Portugal: ganó Rebelo de Sousa en una noche marcada por el ascenso de la extrema derecha

No habrá segunda vuelta en Portugal. El conservador Marcelo Rebelo de Sousa ganó ayer las elecciones presidenciales en Portugal con un amplísimo margen. Lo apoyó el 60,7% de los votantes, confirmando las encuestas que le daban como claro vencedor. La convocatoria estuvo marcada por una alta abstención (algo normal en las presidenciales) que en esta ocasión se vio agravada por la pandemia de la COVID-19. Un 60,51% de los portugueses y las portuguesas decidió no ejercer su derecho al voto.

Por detrás de Rebelo de Sousa, a mucha distancia, se quedó la candidata socialista, Ana Gomes, que obtuvo un 12,97% de los sufragios. Entraba dentro de los cálculos, pero lo más relevante de estas elecciones ha sido el ascenso de la extrema derecha, encarnada en el candidato André Ventura, del partido Chega (Basta, en castellano). Ventura, que obtuvo el 11,9% del voto, ha multiplicado por diez sus sufragios desde la última convocatoria electoral: las legislativas de 2019. La ultraderecha, que era hasta hace poco una corriente marginal en el país, le disputa la segunda posición, de forma muy reñida, al histórico Partido Socialista Portugués.

Ventura acaparó todos los titulares la semana pasada por su ataque machista a la candidata del Bloco de Esquerda, Marisa Matias. La comparó con «una muñeca» por pintarse los labios de rojo, lo que provocó una oleada de solidaridad en las redes sociales. Ese apoyo, sin embargo, no se tradujo en votos. Matias solo obtuvo el 3,95% de las papeletas. Cayó del tercer puesto al quinto y perdió 300.000 votos respecto a las elecciones de 2016. “Hay que quedarse con algo esta noche. ¡Hemos aplastado a la extrema izquierda en Portugal!”, dijo Ventura ante sus entusiastas correligionarios.

Su soez estrategia parece haber encontrado eco en el electorado. Apoyado en la campaña por otros líderes de la ultraderecha europea como Matteo Salvini o Marine Le Pen, sus ataques no se limitaron a la candidata del Bloco de Esquerda. A la socialista Gomes la llamó la “candidata gitana” (gitanos y migrantes son dos de sus obsesiones), “histérica” y “amiga de las minorías que viven de nuestro trabajo”. Además, anoche se mostró exultante de que João Ferreira (candidato del Partido Comunista, que quedó en cuarto lugar con el 4,32% de los votos) hubiera sido “¡aplastado!” en el Alentejo, tradicional feudo comunista. No es extraño que el ascenso de Chega monopolizara las opiniones durante la noche electoral.

Rebelo llama a la unidad

El reelegido Rebelo de Sousa, consciente del peligro de polarización social que supone el ascenso de Ventura, pronunció un discurso llamando a la unidad: “Tengo plena conciencia de que la confianza, ahora renovada, no es un cheque en blanco. Quien recibe el mandato debe seguir siendo un presidente de todos y cada uno de los portugueses. Un presidente que estabiliza, que une, que no enfrenta a unos contra otros, que no divide, que no renuncia a la justicia social”. Ana Gomes, por su parte, aseguró hará todo lo posible por ayudar a Rebelo de Sousa, al que calificó como “el candidato de la derecha democrática”, y se lamentó del poco apoyo recibido por parte de su propio partido, el Partido Socialista.

Los comicios portugueses estuvieron marcados por la pandemia. Durante la jornada electoral se batió el récord de fallecidos: 275. A lo largo de la semana pasada ocurrió lo mismo, día tras día, en una escalada que ha colocado a Portugal como el país con la tasa más alta del mundo de contagios y muertes por coronavirus.