Internacional
Irán estudia someter al permiso de un varón los viajes de las mujeres
Un proyecto de ley recoge que las solteras menores de 40 años tengan que contar con la autorización de un "tutor" para obtener el pasaporte // Las mujeres casadas precisan ya del permiso de su marido
MADRID // La comisión de seguridad nacional y política extranjera iraní ha adoptado recientemente un proyecto de ley que, de acabar promulgándose en el Parlamento, privará a las mujeres solteras menores de 40 años de uno de los pocos espacios de libertad de los que aún disfrutan: la posibilidad de viajar al extranjero sin contar con el permiso de un hombre.
Este proyecto, del que ha informado la web en persa de la televisión pública alemana Deutsche Welle, aboga por reinstaurar la prohibición de que estas mujeres obtengan el pasaporte sin permiso de un “tutor” o de un “jurista musulmán”.
Hasta ahora las iraníes célibes mayores de edad podían solicitar el documento sin la autorización de un varón. Una posibilidad de la que ya no disfrutan las mujeres casadas, que no pueden abandonar el país sin un permiso por escrito de su cónyuge, independientemente de su edad.
La figura del “tutor” aparece en el Derecho de familia de todos los países musulmanes y es una de las formas en las que se plasma la desigualdad entre los sexos. En la mayor parte de estos Estados, la mujer precisa del visto bueno de su tutor para no pocos actos legales como, por ejemplo, contraer matrimonio. Ese papel lo suele desempeñar el padre y, en su defecto, un hermano o uno de los tíos. Si la mujer no tiene parientes varones, son los tribunales quienes designan al tutor.
El portavoz de la comisión, Hossein Naghavi-Hosseini, ha justificado este proyecto, que asesta un duro golpe a la lucha de las iraníes por lograr la igualdad, con el argumento de que el fin de la nueva ley es “proteger el bienestar de las mujeres”. Un punto de vista que no comparten las asociaciones femeninas, que llevan meses denunciando el retroceso de derechos que atribuyen a una “política deliberada” de las autoridades iraníes.
Vetadas en 80 carreras
El nuevo curso académico en Irán empezó este año sin mujeres en los bancos de muchas facultades. Más de 30 universidades iraníes empezaron a aplicar la norma que veta la presencia de féminas en casi 80 carreras, que van desde la ingeniería a la física nuclear, pasando por la literatura inglesa, los negocios y la arqueología.
El Gobierno que preside Mahmud Ahmadineyad ni siquiera se molestó en justificarse ni dio ninguna razón para este veto que, para activistas como la abogada y premio Nobel Shirin Ebadi, obedece al intento de las autoridades de expulsar a las jóvenes del sistema educativo.
“El gobierno iraní está usando diversas iniciativas… para restringir el acceso de las mujeres a la educación, para que dejen de ser activas en la sociedad y para que vuelvan al hogar”, declaró Ebadi a la cadena pública británica BBC.
Irán fue uno de los primeros países en Oriente Medio en permitir que las mujeres estudiaran en la universidad y, desde la Revolución islámica en 1979, el número de estudiantes femeninas en la educación superior no ha dejado de aumentar. En 2001, las mujeres superaron a los hombres por primera vez en el conjunto de los ciclos educativos y ahora representan más del 60% de los alumnos en las aulas iraníes.
Las leyes que discriminan a las mujeres van muy por detrás de la realidad del país. En Irán hay ingenieras, científicas y médicas, algo que ahora podría cambiar si las autoridades prosiguen con su giro reaccionario en cuanto a las normas legales que afectan a la condición femenina.
Las iraníes se destacaron también en las protestas de 2009, cuando desempeñaron un papel muy destacado en las demandas de democracia. Saeed Mojdfar, un exprofesor de Sociología citado por BBC, atribuye a este hecho los intentos de confinar de nuevo a las mujeres a la esfera doméstica: “Los políticos tradicionales ahora ven a las mujeres educadas y poderosas como una amenaza”, explica. Las imágenes de jóvenes educadas y conscientes en primera línea de las manifestaciones está, de acuerdo con este análisis, en el origen de estas medidas que ahondan la discriminación.
No sorprende este tipo de leyes en estos países llamados musulmanes, es claro que sólo quieren sirvientas, poner a las mujeres los mas quietecillas posible, lo anhelan. Qué paradójico puede ser un país que se jacta de moderno y de avanzado científicamente y al mismo tiempo tener este tipo de leyes arcaicas y ridículas, escuchar esto es de vergüenza, tanto miedo tendrán a sus mujeres?