Internacional
Canadá se suma a la lista de países que reconocerán el Estado palestino
Al menos 30 personas murieron por disparos del Ejército israelí este miércoles al atardecer en Gaza, mientras intentaban acceder a la ayuda humanitaria.
Hace unos días lo anunció Francia. Después, y aunque con el condicionante del alto el fuego, le siguió Reino Unido. Ahora lo ha hecho Canadá. Es el último país en sumarse a la lista de gobiernos que reconocerán el Estado palestino en septiembre.
“Canadá ha estado comprometido durante mucho tiempo con una solución de dos Estados, un Estado palestino independiente, viable y soberano que viva lado a lado con el Estado de Israel en paz y seguridad”, dijo el primer ministro, Mark Carney.Carney, acompañado de la ministra de Asuntos Exteriores, Anita Anand.
En total, hay 148 Estados que ya reconocen a Palestina –tres cuartos de los miembros de la ONU–. Y con Francia, la Unión Europea contará con 13 países que ya lo han hecho, entre ellos España (desde el 28 de mayo de 2024).
Italia, aunque no se ha sumado a la lista, sí ha pedido este miércoles a Netanyahu la «necesidad de poner fin inmediatamente a las hostilidades, dada la situación insostenible e injustificable en Gaza». «La conversación [entre Meloni y Netanyahu] también brindó la oportunidad de reiterar la urgente necesidad de garantizar el acceso humanitario pleno y sin trabas a la población civil», dice un comunicado del Gobierno italiano.
Siguen los crímenes en los puntos de acceso a la ayuda humanitaria
Pero la situación no mejora. Al menos 30 gazatíes murieron por disparos del Ejército israelí este miércoles al atardecer, mientras intentaban acceder a ayuda humanitaria cerca del puesto militar de Zikim, el único paso fronterizo operativo en el norte de la Franja para la entrada de camiones con asistencia, confirmaron a EFE fuentes médicas.
Según informaron fuentes locales, estos gazatíes fueron asesinados entre las 19.00 y las 19.45 hora local (16.00–16.45 GMT), horario incluido dentro de las llamadas «pausas tácticas» que el Ejército israelí había anunciado el pasado domingo y en las que aseguraba que no atacaría ciertos puntos del enclave palestino para facilitar la entrada y distribución de la ayuda.
El Ejército aún no se ha pronunciado sobre ello. «Lo que ha llegado a los hospitales es solo una parte», dijo Mahmoud Basal, portavoz de la Defensa Civil en la Franja de Gaza, en un mensaje a medios, y comentó que es muy difícil acceder al punto del incidente.
Hablando desde el hospital Bautista Al Ahli de Gaza, Basal dijo de que los centros médicos no dan abasto. «Hay heridos en el patio del hospital y no podemos atenderlos. Hay personas en estado muy crítico y los equipos médicos no pueden tratarlas», explicó.
Estas muertes se suman a las 1.239 personas que han fallecido por disparos del Ejército israelí mientras intentaban recoger ayuda, desde que a finales de mayo comenzó la distribución de asistencia humanitaria en la Franja bajo control militar, tras más de dos meses de embargo total.
LA UNIÓN EUROPEA, LACAYA DE ESTADOS UNIDOS
«El acuerdo de la UE con EE.UU. es la aceptación de una imposición política del amo»
Se ha consumado la ignominia: Ursula Von Der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ha cerrado un acuerdo vergonzoso con el psicópata reaccionario Donald Trump, que supone en la práctica la rendición política de la Unión Europea ante el imperialismo de Estados Unidos.
Y todo ello, de espaldas a los pueblos y a la ciudadanía de los estados que integran ese ente inútil supranacional; sin que el costoso y enorme Parlamento Europeo pinte nada en tal decisión, vergonzosa y anti democrática.
El acuerdo, más bien la aceptación de una imposición política del amo, supone que Europa debe pagar decenas de miles de millones de euros en comprar el gas, mucho más caro que el ruso, a Estados Unidos en los próximos años.
También incluye una compra de armamento por valor de más de quinientos mil millones de euros, a pagar en los siguientes años, al imperio, para entregar gran parte del mismo al gobierno neonazi de Ukrania y seguir por delegación la maldita guerra de la OTAN contra Rusia. Osea, una vez más, la cortesana Unión Europea paga la factura de la aventura bélica de los yanquis.
Y mientras tanto, se oculta a la ciudadanía de los estados europeos que este acuerdo supondrá un recorte brutal en el gasto social y en los servicios públicos; por tanto, más sacrificio y miseria para las clases populares.
¿Y cuál es la reacción a todo esto por parte del gobierno progre español? Pedro Sánchez dice que no le acaba de gustar del todo, pero lo acata sin discusión alguna, intentando engañarnos con sus afirmaciones de que apenas crecerá el gasto militar ni se tocará el estado del bienestar.
