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Medicus Mundi Navarra propone un modelo sanitario incluyente y universal en América Latina
Fortalecer la atención primaria como vía para mejorar el sistema de salud. Esta es la base sobre la que se asienta el proyecto que Medicus Mundi Navarra está llevando a cabo en Guatemala desde hace 15 años, y en Bolivia y Perú desde hace cinco. Esta propuesta, financiada por la Unión Europea, el Gobierno de Navarra y las administraciones públicas de los lugares en los que se ha implantado, tiene como objetivo modificar la concepción que se tiene de la asistencia sanitaria pública y hacer de ella un modelo de salud intercultural, integral y, sobre todo, incluyente y gratuito.
Son dos las ideas que inspiran esta concepción. Por un lado, el derecho a la salud de todos los ciudadanos, que implica la inclusión, la equidad y la universalización del acceso a este derecho. Por otro, el concepto de Atención Primaria de Salud (APS) que fue imaginado en 1978 en la conferencia internacional de Alma Ata, el evento de política de salud internacional más importante de los años 70.
La relevancia de este evento se asienta sobre el cambio de concepción en el enfoque, ya que situó la salud como parte de un todo social. Un aporte que ya, a mediados del siglo XIX, hizo el fundador de la patología celular, Rudolf Virchow, al señalar que las causas de la epidemia en una zona industrial de Silesia eran más sociales y económicas que físicas y que su solución pasaba por un incremento de la prosperidad, la educación y la libertad. Un nuevo enfoque que uno de los impulsores de la conferencia, el doctor David Tejeda de Rivero, definió con una frase: un cuidado integral de la salud por todos y para todos.
Alma Ata en América Latina
El proyecto para implantar este nuevo modelo de salud en Latinoamérica nació en Guatemala hace 15 años, cuando Medicus Mundi Navarra trabajaba en la zona y se detectaron una serie de deficiencias que era necesario mejorar. El coordinador de Cooperación al desarrollo de la ONG, Ignacio Sánchez, cuenta que “desarrollar este proyecto en América Latina forma parte del devenir histórico de nuestra organización. Ya trabajábamos allí cuando descubrimos las carencias y necesidades de la sanidad guatemalteca“.
Según explica Sánchez, la atención primaria tiene que ver con un trabajo de prevención y promoción de la salud además de con su curación, y que en Europa se asocia al primer contacto del paciente con los médicos, al médico de familia o los enfermeros. También señala que esta concepción integral de la APS que surgió de Alma Ata se diluyó en América Latina en los años 80 y se está perdiendo ahora en España.
En Claves para la transformación de los sistemas de salud en América Latina, el libro que han publicado para explicar los puntos comunes extraídos de su experiencia en Guatemala, Bolivia y Perú, hablan sobre por qué en estas regiones nunca se llegó a poner en práctica la APS de Alma Ata. “Los principales movimientos sociales que nacieron tras la revolución cubana fueron contrarrestados por dictaduras, programas de ajuste estructural y el Consenso de Washington, que consolidó la expansión política y económica neoliberal y el inicio de la mercantilización de la salud como producto“.
Respecto a España, Sánchez considera que sería posible mejorar las ineficiencias del sistema de salud “si dejáramos de recortar y nos acogiéramos a otros modelos. En Europa, de manera velada, se está acabando con el Estado de bienestar y, junto con él, el derecho a la salud“. Esta critica, según asegura, subyacía de las explicaciones de los responsables del proyecto sobre el terreno cuando el pasado mes de octubre viajaron a Europa para exponer en Madrid y Bruselas las 12 claves sobre las que se asienta su propuesta de modelo sanitario.
Calidad sanitaria o ánimo de lucro
La concepción opuesta al modelo sanitario que están desarrollando en Guatemala, Perú o Bolivia se encuentra, en Latinoamérica, en países como Colombia y, especialmente, Chile. Allí, según relata Ignacio Sánchez, durante los años 80 y 90 privatizaron el sistema de salud, lo transformaron en un sistema de seguros, y desmantelaron el servicio público. “El derecho de acceso a la salud, como ocurre con los coches, se basa en la contratación obligatoria de un seguro privado, de manera que apenas se dirige presupuesto público para sanidad porque todo se basa en los servicios de las empresas privadas con ánimo de lucro“.
