Las presiones al PSOE para formar gobierno comienzan a fracturar el partido

MADRID// Patxi López, secretario de Acción Política del PSOE, denunció la semana pasada en la Cadena Ser las presiones a las que se estaba viendo sometido su partido para abstenerse y favorecer así un gobierno del Partido Popular. López denunció las presiones mediáticas y del IBEX35 que se estaban ejerciendo contra el PSOE, cuando en la pasada legislatura no lo hicieron contra el PP para que esta formación favoreciese un ejecutivo de Pedro Sánchez, quien había llegado a un acuerdo con Albert Rivera.

Dichas accciones culminaron en el plano mediático con un durísimo editorial de El País contra el líder del PSOE. El que fuera periódico de cabecera de los socialistas fue inmesircorde con la actitud de Sánchez al negarse a abstenerse para que Mariano Rajoy forme gobierno sin plantear una vía alternativa que desbloquee la situación institucional. El diario de Cebrián le acusó de un tacticismo calculado que tenía como motivación ocultar su ineptitud: “Sánchez practica un juego de verdades a medias o de simples falsedades para esconder su fracaso electoral en dos ocasiones consecutivas y su manifiesta incapacidad para afrontar este crítico momento”. El editorial de El País, además, acusó a Pedro Sánchez de llevar al PSOE a la irrelevancia política con el único objetivo de mantener su sillón como secretario general del partido a salvo.

Las voces externas que han puesto el foco en el PSOE como único responsable de la parálisis política e institucional que vivimos han tenido su apoyo en barones y miembros ilustres del partido socialista que han pedido al partido que se abstenga, incluso a cambio de nada, para que Rajoy consiga los apoyos necesarios para que arranque la legislatura. Felipe González ha sido la voz martilleante que ha acompasado la de otros miembros, como José Bono, que se han unido al coro para presionar a Pedro Sánchez y doblegar la voluntad del líder, que fue sustentada por la mayoría del comité federal.

También barones como Guillermo Fernández Vara, que forman parte de la directiva que votó el no consensuado a Rajoy, presionan desde dentro y utilizan los medios como altavoz para insinuar una abstención técnica sin atreverse a convocar otro comité en el que modifiquen la postura del partido. Pero no sólo ellos, José Luis Rodriguez Zapatero ha apuntado en la misma dirección. Una voz autorizada y con mucho peso en la actual dirección del partido.

Las presiones exógenas y endógenas han empezado a agrietar la hasta ahora inapelable posición de la dirección del partido en lo que respecta al no a Rajoy. Manuel de la Rocha, secretario de Económica del PSOE, declaró en una entrevista en la Cadena Cope que su partido estaba abierto a reexaminar su posición si cambian las circunstancias que se dan en estos momentos. La fuga abierta por De la Rocha fue rápidamente achicada por varios miembros del PSOE para negar que esa posición estuviera sobre la mesa. Meritxell Batet, secretaria de Estudios y Programas del PSOE, ha tenido que salir a cerrar la vía, la posición del PSOE es unánime en que “no hay que apoyar ni por activa ni por pasiva un gobierno del PP”.