Siento rabia y asco ante esta claudicación y esta deleznable rendición. Además de salir de la OTAN, España debe plantearse salir igualmente de esta inoperante y vergonzosa Unión Europea.
Es urgente y necesario, desde la prensa de izquierdas, hacer una campaña al respecto, pedagógica, explicando claramente el transfondo y el contenido de estas decisiones de las élites reaccionarias, que atentan contra la democracia y y el bienestrar del pueblo.
Paren este tren, que me bajo.
-César Jara, Canarias Semanal-
La UE ni, mucho menos, los gobiernos consideran prioritaria la defensa del periodismo. (Federación de Sindicatos de Periodistas, FeSP)
La presidenta de la Federación Europea de Periodistas (FEP), Maja Sever, acaba de publicar un artículo en torno a la difícil situación del periodismo europeo y, especialmente, sus profesionales tras comprobar hechos tan graves como el cierre de medios de reconocido prestigio internacional.
Maja Sever, presidenta de la FEP: “El periodismo bajo asedio; cierres de redacciones, despidos. ¿Quién es el siguiente?”
Cuando ayer publiqué la noticia del cierre de Al Jazeera Balkans, empezaron a llover comentarios burlones: «¡Te lo mereces!». Este tipo de retórica evoca los preocupantes debates en torno a la adopción de la Ley Europea de Libertad de Prensa durante el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo, donde algunos eurodiputados llegaron incluso a decir: «En realidad, no necesitamos el periodismo».
Al leer el último Informe sobre el Estado de Derecho , queda claro que ni la Unión Europea ni, mucho menos, nuestros gobiernos nacionales consideran prioritaria la defensa del periodismo. Las afirmaciones de que el periodismo es un bien público no son más que, para los políticos, frases vacías utilizadas ocasionalmente para simular valores democráticos.
En el gobierno y los ministerios, los medios de comunicación siguen siendo vistos mayoritariamente como editores o propietarios, en lugar de comunidades de periodistas y trabajadores esenciales para su funcionamiento. Incluso cuando el Estado proporciona asistencia financiera a los medios, como hizo recientemente con subsidios a la distribución, no suele haber condiciones para la protección de los derechos de periodistas y trabajadores. En el último documento sobre la implementación de la Ley Europea de Libertad de Prensa (EMFA), ni siquiera se menciona a los periodistas, como si el contenido mediático se produjera solo.
Sin embargo, las noticias y la programación de calidad de Al Jazeera Balkans fueron creadas por 250 personas, que ahora se encuentran desempleadas y en la calle. Más allá de las dificultades personales, esta decisión de algún propietario o, como dicen, de un nuevo gerente, empobrecerá aún más nuestro sistema mediático y el panorama mediático de los países vecinos, privando a los ciudadanos de información veraz. Esto no es solo un golpe más para los periodistas y el periodismo, sino un golpe a la democracia misma.
Por eso, todos debemos preguntarnos quiénes serán los próximos en la mira del populismo, la austeridad y la indiferencia. ¿Serán los médicos mañana, para que cuando enfermemos, tengamos que buscar consejos en Google? ¿Serán los arquitectos, porque «la inteligencia artificial también puede dibujar casas»? ¿O empezaremos a confiar únicamente en la información que nos proporcionan las grandes tecnológicas y sus algoritmos?
Los periodistas son personas que eligen formarse y dedicar su vida a esta exigente profesión, una en la que se está constantemente bajo ataque, enfrentando presión política, chantaje financiero, demandas e insultos. No hacemos esto para enriquecernos. Lo hacemos porque creemos en la verdad, en el valor del periodismo profesional e investigativo, y en la idea de que una ciudadanía informada es la base de una sociedad democrática.
Los periodistas de Al Jazeera Balkans y N1 ejercieron un periodismo que sirvió al público con honestidad y valentía. Ayer, 250 personas de Al Jazeera Balkans fueron despedidas. Hace unos meses, brillantes profesionales fueron expulsados de N1. En HRT, los fondos públicos se utilizan a menudo para marginar a quienes defienden los más altos estándares de la profesión. La mayoría de las personas que trabajan en los medios de comunicación están mal pagadas, atrapadas en empleos precarios y constantemente expuestas a insultos, amenazas y demandas.
Sin embargo, seguimos aquí y no nos rendiremos. Porque creemos que el periodismo es un bien público y vale la pena luchar por él. No contamos con el apoyo, ni siquiera de quienes juran públicamente cumplir la ley y garantizar un marco para la libertad de los periodistas. En medio de una oleada de populismo, también estamos perdiendo la confianza de quienes nos representan: los ciudadanos. Aun así, nos mantenemos leales únicamente al público, a la verdad y al periodismo honesto y profesional.
Porque el periodismo es, sin duda, un bien público. Y la defensa de la verdad y la democracia.
(LoQueSomos)