Este modelo deja fuera del derecho de acceso a la sanidad a todo aquel que no pueda permitirse pagar el seguro. “La diferencia entre Bolivia y Chile es clara» –declara Sánchez- “Aunque aún no tiene un sistema público puro, Bolivia tiende hacia la universalización, hacia la salud como un derecho de todos y para todos. En Chile, sin embargo, este derecho solamente lo tienen los ricos. El resto tiene una limitada prestación de servicios, pero no derecho a la salud“.
Durante la presentación del proyecto del nuevo sistema de salud integral e incluyente de Medicus Mundi Navarra, también quisieron alertar de los riesgos que se corre en España si se tiende hacia el modelo chileno en lugar de preservar el que se tenía hasta hace poco tiempo. “No se trata de no concertar servicios con empresas privadas, sino de que estas empresas no tengan ánimo de lucro». Al afirmar esto, se refiere, sobre todo, a países africanos en los que el Estado no tiene dinero y debe recurrir a empresas privadas, sin ánimo de lucro, para desarrollar el sistema sanitario. “Mi reflexión como economista es que si se persigue el lucro se resiente la calidad asistencial“, concluye Sánchez.
También resulta importante señalar el peligro de irreversibilidad que la desmantelación del sistema público trae consigo. Según el coordinador de Cooperación al desarrollo de la ONG, “cuando en Chile se quiso dejar un poco de lado el modelo neoliberal se encontraron con que se habían cargado el sistema sanitario público, y que no lo podían recuperar porque los gastos eran inasumibles, especialmente para un país cuya economía no es boyante, como también ocurre en el caso español“.
Éxito, prudencia y expansión
Respecto a los logros de la implantación de este nuevo modelo sanitario integral, Ignacio Sánchez considera que solamente en Guatemala, donde ya llevamos 15 años, se puede confirmar que los indicadores de salud han mejorado.“ Aunque en España sea algo habitual, el hecho de haber reducido a cero la tasa de mortalidad materna, cuando la anterior era de cinco o seis al año, revela la eficacia de este modelo“. En Bolivia y en Perú, donde llevan cinco años, también han comenzado a notar ciertas mejoras, aunque, según Sánchez, aún es pronto para sacar conclusiones definitivas.
Fernando Carbone explica desde Perú, donde está a cargo del proyecto, que, de momento, se han conseguido incorporar acciones de prevención y promoción a nivel familiar y comunitario, incluir acciones de vigilancia en salud integradas dentro de las actividades de atención en los niveles individual, familiar y comunitario e involucrar los presupuestos públicos locales y regionales para segur trabajando sobre estas áreas. Estos pequeños éxitos se han plasmado en una mejora de los indicadores clásicos de morbilidad y mortalidad durante 2012.
Tales han sido los logros y tan buena ha sido la acogida en los países donde ya funcionan, que desde Ecuador, El Salvador y Venezuela ya han contactado con Medicus Mundi Navarra para saber cómo se puede implantar este modelo también allí. Aunque no hay nada confirmado, incluso se ha hablado de organizar una conferencia similar a la de Alma Ata para actualizar conceptos y compartir estrategias y experiencias.
La base del éxito de la implantación de este modelo reside en proponer que los cimientos estructurales de los sistemas sanitarios se asienten sobre la base del fortalecimiento de la APS, en lugar de poner parches a medida que surgen los problemas. Ignacio Sánchez aclara que su ONG nunca fueron a imponer su idea de salud pública a ningún gobierno, sino que “primero las comunidades con las que trabajábamos en Guatemala, después las autoridades guatemaltecas y, más tarde, las peruanas y las bolivianas nos pidieron ayuda para implantar este nuevo modelo y mejorar sus sistemas de salud “. Un modelo basado en la asistencia integral y universal, que abarca individuos, familias y comunidades, orientado hacia el desarrollo de políticas inclusivas y respaldado por compromisos legislativos y financieros.
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