lamarea.com
  • La Marea
  • Kiosco
  • Climática
DONA SUSCRÍBETE
SUSCRÍBETE
Iniciar sesión
  • Internacional
  • Cultura
  • Política
  • Sociedad
  • Opinión
  • Medio ambiente
  • Economía
  • Revista
  • Internacional
  • Cultura
  • Política
  • Sociedad
  • Opinión
  • Medio ambiente
  • Economía
  • Revista
ANTERIOR

La historia argentina de Lucía Lijtmaer

SIGUIENTE
SUSCRÍBETE DESDE 17€. Además, si verificas que eres humano con el código HUMANA, te llevas un 10% de descuento en tu suscripción a la revista

#UnaMareaDeLibros | Cultura

La historia argentina de Lucía Lijtmaer

'Casi nada que ponerte', el último libro de Lucía Lijtmaer, es una narración plural y colectiva sobre su familia y la de todo un país.

Detalle de la portada de 'Casi nada que ponerte' (Anagrama, 2023).
Anna María Iglesia
07 julio 2023 Una lectura de 5 minutos
Telegram Linkedin Url

La lectura desordenada tiene sus ventajas. Leer el primer trabajo de un autor cuya obra posterior ya se conoce resulta un ejercicio interesante porque ofrece una nueva perspectiva sobre aquello que ya se ha leído a la vez que influye en la recepción que se hace de esa primera obra, que ya no es leída aisladamente, sino que irremediablemente es puesta en diálogo con todo aquello que vino después. Esto es lo que sucede con Casi nada que ponerte, el primer trabajo narrativo de Lucía Lijtmaer, cuya consagración literaria llegó hace apenas un año y medio con Cauterio, novela publicada por Anagrama, sello responsable de reeditar aquel primer libro, publicado a finales de 2015, pero escrito en 2010.

Si bien es cierto que se trata de dos obras radicalmente opuestas, ante todo porque Casi nada que ponerte no es una novela, sino un texto que transita entre la crónica, el relato biográfico y el retrato/perfil periodístico, estos dos libros revelan el carácter observador de Lijtmaer, para quien la escritura está siempre acompañada por un ejercicio de indagación histórica, social y cultural. Si en Cauterio este ejercicio de indagación es más que evidente en la aproximación que realiza Lijtmaer a la figura de Deborah Moody, en Casi nada que ponerte es el punto de partida y, a la vez, el motor de la narración.

Casi nada que ponerte parte de la reconstrucción de la historia de Jorge y Simón, que, en los años setenta, conquistaron la ciudad de Buenos Aires con los trajes que el segundo confeccionaba y vendía en La Colorada, una especie de boutique/atelier que “a mitad de la década de los setenta resultaba suntuoso”. Estamos en los primeros años de la dictadura militar: aniquilada la industria, se promueve la exportación de materias primas y se “juega con la especulación financiera”. De ahí que a la Argentina llegaran “grandes remesas de capital extranjero”. No solo entra mucho dinero, sino que “se hacen grandes fortunas”. En este contexto, La Colorada, “ofrecía todo lo necesario para un tipo de mujer con altísimo poder adquisitivo, pero aislada dentro del país por sus circunstancias políticas”. 

Es ese determinado contexto político-económico el que explica, en gran medida, el éxito de Jorge y Simón de la misma manera que es ese mundo cerrado de “agricultores y ganaderos” lo que explica que el joven Simón, a quien no le gustaba jugar a fútbol como a los otros niños y que contaba los días para que llegara el sábado por la noche para ir al cine, hubiera abandonado Villa María para trasladarse a Buenos Aires, ciudad a la que también se trasladó Jorge desde Rosario.

Asimismo, es el contexto político y económico el que explica el lento deterioro de su negocio –ese lugar que no existía, como recuerda una clienta, y que Simón hizo que existiera– a pesar de los intentos desesperados de Simón por resucitarlo: en los noventa, las medidas económicas del primer gobierno de Carlos Medem que, en un inicio, les habían beneficiado, se volvieron a partir de 1996 “en un arma de doble filo para negocios como el de ellos”. Aparecen nuevos compradores con un “gusto por la moda mucho más globalizados”.

Aparecen tiendas en las que se pueden adquirir las marcas extranjeras más que (re)conocidas; los nuevos ricos acuden a Miami a “hacer shopping” y la compra por Internet comienza a devenir algo habitual. Pocos años después, “el descalabro económico de De la Rúa”, terminó por arruinarlo todo. La Colorada cerró definitivamente sus puertas y los otros proyectos acabaron en nada. 

La historia de Jorge y Simón es la historia de Argentina durante su último medio siglo. Y es aquí donde su vida –la de los diseñadores– confluye con la de Lijtmaer: su éxito llegó con la dictadura militar que obligó al exilio a los padres de la autora, que llegó a Barcelona con siete meses. “Cuando la cosa se puso pesada”, así resumían sus padres su decisión de marchar. Ellos huían, Jorge y Simón se quedaban y veían cómo su negocio prosperaba.

