Apuestas y olvidos en los programas sanitarios para las elecciones andaluzas

Los programas de los partidos que se presentan este domingo a las elecciones andaluzas abordan el sistema sanitario desde dos ópticas: la izquierda se centra en la universalidad de la atención, mientras que la derecha se centra en la sostenibilidad del sistema sanitario y los nuevos sistemas de gestión, que incluyen la externalización de servicios a empresas privadas.

El PSOE hace bandera de la Sanidad universal y apuesta por preservarla de “los que quieren hacer negocio con la salud”. Para ello, muestra su predisposición a no aplicar el decreto de exclusión sanitaria y el copago farmacéutico hospitalario, dos medidas que se derivan del Real Decreto 16/2012.

Sin embargo, el programa de Susana Díaz no rechaza la privatización de forma explícita ni los conciertos con centros privados. Algo que sí hacen tanto Izquierda Unida como Podemos. La coalición que encabeza Antonio Maillo es la más clara en rechazar las privatizaciones y pide derogar las leyes que abren la puerta a esos procesos. Asimismo, apuesta por la supresión progresiva de los conciertos con el sector privado, el cese de las externalizaciones y la absorción de las subcontratas por el sistema público. También pide la exclusividad de los profesionales sanitarios con la Sanidad pública.

Por su parte, la formación de Teresa Rodríguez promete una auditoría del gasto público en conciertos, concesiones y externalizaciones. Podemos también apunta a una gestión pública y a que desde la Junta de Andalucía se evalúe la privatización de servicios no clínicos: cafeterías, limpieza, etc.

En el programa de PP y Ciudadanos, por el contrario, las privatizaciones se ocultan o se defienden de manera apasionada. El partido de José Manuel Moreno es el que menos se esconde y dice explícitamente que se mantendrán los conciertos con la empresa privada.

Entre las promesas electorales con más peso del programa del PP está la derogación de la subasta de medicamentos “porque atenta contra la equidad”, la jubilación hasta los 70 años o el respeto a la objeción de conciencia, incluyendo a las farmacias.

En lo que respecta a la privatización, desde Ciudadanos son mucho más ambiguos. Su programa se limita a hablar de “tomar medidas para garantizar sus prestaciones y gratuidad”. En cambio, nada dice de los conciertos o la privatización, más allá de una “racionalización del gasto adelgazando el peso de la administración”. Lo que sí rechaza es tanto el copago como la subasta farmacéutica.