Otro día de aplausos vacíos en Marrakech para evitar la catástrofe

MARRAKECH// La Cumbre de Marrakech, llamada a ser la “cumbre de la acción”, puso fin a otra jornada ayer sin avances ni novedades significativas. John Kerry llegó a la cita para representar al segundo país más contaminante del mundo un día después de la foto oficial, mientras que la nueva ministra española de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, se estrenó con un discurso con párrafos copiados al que pronunció el presidente Mariano Rajoy el día anterior y en el que abundaron los elogios al Gobierno español por su “compromiso total” en la lucha contra el cambio climático. El optimismo de Tejerina choca con los datos divulgados el mismo día por el Instituto Nacional de Estadística: en lugar de reducir sus emisiones, España arrojó un 0,2% más de gases efecto invernadero en 2014 respecto al año anterior. El dato provisional apunta a que en 2015 el incremento fue del 3,5%.

La ministra de Medio Ambiente renovó cartera en la arena internacional anunciando que el Gobierno impulsará una ley de cambio climático y aumentará a 900 millones la aportación de España a fondos internacionales para librar esta lucha hasta 2020. Organizaciones como Ecologistas en Acción y Amigos de la Tierra denuncian la incoherencia del ejecutivo por su falta de compromiso y los impedimentos a sectores como el de las energías renovables, determinantes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Un día más Donald Trump se llevó gran parte de la atención en Marrakech. Ante la inminente llegada de un presidente negacionista a la Casa Blanca, el secretario de Estado John Kerry trató de calmar ánimos asegurando que el compromiso de Estados Unidos frente al cambio climático es difícilmente reversible, aunque sin aludir directamente al magnate. Según Kerry, las fuerzas del mercado asegurarán la transición hacia un mundo con bajas emisiones de carbono.

Otro hecho relevante del día también lo protagonizó John Kerry al aceptar en nombre de Estados Unidos la exclusión de lobbistas de la industria de los combustibles fósiles de las negociaciones para combatir el calentamiento global. Lo que no tuvo tanta repercusión fue la propuesta de la delegación de Ecuador para diseñar una política sobre conflictos de interés en el marco de estas negociaciones y la oposición de pesos pesados como la Unión Europea y Estados Unidos. Ecologistas en Acción señala que la Cumbre de Marrakech parece “una feria empresarial de lavado verde”, en alusión a la alta presencia en el recinto de multinacionales polémicas por el impacto de sus actividades sobre el medio ambiente y que además tienen una facturación anual superior al PIB de países como Uruguay o Bulgaria. “Hay demasiado en juego como para seguir permitiendo que los mayores contaminadores del mundo y sus agentes  entorpezcan este proceso”, respondió la delegación ecuatoriana en un comunicado. La COP22 finaliza este fin de semana.

Mientras tanto, a pocos kilómetros del desfile de coches de alta gama del recinto oficial, en un espacio autogestionado dentro de la universidad Cadi Ayyad de Marrakech, un centenar de activistas y ecologistas celebraban el penúltimo día de la “contra cumbre” organizada por la Coalición Marroquí por la Justicia Climática con la ayuda de organizaciones y voluntarios en su mayoría de países del Mediterráneo, aunque también de Ecuador, Perú y Bolivia. La responsabilidad del norte industrializado hacia a los países del sur en materia climática –gestión del Fondo Verde, “políticas de adaptación”-, la crisis de los refugiados climáticos y la voz de las mujeres en esta batalla global.

La Marea participa en la delegación de periodistas que ha podido asistir a la COP22 de Marrakech gracias a la ayuda de Ecologistas en Acción para sufragar gastos de desplazamiento y estancia.