Internacional
El PKK anuncia su disolución
Después de 40 años de lucha contra el Estado turco, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán abandona las armas.
El Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) ha anunciado hoy su disolución. Después de 40 años de existencia, la organización pone fin así a la lucha armada contra el Estado turco, según ha publicado la agencia kurda ANF, afín al partido.
El pasado mes de febrero, su líder, Abdullah Öcalan, pedía desde la cárcel de Imrali (al noroeste del país) la convocatoria de un congreso y la disolución del movimiento. Tras aquella petición, el PKK anunció un alto el fuego y se reunió finalmente en Irak la semana pasada. «El 12º Congreso del PKK ha decidido disolver la estructura de organización del PKK y poner fin al método de la lucha armada», ha anunciado hoy en un comunicado.
Según afirman en la nota, el proceso de desarme y disolución debería ser dirigido por el propio Öcalan, que cumple cadena perpetua desde hace 25 años. Será el fin de una insurgencia armada que empezó a operar en 1984 para defender a la minoría kurda. Desde entonces, el conflicto se ha cobrado la vida de casi 50.000 personas.
«Es imprescindible reorganizar las relaciones entre kurdos y turcos», agrega el comunicado, que atribuye a su líder haber «desarrollado un paradigma para una sociedad democrática, ecológica y a favor de la liberación de la mujer», al confrontar «un sistema de poder centralista dominado por hombres».
La decisión de abandonar las armas se presenta como un éxito, ya que consideran que el PKK «ha destruido las políticas de negación y aniquilación impuestas» a la población kurda de Turquía y «ha llevado la cuestión kurda a un punto en el que se puede resolver por la vía de la política democrática, por lo que ha cumplido su misión histórica».
Ankara, por el momento, no ha dado señales claras de querer abrir un diálogo. De hecho, el Gobierno turco ha rechazado toda pretensión de «regatear», indicando que al permitir las visitas de mediación a Öcalan ya había cumplido con su parte, sin que quepa esperar otras concesiones políticas.
Hace ya tres meses que el PKK (considerado una organización terrorista por Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea) anunció una tregua unilateral y reclamó que el propio Öcalan dirigiera en libertad un eventual proceso de paz con el Estado turco, petición a la que Ankara no respondió.
Öcalan, nacido en una familia campesina en 1949 en un pueblo de la frontera con Siria, empezó sus actividades políticas a principios de la década de 1970, lo que le valió entrar por primera vez en prisión ya en 1972. Seis años más tarde fundaría el PKK, con una línea ideológica marxista-leninista. En 1984 comienza la lucha armada con el objetivo de crear un Estado kurdo. En 1998 fue obligado a abandonar Siria, donde tenía su cuartel general. Muy poco tiempo después, y tras un intenso periplo por Europa, fue capturado por los servicios secretos turcos cuando intentaba encontrar refugio en la embajada de Grecia en Nairobi (Kenia). Se le condenó a muerte, pero la sentencia fue conmutada por la de cadena perpetua cuando Turquía eliminó la pena capital de su legislación en 2002.
El presidente turco, el islamista Recep Tayyip Erdogan, reunirá esta tarde el gabinete de ministros. Se espera que al final de esa reunión emita una reacción oficial del Gobierno a la decisión de desarme del PKK.
Los kurdos representan casi el 20% de los 85 millones de habitantes que forman la población de Turquía.