La policía desaloja sin incidentes a los indignados franceses

La policía ha desalojado esta mañana de la plaza de la República de París a los miembros del movimiento Nuit Debout (Noche en pie) que, desde hace 11 noches, ocupaban este simbólico lugar de la capital de Francia en señal de protesta por las políticas del gobierno socialista de François Hollande. Durante el desalojo no ha habido incidentes, como sí ocurrió la noche del sábado en la calle Keller, cuando los agentes utilizaron gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes violentos que se congregaron ante la vivienda del primer ministro francés, Manuel Valls. El fin de semana se saldó con 26 detenidos en todo el país y violentas cargas policiales contra algunos grupos de manifestantes.

Dos semanas después de su nacimiento, los indignados franceses crecen en número y se multiplican por el país. Las asambleas ciudadanas ya se han extendido a otras 36 ciudades de Francia, sin contar las que han surgido en España, Bélgica, Alemania y, a última hora del pasado viernes, Portugal.

El detonante del movimiento fue la reforma laboral impulsada por el Ejecutivo francés, pero este no es el único motivo de protesta. Nuit Debout denuncia las dificultades para acceder a una vivienda, la desigualdad, el pulso de los agricultores contra la globalización o el abandono institucional que sufren las personas refugiadas, entre otros temas.

El Gobierno trata de desactivar el movimiento de protesta y ya ha comenzado a mover ficha. Por un lado, ha admitido algunas de las 1.000 enmiendas presentadas en la Asamblea Nacional contra su proyecto de reforma laboral. Además, Manuel Valls ya ha anunciado que recibirá a los representantes de los estudiantes. Distintos medios también han avanzado que esta semana el Ejecutivo puede hacer algún gesto hacia los jóvenes, como la creación de un subsidio para los menores de 25 años en busca de trabajo.