Confesiones sobre ‘El malvado Ibex’: “Aquí no se coloca un bolardo sin que alguien cobre”

Para muchos este evento pasó desapercibido. El veterano periodista José García Abad presentaba este lunes su décimo libro, El malvado Ibex (Ediciones El Siglo), en una bonita librería del centro de Madrid. El acto, a priori una presentación de toda la vida para escuchar anécdotas y reflexiones del autor acerca de su nueva obra, habría hecho las delicias de cualquier joven estudiante de periodismo: en él se congregaron y discutieron en un ambiente cercano e informal algunos nombres destacados de la longeva agenda periodística de José García Abad, desde altos representantes del mundo empresarial, como Javier Vega de Seoane, hasta políticos de primera línea y figuras de renombre del periodismo español, como el exministro socialista Jordi Sevilla o el periodista Miguel Ángel Aguilar. No todos los días se reúne un grupo de ideas y posiciones tan variadas para discutir acerca del poder político de las mayores empresas españolas.

«Mi idea inicial era ver si existe de verdad ese tenebroso poder en la sombra o si es un tigre de papel, como decía Mao Zedong», explica García Abad. El malvado Ibex recorre a través de 248 páginas los resquicios más oscuros del juego de influencias entre el poder político y los grandes magnates de España, haciendo especial hincapié en tres sectores: la banca, las eléctricas y las constructoras.

Gracias a sus años de experiencia como periodista económico, el autor y presidente del Grupo Nuevo Lunes –editor del semanario El Nuevo Lunes y El Siglo– tuvo la oportunidad de hablar en privado y sin tapujos con más de treinta pesos pesados del mundo empresarial español, en concreto con distintos miembros del Consejo Empresarial de la Competitividad (CEC), en el que se reunían religiosamente y hasta hace poco los 15 empresarios más poderosos del país, incluidos el difunto Emilio Botín (Banco Santander), Isidro Fainé (Gas Natural Fenosa y expresidente de La Caixa) y César Alierta (expresidente de Telefónica). «En este país no se coloca un bolardo entre Irún y Tarifa sin que alguien cobre», llegó a confesar uno de los empresarios citados en el libro.

El CEC fue hasta hace poco «la tercera Cámara, la Cámara de la Plutocracia», en palabras de García Abad, capaz de quitarle protagonismo a la propia patronal, explica el autor, en la que estos «quince machos alfa» coordinaban sus posiciones en defensa de sus intereses personales. El veterano periodista cree que el CEC se disolverá antes de febrero o marzo de 2017 debido al fallecimiento de algunos de sus impulsores y al cambio de actitud de sus sucesores, como Ana Botín (Banco Santander) o José María Álvarez-Pallete (Telefónica).

«He podido comprobar que el CEC no era un lobby normal, que defendía sus intereses, sino un monstruo en el que están juntos banqueros e industriales, personas con intereses tan contradictorios que buscan influir políticamente». Detalles como el que CEC se denomine «consejo» y no «círculo» indican que el ente buscaba mostrar el camino al Gobierno, según deduce García Abad, una realidad que varios de sus miembros le confesaron con la condición de preservar el anonimato. «Son tan poderosos como vulnerables», sostiene el autor.

La presentación del libro estuvo moderada por Inmaculada Sánchez, directora de El Siglo, y contó con una introducción a modo de disertación por parte del exministro socialista Jordi Sevilla, quien defendió que «hay que regular el conflicto, no impedirlo», en referencia a las puertas giratorias y las relaciones entre los poderes político y empresarial. «No teníamos una puta multinacional, como decía Felipe González, y ahora sí», defendió Sevilla.

El también exdiputado socialista y amigo de García Abad se mostró optimista asegurando que «las grandes decisiones que se han tomado en España no estuvieron determinadas por los intereses espurios de grandes empresas», ante lo que el autor y varios periodistas, abogados y representantes del mundo de la educación allí presentes se mostraron en contra. «Estoy muy lejos de la visión optimista de mi amigo Jordi», respondió García Abad.

Javier Vega de Seoane, presidente del Círculo de Empresarios, Pablo Malumbres, director de comunicación de Bolsas y Mercados, el operador de los parquets españoles, y otros representantes del mundo empresarial acudieron a la presentación. También estuvieron presentes algunas figuras relevantes del mundo del Derecho, como el abogado José Mariano Benítez de Lugo, que forma parte de la acusación en el juicio contra la trama Gürtel.

Vega de Seoane aseguró que “los intereses de los empresarios y de España están alineados”, denunció la “endogamia de la clase política” y llamó a la movilización de la sociedad civil en defensa de lo común, a lo que el periodista Miguel Ángel Aguilar le respondió que esa endogamia también afecta al entorno empresarial y puso el acento sobre “cómo se ha transformado la deuda de los medios de comunicación en accionariado, hiriendo su neutralidad”.

Abad asegura a La Marea que no ha recibido presiones tras la publicación de El malvado Ibex, pero advierte que «la falta de transparencia» sigue poniendo en riesgo a la democracia española. «El CEC, el lobby de todos los lobbies, fue un intento peligroso que afortunadamente abortó». El  periodista cree que la nueva generación de empresarios está cambiando la dinámica y cita el ejemplo de Telefónica. «Alierta daba ocupación a gente de distintos partidos, pero el nuevo presidente, Pallete, dice que va a despolitizar la empresa, aunque otros siguen con el mismo sistema de monarquía absoluta».