraderechista francés, Jean-Marie Le Pen. A través de un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, ha apoyado la decisión con estas palabras: «El proyecto de ley española sobre el aborto demuestra que se puede actuar en esta cuestión con mesura, inteligencia y preocupación por el respeto a la vida».

Ya su hija en las pasadas elecciones presidenciales francesas, su hija, Marine Le Pen, llegó a criticar los abortos que se hacían “por comodidad” y exigió la retirada de la financiación de las operaciones.

La posición de los líderes del Frente Nacional choca con la defendida por la ministra francesa de los Derechos de las Mujeres, Najat Vallaud-Belkacem, quien calificó la reforma de “inoportuna”. «Es terrible ver que en un país como España, que en estos últimos años se había convertido en una referencia para quienes luchan contra la violencia contra las mujeres (…) vaya a disponerse a conocer un retroceso en materia de derecho a disponer del propio cuerpo», declaró.

La respuesta del ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón no se hizo esperar y en una entrevista con el diario ABC aseguró que las tesis de los socialistas sobre el aborto “son cosa del pasado” y se mostró “convencido” de que “muchos países van a revisar sus legislaciones”.

Argentina y Uruguay

Donde también se ha desplazado el debate ha sido a América Latina, y a las diferencias entre dos países vecinos. Por un lado, Argentina donde se practican alrededor de 400.000 abortos clandestinos al año, lo que provoca un aumento en la tasa de mortalidad de las mujeres, a causa de los fallecimientos que provoca el someterse a una interrupción del embarazo en condiciones precarias.

De hecho, diversos organismos internacionales ya han dado la señal de alarma sobre el elevado número de muertes vinculadas con los abortos clandestinos. En ese país, según el Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva de la República Argentina, una de cada cuatro mujeres que muere por causas vinculadas al embarazo lo hace debido a complicaciones derivadas de un aborto mal practicado. Es la principal causa de muerte materna en el país.

En el lado contrario de la balanza está Uruguay, el primer país de América Latina, tras Cuba, en legalizar el aborto total, hace justo un año. Según el Ministerio de Salud Pública uruguayo, este año se han registrado 2.550 abortos, y no se ha producido ninguna muerte a causa de la intervención. Esta legislación no impide que Uruguay sea uno de los países con una tasa de abortos más baja del mundo.