Decenas de miles de inmigrantes africanos protestan en Israel por el trato a los refugiados

Entre gritos como «Sí a la libertad, no a la prisión» o «Somos refugiados, no criminales», miles de inmigrantes africanos se han manifestado este lunes en Israel, en lo que es ya el tercer día de protestas, para pedir un mejor trato por parte del Gobierno, así como derechos laborales. Los migrantes, algunos de los cuales son trabajadores serviles, comenzaron ayer una huelga de 72 horas.

Cerca de 20.000 manifestantes han marchado desde el Parque Levinsky, en el sur de Tel Aviv, hacia las sedes de la embajada estadounidense, la Agencia para los Refugiados de naciones Unidas y otras misiones internacionales, según ha detallado el periódico israelí Haaretz. Además, el alto seguimiento de la huelga ha alterado el funcionamiento habitual de una gran cantidad de negocios, restaurantes, cafés, hoteles y servicios de limpieza.

Las protestas se han desencadenado a raíz de una nueva ley que autoriza detenciones en el complejo Holot, un centro de internamiento donde los inmigrantes irregulares pueden permanecer durante largos periodos. Además de pedir la liberación de los encerrados en este complejo, los organizadores denuncian acoso por parte del Estado a los africanos. La mayoría de estos llegan a Israel desde Eritrea y Sudán pidiendo asilo.

El pasado domingo, tras las primeras protestas masivas, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (UNHCR) emitió un comunicado en el que emplazaba a Israel a considerar alternativas al actual «almacenamiento» de inmigrantes. «Las nuevas leyes y políticas de Israel no cumplen con el espíritu de la Convención para los Refugiados de 1951», se titulaba el texto.