Internacional
El gasto militar mundial aumentó un 9,4% en 2024, el mayor incremento desde la Guerra Fría
La partida destinada a Defensa alcanzó los 2,72 billones de dólares en todo el mundo, con datos del último informe del SIPRI. Es decir, 9,4 veces más que la Ayuda Oficial al Desarrollo. En España, la inyección en el gasto militar español anunciada por Pedro Sánchez supondrá alcanzar el 2,48% del PIB, según el Centre Delàs.
El gasto militar mundial ascendió a 2,72 billones de dólares en 2024. Si habláramos de un Estado, sería la octava economía mundial. Supone, por ejemplo, 14,3 veces el presupuesto de la Unión Europea. O 9,4 veces la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD). Esta cantidad supone un incremento de un 9,4% respecto al año anterior, el mayor aumento desde, al menos, desde la Guerra Fría. Los últimos datos publicados por el Instituto Internacional de Estudios por la Paz de Estocolmo (SIPRI) muestran cómo la espiral belicista se acelera de manera notable.
Este gasto creció en todas las regiones del mundo, destacando el fuerte aumento registrado en Europa y Oriente Medio. Los cinco países con mayores presupuestos militares –Estados Unidos, China, Rusia, Alemania e India– representaron el 60% del total mundial, con un gasto conjunto de 1,6 billones de dólares.
“Más de 100 países en todo el mundo aumentaron su gasto militar en 2024. A medida que los gobiernos priorizan cada vez más la seguridad militar, a menudo en detrimento de otras partidas presupuestarias, las consecuencias económicas y sociales podrían tener un impacto significativo en las sociedades durante los próximos años”, afirmó Xiao Liang, investigadora del Programa de Gasto Militar y Producción de Armamento del SIPRI.
El incremento del belicismo en Europa
Según los datos del SIPRI, el gasto militar en Europa (incluida Rusia) fue el principal responsable del incremento global, con 693.000 millones de dólares, lo que supone un aumento del 17%. Todos los países europeos incrementaron su gasto militar, excepto Malta.
El gasto militar de Rusia se estimó en 149.000 millones de dólares, un 38% más que en 2023 y el doble que en 2015. Esta cantidad representó el 7,1% del PIB ruso y el 19% del gasto público total del país. Por su parte, en Ucrania creció un 2,9%, hasta los 64.700 millones de dólares. Ello supuso el 34% del PIB de este país, que soportó la mayor carga militar del mundo el año pasado.
Varios estados de Europa Central y Occidental experimentaron aumentos sin precedentes en su gasto militar durante 2024, al poner en marcha nuevos compromisos presupuestarios y grandes planes de adquisición. La partida militar de Alemania creció un 28%, hasta los 88.500 millones de dólares, lo que lo convirtió en el país con mayor gasto de Europa Central y Occidental, y en el cuarto del mundo.
El gasto militar de los países de la OTAN ascendió a 1,5 billones de dólares
En el informe del SIPRI se puede comprobar que todos los países miembros de la OTAN aumentaron su gasto militar en 2024. El gasto total de los miembros de la Alianza ascendió a 1,5 billones de dólares, lo que representa el 55% del gasto militar mundial. De los 32 países miembros, 18 destinaron al menos el 2% de su PIB a sus fuerzas armadas, según la metodología del SIPRI. Es una cifra que ha aumentado respecto a los 11 países en 2023 y que constituye el número más elevado desde que la OTAN adoptó esta recomendación en 2014.
El gasto militar de Estados Unidos aumentó un 5,7%, sumando 997.000 millones de dólares. Esta cifra representa el 66% del gasto total de la OTAN y el 37% del gasto militar mundial en 2024.
“Una parte significativa del presupuesto estadounidense se destinó a la modernización de sus capacidades militares y de su arsenal nuclear, con el objetivo de mantener una ventaja estratégica sobre Rusia y China”, explican en el informe.
Los miembros europeos de la OTAN gastaron en conjunto 454.000 millones de dólares, lo que representa el 30% del total de la Alianza.
“El rápido incremento del gasto entre los miembros europeos de la OTAN se debió principalmente a la amenaza persistente de Rusia y a la preocupación por un posible retraimiento de Estados Unidos dentro de la Alianza”, señaló Jade Guiberteau Ricard, investigadora del Programa de Gasto Militar y Producción de Armamento del SIPRI. “Cabe señalar que incrementar el gasto no se traduce necesariamente en una capacidad militar significativamente mayor ni en una mayor autonomía respecto a Estados Unidos. Se trata de objetivos mucho más complejos”, añadió.
El gasto militar español superará el 2% del PIB
Recientemente, el presidente de España, Pedro Sánchez, anunció una inyección de 10.471 millones de euros en el gasto en Defensa para alcanzar el 2% del PIB en 2025, con un gasto militar total de 33.123 millones de euros.