De aquellos años, apenas quedan recuerdos: pocas fotos, pocas explicaciones y alguna frase suelta con la que resumirlo todo: “Mis padres dejaron atrás un país marcado por la dictadura y empezaron su vida en otra parte”. Pero esta otra parte es para la autora, hija de inmigrantes, “una isla en medio del Pacífico”. El pasado “es una narración”, pero una narración muchas veces llena de vacíos y de la que es necesario apropiarse. El viaje de la autora a la Argentina para indagar la historia de Jorge y Simón se convierte en un viaje hacia su propia historia, hacia esa narración que debe ser completada, comprendida, apropiada.

De esta manera Casi nada que ponerte se convierte en una narración plural y colectiva: es la historia de Jorge y Simón, es la historia de Lijtmaer y la de su familia –la que se exilió y la que se quedó– y es la historia de un país. Es una narración coral hecha de contradicciones –ahí está el lujoso tríplex de Jorge y Simón asomándose a un país empobrecido que se manifiesta en 2001–, de versiones y de experiencias divergentes, pero coincidentes a lo largo del tiempo.

Casi nada que ponerte cuestiona así la idea de pasado: no hay un único pasado, porque no hay una experiencia unánime sobre el mismo. De ahí la relevancia del contexto político y económico, que determina las vidas: el aislamiento de quienes se vieron atrapados en un país frente al aislamiento de quienes tuvieron que huir; el aislamiento acomodado frente al aislamiento marcado por el miedo –la abuela de Lijtmaer recuerda cómo cada noche se aseguraba que el único hijo que no se había marchado estuviera durmiendo en su habitación–. Casi nada que ponerte nos muestra ya a una autora para la cual la literatura es sinónimo de complejidad, para quien la literatura es una indagación en territorios contradictorios y no siempre reconfortantes.

Casi nada que ponerte

Lucía Lijtmaer

Anagrama, 2023

Telegram Linkedin Url

Si te gusta este artículo, apóyanos con una donación.

€
  • #cultura
  • #libros

¿Sabes lo que cuesta este artículo?

Publicar esta pieza ha requerido la participación de varias personas. Un artículo es siempre un trabajo de equipo en el que participan periodistas, responsables de edición de texto e imágenes, programación, redes sociales… Según la complejidad del tema, sobre todo si es un reportaje de investigación, el coste será más o menos elevado. La principal fuente de financiación de lamarea.com son las suscripciones. Si crees en el periodismo independiente, colabora.

Suscríbete dona
Artículos relacionados

Virginia Woolf necesita unas botas de agua

Aroa Moreno Durán
13 agosto 2021

#UnaMareaDeLibros | "La literatura infantil debe romper con el mito de la madrastra malvada"

Esther López Barceló
23 abril 2021
Comentarios
  1. ArroyoClaro dice:
    18/07/2023 a las 10:56

    Lxs argentinxs que viven en este país y con lxs que tengo trato me parecen personas cultas e inteligentes y siempre acabo por preguntarles que como es posible que con personas así Argentina vote a gobernantes que dejan bastante que desear así como va la economía. Algunxs me dicen que han huído porque no encajan allí, otrxs me dicen que el problema es que hay mucho ladrón.

    Responder

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Lo más leído

  • Acciona, Ferrovial, Sacyr: sobre la corrupción estructural y la doble traición del PSOE
  • De izquierda y corrupción
  • Irán ataca un hospital israelí e Israel bombardea el reactor nuclear de Arak
  • ¿Por qué hay que aumentar el gasto militar?
  • Turistas e inmigrantes

Actualidad

  • Internacional
  • Cultura
  • Política
  • Clima
  • Sociedad

Conócenos

  • La Marea
  • Cooperativistas
  • Transparencia
  • Política de cookies
  • Política de privacidad

Kiosco

  • Suscripciones
  • Revistas
  • Libros
  • Cursos
  • Descuentos
  • Contacto

Síguenos

Apúntate a nuestra newsletter

Apúntate
La Marea

La Marea es un medio editado por la cooperativa Más Público. Sin accionistas detrás. Sin publirreportajes. Colabora con una suscripción o una donación

MásPúblico sociedad cooperativa. Licencia CC BY-SA 3.0.

Compartir a través de

Este portal web únicamente utiliza cookies propias con finalidad técnica y necesarias para el funcionamiento de la web, no recaba ni cede datos de carácter personal de los usuarios sin su conocimiento. Sin embargo, contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas a la de LaMarea que usted podrá decidir si acepta o no cuando acceda a ellos. Leer más

AceptarResumen de privacidad
Política de Cookies

Resumen de privacidad

Este portal web únicamente utiliza cookies propias con finalidad técnica y necesarias para el funcionamiento de la web, no recaba ni cede datos de carácter personal de los usuarios sin su conocimiento. Sin embargo, contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas a la de LaMarea que usted podrá decidir si acepta o no cuando acceda a ellos.
Funcionales
Siempre habilitado

Las cookies funcionales son esenciales para garantizar el correcto funcionamiento de nuestro sitio web, ya que proporcionan funcionalidades necesarias. Desactivarlas podría afectar negativamente a la experiencia de navegación y a la operatividad del sitio.

Guardar y aceptar