Tus artículos
Asistencia a la tercera edad: o lo arreglamos o esto se hunde
Las listas de espera aumentan cada día, y a la vez cada día son más las plazas privadas vacantes. Mientras, trabajadores, proveedores y empresas del sector incrementan sus números rojos por los impagos
Vicente Botella, presidente de la Unió de petites i mitjanes residències (Upimir)
Los que hace años “vivimos” el mundo de la geroasistencia (residencias, centros de día y asistencia domiciliaria) sabemos, más por propias experiencias que por estudios técnico-científicos y de carácter economicista, que este sector, pese a tener como principal cliente a personas mayores con mas achaques cada día, está vivo, muy vivo, y además con una honestidad propia de quienes lo utilizan a diario: Mostrando sin decoro el camino a seguir, anticipándose a los acontecimientos y, de forma desinteresada, indicado a quienes lo “respiramos” a diario en base a trabajo y dedicación, hacia dónde hay que evolucionar.
Actualmente en Cataluña la situación es clara y diáfana: hay demanda y necesidad de plazas, pero al unísono y de forma tangencialmente opuesta no hay capacidad económica para soportar su coste, ni por parte del usuario, ni ya tampoco por parte de la administración publica, la cual cada año es dotada de menos presupuesto al respecto por parte del Gobierno central. Las listas de espera aumentan cada día, y a la vez y de forma sorprendente cada día son más las plazas privadas vacantes, sin duda alguna por la disparidad entre precio solicitado y capacidad económica de los posibles usuarios.
¿Qué hemos hecho mal para que pase lo que pasa? Lo primero que hicimos mal, pero que muy mal, era pensar que la situación económica de bonanza, del todo vale, que hace tres años teníamos en España, era una realidad y sostenible en el tiempo, prolongándose de forma indefinida. Los expertos que en una tabla de Excel hicieron soportar al papel castillos en el cielo, sin conocer el sector social, buscando en el mismo una vía especulativa y de dinero fácil, fueron quienes más erraron y quienes más han perjudicado al colectivo del sector geroasistencial. Nos referimos a esos inversores que vieron ganancias del 7 al 8 % sin trabajar claro, y que hicieron bandera de plazas a 2.500€. En serio, con el nivel de pensiones de este país, ¿alguien con un mínimo de criterio pensó que tales plazas serian ocupadas a semejante precio? Tales visionarios y tiburones financieros solo han conseguido hundirse y hundirnos. Gracias por su nula aportación a nuestro trabajo y dedicación, que no merecía tales personajes.
Tal vez existe otro factor que ha adulterado el sistema y al que todo ciudadano cree tener derecho, y es la gratuidad y universalización del sistema social, siendo el sector público la cuarta pata del estado del bienestar. Políticos sin criterio y sin conocimientos del sector “vendieron” como reclamo electoral la ley de la dependencia universal y casi gratuita, pero sin dotación presupuestaria. Buena propaganda hacia los más débiles pero una carga financiera insostenible para el país y quienes soportan las cargas impositivas y fiscalidad actual. Se ha defraudado a los mas frágiles y se les ha ninguneado ofertándoles unas expectativas que todos sabíamos que eran irreales e imposibles de cumplir. Pero claro, ahora hay otros políticos, y los unos por los otros la casa sin barrer.
Mientras, los trabajadores del sector, los proveedores y las empresas en general aumentan sus números rojos y ya no saben cómo salir de ellos. La administración está endeudada hasta las cejas, porque en el caso de Cataluña hemos estirado más el brazo que la manga, y además hemos sido traicionados económicamente por un Gobierno central ávido de ahorrar en lo más básico y sin pudor a dejar de pagar a los más necesitados. La mezcla de ambas conductas hace que, o lo arreglamos, o esto se hunde.
Hay que ser honrados, coger al toro por los cuernos y tomar decisiones justas y sostenibles, todos estamos en el mismo barco y se esta anegando cada vez con mas entrada de agua, hasta el punto de zozobrar en breve. Quien lo haga será recordado, quien se esconda y actúe con dilación injustificada en su proceder, también, pero de forma muy diferente al primero. No es posible decir sí a todos y a todo, o nos ponemos a trabajar o el mayor perjudicado será el futuro usuario de los servicios sociales catalanes.
Alcemos la voz quienes cada día convivimos con nuestros usuarios y sabemos sus necesidades, sus miedos, sus inquietudes, sus patologías y, sobre todo, su deseo de poder vivir los últimos años de su vida en paz y sosiego, en entornos amigables propios de un domicilio, no de una clínica u hotel.
Si quieres participar en esta sección, envía tu artículo a cartas@lamarea.com
Gracias a la colaboración de miles de personas como tú, publicamos lamarea.com. Ayúdanos a seguir haciéndolo
¿Sabes lo que cuesta este artículo?
Publicar esta pieza ha requerido la participación de varias personas. Un artículo es siempre un trabajo de equipo en el que participan periodistas, responsables de edición de texto e imágenes, programación, redes sociales… Según la complejidad del tema, sobre todo si es un reportaje de investigación, el coste será más o menos elevado. La principal fuente de financiación de lamarea.com son las suscripciones. Si crees en el periodismo independiente, colabora.