Opinión

El lobby no es el problema

Es legítimo que los intereses particulares intenten influir en la agenda política, pero hacen falta nuevas instituciones democráticas que velen mejor sobre el interés general, opina el autor.

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Comentarios
  1. Excelente artículo, importante ser consciente de la indefensión dentro de la misma democracia, descubrir el camino a seguir es más complicado por la desunión de siempre. Mucha gente, como el comentario anterior, piensa que el camino es salirse del sistema y crear un contrapoder desde fuera.

    En mi opinión nada garantiza que ese poder nuevo sea virginal y no se corrompa con el tiempo, igual que el poder sistémico, por eso, de lo que se trata es de controlar el poder que nos gobierne, de tener la fuerza como para, unidos, poder sujetarlo.

    El camino puede ser la consciencia, primero, por ahí vamos bien (cada vez más gente despierta). Después, la organización, ahí aún fallamos pero estamos en ello. Desde luego que las iniciativas fuera del sistema son muy útiles pero no sustituyen al sistema, queramos o no.

  2. ¿Y quién vela por los intereses «particulares» de los ciudadanos? ¿Los mismos políticos que legislan una vez oidos los lobbies? Haciendo un balance de los últimos 20 años, ¿cuántas leyes han beneficiado al conjunto de los ciudadanos, y cuántas favorecen a determinados intereses y empresas?

  3. Dado que el poder de los diferentes lobbies no es igual, dado que el poder de por ejemplo UNESA es, en estos momentos, mayor que el del movimiento por una nueva cultura energética, debemos espabilar l@s de abajo para ir junt@s y neutralizar el poder del poder.
    Sólo si el 99% nos unimos, quizá podamos forzar al 1% que creen estructuras que garanticen las defensa de los intereses del 99%.

    • Eso eso los de abajo contra los de arriba, el 99% contra el 1%, resetear el sistema, no son antisistema el sistema es antinosotros, regular el sistema, institucionalizarlo, bla bla bla… ¡bah porquerías! eso es solo un lavado de imagen.
      El poder no hay que neutralizarlo ni conquistarlo hay que aislarlo, hay que contrarrestarlo creando otro poder, construyendo otro poder colectivo, otra sociedad, paralela a la actual, sino lo único que conseguimos es arañar migajas que en cuanto quieren nos quitan como está ocurriendo ahora en gran parte del planeta.
      Si somos capaces de crear otro poder paralelo, se les acaba el chollo.
      Eso si que daría miedo al poder, pues su poder reside en hacernos creer que puede reformarse, que puede neutralizarse. Lo único que hacen es crear miedo o terror y gestionarlo. El día que los que gestionan el miedo comiencen a temer que ya no pueden engañarnos ni reprimirnos con cantos de sirena, ese día, será el principio de su fin aunque no se si eso se verá alguna vez, pues lo mismo acabamos con el planeta antes de que eso ocurra y nos vamos todos al carajo.

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