Un referente moral, intelectual y literario

Se ha ido José Luis Sampedro, sin hacer ruido, en silencio, con dignidad. Su fallecimiento ha sido su último gesto vital. Tal y como él mismo quería, su muerte ha sido parte de su vida, una vida plena dedicada al compromiso, a la solidaridad con los más débiles y los más desfavorecidos.

Consagró su existencia y su obra a luchar contra los fuertes y a enseñar a pelear contra los que explotan. Hombre polifacético, se decantó por la economía para intentar explicar el mundo y denunciar las injusticias. Criticó duramente al capitalismo hasta el final, sin estridencias ni concesiones, y animó a las nuevas generaciones a indignarse y a rebelarse contra un sistema que no cuenta con ellos más que para exprimirlos y aprovecharse de sus circunstancias.

José Luis hizo del compromiso ético y político uno de los ejes de su vida. En unos tiempos tan convulsos como los que nos toca vivir, con una crisis económica, política y de las instituciones que muchos creían inamovibles que aumenta la desigualdad, la pobreza y cuestionan el sistema hasta sus raíces más profundas, intelectuales como él son un salvavidas, un referente cada vez más escaso a los que agarrarse en medio de esta tormenta. Se mantuvo juicioso, sereno y con una lucidez mental envidiable hasta el final. Sus reflexiones seguirán siendo una tabla a la que poder asirnos en este mar de incertidumbre por el que navegamos.

Poco más se puede argumentar de su faceta como escritor y literato que no hayan analizado ya en las últimas horas seguidores y detractores que, sin embargo, se han unido en un último reconocimiento. Nos lega algunas obras que, aún siendo ya un referente, seguirán creciendo más si cabe con el paso del tiempo.

Ante su muerte, solamente nos queda agradecerle que a su paso por este mundo nos dejara un campo sembrado de ideas e ideales, de esperanza en el futuro, pero también de dignidad, de inconformismo y de rebeldía. Gracias, José Luis.

[Cayo Lara es coordinador federal de IU]