El sumario del caso Método 3 vincula a socialistas y populares catalanes

BARCELONA// A medida que van saliendo a la luz nuevas informaciones sobre el caso Método 3, que ha revelado escabrosos detalles del modus operandi oculto de los partidos, se estrecha el vínculo entre el PSC y los populares catalanes. Ayer se levantó el secreto de sumario sobre el origen y las circunstancias de la grabación de la conversación entre la líder del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, y la exnovia de Jordi Pujol Ferrussola, hijo del expresident de la Generalitat, en el restaurante La Camarga de Barcelona.

Los informes policiales señalan al exsecretario de organización de los socialistas catalanes, José Zaragoza, como el hombre que encargó a la agencia de detectives la grabación de la comida, en la cual la expareja de Pujol, Victoria Álvarez, reveló a la líder popular los pormenores de los negocios de la familia Pujol. Mientras, los directivos de la agencia de detectives aseguran que Sánchez-Camacho conocía que iba a ser grabada.

Las dos horas de conversación entre Álvarez y Sánchez-Camacho fueron grabadas por un aparato colocado en el jarro con flores que hacía de centro de mesa. El juez prohibió su difusión, aunque la conversación ha circulado por Internet. Según las pesquisas policiales, el PSC encargó a Método 3 investigar los vínculos de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) con el caso Palau.

El informe del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) cita una reunión, pocos días antes de que se produjera la comida, entre la exdirectora de seguridad de la agencia, Elisenda Villena, y Zaragoza, que siempre ha mantenido que no tiene nada que ver con este asunto. El CNP concluye que Zaragoza encargó personalmente la investigación en la primavera de 2010. El encargo se habría camuflado en otra comanda realizada por el PSC a la agencia para que investigase a la empresa GPO Ingeniería, incluida en el sumario del caso del Palau de la Música, con lo que el trabajo en La Camarga no tenía expediente propio. La estrategia sirvió para “una mayor confidencialidad, ocultando la investigación sobre la grabación de la conversación”, sostiene el informe.

Los principales interrogantes

Desde que el caso salió a la luz han surgido dos grandes interrogantes: quién ordenó la grabación y si Camacho estaba al corriente o fue víctima de espionaje. La líder popular mantiene que Método 3 la incrimina porque si realmente sabía que la estaban grabando no existiría el delito de espionaje por el que ella denunció a la agencia. Sin embargo, los detectives imputados siguen defendiendo que Camacho – o por lo menos su entorno- estaría al corriente de que su conversación con Victoria Álvarez iba a ser grabada.

Villena explicó al juez que el becario de la agencia, Álex Borreguero, acudió el día antes al restaurante presentándose como el asistente personal de Camacho y encargó que se colocase el jarrón de flores con la grabadora en el centro de la mesa, además de pagar por adelantado la comida, porque “ella no quería llevarla encima”. El director de Método 3, Francisco Marco, aseguró en su declaración judicial que “lo más seguro” es que fuera Camacho, que no tiene asistente personal, quien hiciera el encargo. Sin su colaboración, sostuvo, no habrían podido determinar donde se iba a celebrar el encuentro. “Es obvio que alguien que participaba en aquella comida había informado, porque no somos magos”, declaró Marco.

El PSC ha admitido haber trabajado con Método 3 pero ha asegurado que sus encargos se limitaron a servicios a nivel interno, como un barrido para detectar micrófonos en su sede de la calle Nicaragua de Barcelona.