Opinión
Así se quema una casa en Galicia
«No importa que haya una ley porque quien la dicta no la cumple y cuando prende la llama hay tanto combustible que no hay manera de pararlo», escribe Antonio Maestre.
El jefe de emergencias de la Diputación de Ourense, José Ramón Sánchez Feijóo, aseguraba en una entrevista que era inevitable que se quemaran casas. Lo cierto es que solo es inevitable si se incumple la ley.
La Ley 3/2007, de 9 de abril, de prevención y defensa contra los incendios forestales de Galicia indica que la Xunta debe identificar y ordenar las redes de fajas de biomasa próximas a las poblaciones, núcleos industriales y ganaderos e infraestructuras vitales. En su artículo 6, dice la ley que corresponde a la Xunta “el conjunto de parcelas lineales del territorio estratégicamente ubicadas, donde se garantiza el control y la eliminación total o parcial de la biomasa forestal, mediante técnicas silvícolas idóneas, con el objetivo principal de reducir el riesgo de incendio”. La realidad es que no importa que haya una ley porque quien la dicta no la cumple y cuando prende la llama hay tanto combustible que no hay manera de pararlo.
Un vecino de Vedra (A Coruña) llamado Jorge lleva cinco años luchando por que su Ayuntamiento y la Xunta cumplan la ley de prevención de incendios limpiando los caminos y las parcelas colindantes a su domicilio. La normativa establece que la limpieza es competencia de la Xunta, en coordinación con los ayuntamientos, para que estos últimos informen a los propietarios de la obligación de limpiar sus fincas y, en caso de no cumplir, deben ser los consistorios los que procedan a la limpieza, pasando el coste de las labores a los propietarios.
La dejadez del Ayuntamiento popular de Vedra ha hecho que el vecino haya removido cielo y tierra para que se cumpla la ley de prevención de incendios y se limpie la faja de biomasa sin ningún éxito. El alcalde del PP recibió mensajes, peticiones en persona, documentos legales, expedientes y hasta una resolución de la Valedora do Pobo de una contundencia difícilmente rebatible para que el propietario, el Ayuntamiento y la Xunta cumplan la ley, pero pasan los años y siguen sin limpiar las parcelas colindantes a este vecino de Vedra.
Si la casa de Jorge no se ha quemado no es porque la Administración haya hecho todo lo que necesita hacer para evitarlo, solo es porque el azar no ha hecho que una chispa, una negligencia, un rayo, un accidente o uno de esos pirómanos que tanto preocupan a Feijóo haya prendido en la población de Vedra, a 20 minutos de Santiago de Compostela. Solo es inevitable que se quemen casas si la Xunta de Galicia incumple la ley y no atiende a sus competencias y responsabilidades legales.
Galicia es la comunidad autónoma más afectada por los incendios forestales. Según una información obtenida por la Cadena SER, la región acumula 162.334 hectáreas calcinadas sólo en este mes de agosto. Son datos proporcionados por el Sistema de Información Europeo de Incendios Forestales, recopilados a través del programa de monitoreo espacial Copernicus. La Xunta rebaja esa cifra a menos de 100.000.