‘Me sumo y no consumo’, apagón “contra la subida abusiva de la luz”

MADRID// Contra la «subida abusiva de la luz«, apagón eléctrico. El objetivo es que durante una hora (desde las 21:00 a las 22:00 horas), los contadores de las grandes empresas eléctricas dejen de correr. Mañana tendrá lugar un nuevo apagón eléctrico convocado por la Plataforma ‘Me sumo y no consumo’ para «protestar por la subida abusiva de la luz en toda España». Según Ecooo, empresa sin ánimo de lucro que se ha sumado a la convocatoria, «la iniciativa pretende que, durante una hora, se bajen los plomos y se produzca una caída de la demanda eléctrica para mostrar una manera efectiva el descontento ciudadanos ante las nuevas medidas».

Los organizadores, como se puede leer en su página de Facebook, proponen que «aprovechando el buen tiempo, salgamos a dar un paseo mientras y tanto bajemos todos los interruptores de casa durante media hora o una hora para que asi no corra ni la luz fantasma en protesta. Esto le generará unas perdidas bestiales… Vamos a hacerlo todos a una por una vez. Ya está bien de que seamos tan huevones y sigamos sentados y callados».

Esta acción ciudadana se enmarca en un contexto de continuas subidas en la factura de la luz. La última, la que firmó el ministro de Industria, José Manuel Soria, en julio, encarecerá la factura un 3,2% de media. El argumento esgrimido por el mismo Soria fue que si no aumentan los precios, España podría afrontar una “quiebra del sistema” eléctrico. Además, el 15 de agosto el ministro aseguró que el Gobierno no intervendrá en el futuro para frenar posibles subidas bruscas de los precios de la electricidad.

Este nuevo incremento (el pasado año la luz subió tres veces, dos por decisión del gobierno y una por vía indirecta a través del incremento del IVA) acentúa aun más una tendencia que ha hecho que, sólo entre 2003 y 2011, la factura de la electricidad que pagan los consumidores se encareciera un 63%.

¿Déficit de tarifa?

Con la reciente estrenada reforma energética en marcha, el objetivo principal que se ha marcado el Gobierno de Mariano Rajoy es acabar con el llamado déficit de tarifa, paraguas bajo el que se esconden las políticas energéticas de Ejecutivo que asociaciones como la Plataforma por un Nuevo Modelo energético consideran que responden al interés del ministerio por «beneficiar y satisfacer los intereses de las grandes corporaciones eléctricas en detrimento de la soberania ciudadana energética». Este concepto -la diferencia entre los ingresos y los costes del sistema eléctrico- las mismas empresas eléctricas y el Gobierno lo han estimado en un acumulado de 26.000 millones de euros que pesan sobre las espaldas de los consumidores.

Pero en la factura de la luz que los españoles pagan religiosamente, casi la mitad del total va destinado al pago del consumo eléctrico. Diversos conceptos  que van desde la moratoria a las centrales nucleares, las primas al régimen especial, impuestos, los costes extrapeninsulares o el costeo del órgano regulador del sistema, la Comisión Nacional de la Energía (CNE) completan el total de la misma.

Acusación de opacidad

El sistema energético español, uno de los más caros de Europa, ha sido acusado en numerosas ocasiones de opacidad. El sistema de subasta por el que se decide el precio de la electricidad está en el punto de mira de muchas plataformas y organizaciones ciudadanas, además de algún partido político, que han acusado a las grandes empresas eléctricas de «calentar» y pactar los precios.

Olga Ruiz, de la asociación Facua-Consumidores en Acción, publicaba ayer en un artículo: «Tenemos un sector energético opaco, con una caótica, dispersa y confusa regulación que genera inseguridad jurídica, desequilibrio y desprotección en el consumidor doméstico, y que ha sido impulsada por gobiernos que aceleraron la liberalización y forzaron una competencia irreal, todo ello en claro perjuicio para el consumidor final que no ha visto ninguna de las ventajas prometidas.

Por su parte, la empresa sin ánimo de lucro Ecooo, que se ha sumado a la convocatoria del apagón, ha denunciado que «uno de los puntos introducidos en la última reforma energética es la subida del término de potencia que, en la práctica, se traduce como una subida fija de la luz independientemente de los kWh que consuma una vivienda. Es una subida devastadora y discriminatoria ya que, en lugar de potenciar el ahorro y la eficiencia, obliga a toda la ciudadanía a pagar más».