Felipe VI exige “cortar de raíz” la corrupción, pero elude citar a la infanta

En su discurso de Nochebuena, el rey Felipe VI se ha limitado a señalar la corrupción como uno de los principales problemas de España. Ha sido el primero de los tres grandes temas que ha abordado, junto a la situación económica y el reto soberanista de Cataluña. Sin embargo, no ha dedicado una sola palabra al gran dolor de cabeza de la Familia Real: la imputación de su hermana, la infanta Cristina, como cooperadora del fraude de su marido, 48 horas antes del speech.

«Hay que cortar de raíz y sin contemplaciones la corrupción», ha exigido el monarca, en alusión a quienes, valiéndose de su «cargo publico», se han apropiado de dinero público o lo han utilizado para su beneficio personal en los últimos años. Esto ha provocado «con toda razón, indignación y desencanto», ha opinado, antes de reivindicar que España necesita «una profunda regeneración» de la vida colectiva. «Y en esa tarea, la lucha contra la corrupción es un objetivo irrenunciable», ha enfatizado Felipe VI.

En relación a la situación económica y la tasa de paro, el rey no ha opinado sobre las medidas impulsadas por el Gobierno. «Los índices de desempleo son todavía inaceptables y frustran las expectativas de nuestros jóvenes y de muchos más hombres y mujeres que llevan tiempo en el paro», ha opinado, antes de señalar que «las principales magnitudes macroeconómicas están mejorando». Estos datos, ha añadido el monarca, «son una base nueva para la esperanza de que, en el futuro, puedan generarse de forma sostenible muchos más empleos y, especialmente, empleos de calidad». Sobre la desigualdad, ha reconocido que la economía todavía «no ha sido capaz» de resolver el problema.

En la parte dedicada al reto soberanista de Cataluña, Felipe VI no ha hecho un llamamiento al diálogo entre los gobiernos central y catalán. El rey ha derivado su discurso a aspectos emotivos al señalar que «llevamos a Cataluña en el corazón. No se trata sólo de economía o de intereses sino también y sobre todo, de sentimientos».

La «corrupción» en los últimos discursos de Casa Real

En 2011, el otro discurso navideño que estuvo marcado por la corrupción, el entonces rey Juan Carlos I tampoco citó al entonces protagonista Iñaki Urdangarin y se limitó a pronunciar la frase “La justicia es igual para todos”. Entonces, Casa Real no esperaba que el proceso fuese a arrastrar también a la hija del rey.

Por su parte, Felipe VI se ha enfrentado ya a tres grandes discursos como monarca, desde su proclamación como rey, el 19 de junio. Entonces, las referencias a la corrupción se ciñeron a reivindicar la “honestidad” y la “ejemplaridad” frente a la población. En el segundo pronunciamiento, en la gala de entrega de los Premios Príncipe de Asturias, volvió a bordear la corrupción sin pronunciar la palabra: en la sociedad española no abundaban “las referencias morales a las que admirar y respetar”, reflexionó. En el mes de octubre se había batido el récord del año de cargos públicos detenidos por corrupción en un sólo mes, con la Operación Púnica como máximo exponente.

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