En uno de los últimos informes del Centre Delàs explican que este gasto militar “incorpora esta vez partidas militares (sin aclarar cuáles) repartidas entre otros ministerios”, como desde la propia organización reclaman desde hace años. Aun así, agregan, “este nuevo cálculo sigue dejando fuera partidas de carácter militar que, de incluirse, lanzan el gasto militar real de 2025 hasta los 40.457 millones de euros, casi el 2,5% del PIB”.
Para Pere Ortega, investigador del Centre Delàs, “un gasto militar de esta magnitud no solo supone dejar de invertir durante este ejercicio en otros sectores prioritarios, como la salud, la educación o la vivienda, sino que también es de esperar que suponga recortes en otros ministerios”.
«Delirio militarista»
El proyecto de rearme español se enmarca dentro del llamado Plan Industrial y Tecnológico para la Segundad y la Defensa. Desde Delàs llaman la atención sobre “la cantidad de eufemismos y lugares comunes de la cultura de defensa que se utilizan en este documento, comenzando por el propio título del plan”. “Bajo conceptos más amables como ‘Instrumentos de defensa y disuasión’ o ‘Condiciones laborales, preparación y equipamiento’ se incluyen asignaciones muy cuantiosas a programas de armamento”, indican los investigadores de Delàs y coautores del informe, Pere Ortega y Quique Sánchez.
Estos resaltan como especialmente alarmante el caso del POD designador láser para aviones de combate, incluido en una abultada partida de ‘Modernización y mejora de capacidades de entrenamiento’, que, además, es producido por la empresa israelí Rafael”.
El Gobierno español, enfatiza Quique Sánchez, “tenía la posibilidad de sumarse al delirio militarista y plegarse antes las exigencias de Estados Unidos o marcar perfil propio y defender un modelo alternativo de políticas de paz y seguridad no belicistas”.
Los gobiernos de España, sirvientes del capital, tanto PP como PSOE, siempre han sido generosos con la tropa y con la iglesia, dos fundamentales pilares que lo sostienen.
No deberíamos despreocuparnos con esta taimada iglesia. Como todo quedó bien atado aún sigue recibiendo el agradecimiento de sus servicios al francofascismo.
En la última campaña de la renta, la Iglesia recibió cerca de 360 millones de euros. Este privilegio que disfruta la Iglesia Católica española al recibir, de manera directa, una cantidad de lo recaudado en impuestos por la Agencia Tributaria es así porque, desde hace años, la declaración incluye una casilla por la que los contribuyentes pueden decidir destinar una parte de sus impuestos a esta corporación religiosa y que se deriva del acuerdo alcanzando en 1979 entre el Estado español y la Santa Sede.
Es una casilla insolidaria, pues detrae dinero público que podría invertirse en sanidad, en educación y en prestaciones sociales para toda la ciudadanía y, sin embargo, se le entrega a una corporación privada que hace un uso privativo de los millones de euros que recibe
Cerca del 75% de esta cantidad millonaria que recibe la Iglesia cada año por este concepto los destina a salarios y seguridad social de sacerdotes y obispos
Para captar contribuyentes que marquen la X a su favor, la Iglesia Católica utiliza una publicidad totalmente engañosa, basada en hacer creer que lo recaudado se destina a labor social, cuando en la última campaña no destinó ni un solo euro a caridad.
Quien marca la X de la Iglesia contribuye menos al erario público, aporta menos al presupuesto para sanidad, educación, infraestructuras, etc. Marcar la casilla de la Iglesia no suma, resta.
Solo el 30% de los contribuyentes marca la X de la Iglesia, pero los 360 millones de euros los pagamos todos y todas, pues esta cantidad se detrae de la hucha común de los contribuyentes, de los Presupuestos Generales del Estado.
A día de hoy, solo el 18,5% de la población española se considera católica practicante, según distintos sondeos.
Pese a que la Iglesia Católica se comprometió en 1979 a la autofinanciación, después de 45 años sigue subvencionada por el Estado con cantidades mil millonarias de euros y no abona los impuestos que sí paga cualquier ciudadano (IBI, patrimonio, sucesiones, etc.), ni declara beneficios de sus actividades económicas ni de los rendimientos de sus productos financieros.
Por todo ello, exigimos la retirada de las dos casillas de la declaración de renta, la de la Iglesia católica pero también la de Fines sociales, por la que también se detraen impuestos del erario público y gran cantidad de los millones desviados van a parar a organizaciones pertenecientes a esta corporación religiosa.
En todo caso, se recomienda a los contribuyentes que mientras sigan existiendo estas dos casillas en la declaración, no se marque ninguna, para que así, la totalidad de los impuestos se puedan dedicar a cubrir solidariamente las necesidades del conjunto de la ciudadanía.
Saludos laicos