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Tratados comerciales, jaque mate a la democracia

"La puntilla a este proceso de desmantelamiento de los mínimos democráticos a escala global tiene nombre propio: los tratados comerciales", reflexiona Gonzalo Fernández Ortiz de Zárate.

Comentarios
  1. Arcadi Oliveres: Es necesario acabar con el capitalismo y para ello es necesario romper el monopolio de los grandes medios de comunicación al servicio de los poderosos. La sociedad está «enferma» y estos medios nos ocultan y nos mienten sobre cual es la enfermedad para que no nos curemos.
    https://www.youtube.com/watch?v=41MGebgMVOU

  2. Declaraciones de Enrique de Santiago a Arainfo:
    En este momento hay que detener al neoliberalismo y al capitalismo financiero que está acabando con la civilización, con el planeta, los derechos de las personas. La fortaleza del pueblo para conseguirlo es la unidad popular.
    Nos enfrentamos a un enemigo muy poderoso, con muchas armas, muchos recursos y ésta es la única forma de poder contrarrestar y avanzar.
    La construcción de un estado social, un estado del bienestar, después de la II Guerra Mundial no fue por una concesión del capital, sino porque las fuerzas populares derrotaron al fascismo y el nazismo.
    No nos damos cuenta de lo poderoso que es el enemigo. Nunca descansa y tiene recursos. Es decir que, mientras nosotros estamos celebrando victorias populares en Ecuador, en Bolivia o en Argentina, el enemigo está trabajando arduamente para revertir esas situaciones.
    A mi me indigna ver como perdemos mucho tiempo en nuestras peleas y conflictos internos. Es un serio problema no saber anteponer los intereses colectivos. En la izquierda todo el mundo está convencido de que está en posesión de la verdad absoluta y aunque lo respeto, creo que no hay verdades absolutas y hay que tener el suficiente margen para llegar a acuerdos que fortalezcan y no dividan. Hay una facilidad en la izquierda por mantener posiciones aún a costa de dividir. Eso es aprovechado por el enemigo.
    Ahora mismo hay una ofensiva del imperialismo y del capital financiero internacional para dejar sin efecto todas las conquistas populares que ha habido en los últimos 15 o 20 años en América Latina.
    La política del imperialismo ahora mismo tiene tres pasos. En primer lugar, desprestigio de las fuerzas populares y desprestigio a sus líderes acusándolos de corrupción. En segundo lugar, inhabilitación mediante la vía del desprestigio de las fuerzas políticas y si no se puede inhabilitación de los procesos electorales. En tercer lugar, en vez de ejércitos sumisos, se necesitan poderes judiciales sumisos. Desde que Hugo Chávez ganó sus primeras elecciones en 1998, los Estados Unidos incrementaron sus programas de formación jurídica en toda América Latina. Actualmente incluso, sin reformas constitucionales se han modificado los sistemas penales para ponerlos a imagen y semejanza de los Estados Unidos. Es toda una estrategia.
    Claro, de pronto esto ha estallado y se ha apreciado muy bien porque hay multitud de casos. Empezaron por Dilma Rousseff, Lula, Cristina de Kirchner, Rafael Correa, Jesús Santrich, Jorge Glass… estaba muy bien organizado y orquestado.
    El fascismo siempre se nutre de la clase trabajadora y de los sectores más angustiados y más desprotegidos. Surge en situaciones en las que el Estado deja abandonado a su suerte a los sectores más desfavorecidos. El modelo de la Unión Europea evoca a la desaparición del estado y su sustitución por entramados institucionales de grandes empresas y del capital financiero internacional. En Europa no hay un sistema fiscal de redistribución tributaria y hay exclusivamente una política monetaria manejada para mantener el superávit y los intereses de Alemania. El mantenimiento de este modelo provoca irremediablemente un empobrecimiento y perdida de derechos.

    Creo que es necesario recuperar dosis de soberanía nacional no para quedársela cada uno sino para generar una soberanía nacional colectiva europea entre los pueblos que tenemos unas situaciones similares.

    Aquí se desmanteló la industria naval, los altos hornos, la minería… nos han reservado un papel exclusivamente de servicios. En estos momentos hay que prevenir el avance del fascismo y la única forma es que el Estado vuelva a intervenir garantizando los derechos sociales de la clase trabajadora. Para eso, qué pena, es imposible hacerlo en la Unión Europea. Hay que crear un sistema alternativo de relaciones económicas, sociales y políticas.
    http://arainfo.org/enrique-santiago-secretario-general-del-pce-hay-que-tener-mucho-cuidado-de-no-perderte-en-el-laberinto-institucional-y-ab

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