Política
Mazón dimite culpando a los demás
El dirigente del PP ha comparecido en una declaración institucional completamente alejada de la autocrítica y centrada en el ataque al Gobierno central.
El presidente valenciano, Carlos Mazón, ha dimitido –sin decirlo expresamente– un año después de la dana culpando a los demás: «La falta de ayuda en las primeras horas fue clamorosa y sigue siendo igual«, ha dicho en una declaración institucional completamente alejada de la autocrítica y centrada en el ataque al Gobierno central. «Hemos hecho todo, absolutamente todo, lo humanamente posible para la recuperación. Jamás un gobierno autonómico ha abordado un reto parecido», ha añadido. Por el momento, Mazón seguirá como diputado en Les Corts Valencianes y no convocará elecciones autonómicas anticipadas.
Como en todas sus intervenciones desde aquel día, ha insistido en su posición: «Siempre he mantenido el mismo criterio. Hablar de mi situación personal o mi futuro político me parecía una frivolidad. Ese desgaste lo asumí desde el principio». Su reflexión sobre sus únicos «errores» ha sido: «Permitir los bulos por no dar explicaciones a tiempo; no pedir la declaración de emergencia nacional porque, según el Gobierno, no iban a a traer más efectivos, nos quisieron dejar solos por estrategia política; y mantener la agenda de ese día«. Y uno más: «Permitir que se estableciera en el imaginario la idea de un presidente ajeno a la emergencia». «Ningún error fue por cálculo político o mala fe. No sabíamos la magnitud de la tragedia. (…) La izquierda ha aprovechado la muerte y la tragedia para hacer política».
La comparecencia se produce horas después de las conversaciones mantenidas con el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. Las nuevas revelaciones sobre su actuación el día crítico de las inundaciones y la ola de indignación entre las víctimas de las personas fallecidas han llevado a repensar al dirigente conservador su cada vez más insostenible situación al frente de la Generalitat. Este lunes, además, está prevista una declaración clave en el juzgado: la de la periodista que comió con él aquel 29 de octubre en el restaurante El Ventorro, Maribel Vilaplana.
Aunque un año tarde, los portavoces de asociaciones de personas afectadas esperaban la dimisión de Mazón con «ilusión» y «sin condiciones» para poder cerrar este capítulo. Entre las decenas de personas que llegaron el domingo a las puertas del Palau, en pleno centro histórico de València, estaba la presidenta de la Asociación Víctimas Mortales de la Dana 29-0, Rosa Álvarez, quien insistió en que la dimisión era la única opción posible. Álvarez recordó el funeral de Estado y las protestas contra Mazón: «No es querido» sino «rechazado» porque los muertos de la dana son «los muertos de Mazón y de todo su Consell, y de las personas y partidos que lo han mantenido».
Además de Mazón, Álvarez pide la dimisión de la vicepresidenta del Consell, Susana Camarero, y el conseller de Educación, José Antonio Rovira, y que Mazón no siga aforado ni «mantenga esos quince años de paga» como expresident. «Queremos que se ponga a disposición judicial, que termine la instrucción con él imputado y condenado, queremos acompañarlo a prisión», dijo.
Si los culpables son los demás, entonces los demás han de dimitir.