Netanyahu ordena la evacuación de la ciudad de Gaza

La ofensiva final sobre la ciudad de Gaza está en marcha. El Ejercito israelí ha emitido una orden de evacuación que afecta a todos los habitantes de la capital de la Franja, alrededor de 1 millón de personas que ahora son obligadas a desplazarse hacia el sur. «Aprovechen esta oportunidad y escuchen atentamente. Están advertidos: váyanse ahora», dijo el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en un mensaje televisado.

El mandatario hebreo aseguró que en los próximos dos días procederán a derribar 50 grandes edificios de la ciudad de Gaza por medio de la fuerza aérea. Esas «torres de la muerte», como las llama Netanyahu, son el refugio de los milicianos de Hamás, según el Gobierno israelí. Su bombardeo será «sólo el principio», dijo Netanyahu, de una operación más importante: la entrada de «tropas terrestres que se están reuniendo y organizando» para asaltar la ciudad. Esta ofensiva desbarata todos los esfuerzos de la comunidad internacional por conseguir un alto el fuego.

El Ejército israelí publicó en Internet un mapa para «guiar» a los gazatíes en su expulsión. Según este diagrama, los desplazados deben abandonar la ciudad a través de la calle Al Rashid para enfilar el camino a la zona «humanitaria» de Al Mawasi. Este área, designada hace meses como «segura», ha recibido frecuentes ataques por parte de las fuerzas hebreas. A día de hoy, allí se hacinan casi medio millón de refugiados palestinos. Naciones Unidas ya ha advertido de que los campamentos de Al Mawasi están superpoblados y son inseguros, y de que sus hospitales están colapsados y carecen de suministros.

La situación es tan desesperada que el mayor hospital de la capital se ha negado a seguir la orden de evacuación. Mohammad Abu Salmia, director del hospital Shifa, aseguró a EFE que «la situación ahora es extremadamente peligrosa» y que todos los hospitales de la urbe están no sólo llenos, sino al 300% de su capacidad. «No se puede mover a los pacientes a ningún sitio de Gaza, tampoco al sur», añadió.

«Nos quedaremos con los pacientes, con los heridos, en el hospital, pero nuestras experiencias con la ocupación [israelí] han sido terribles, por lo que pedimos una protección internacional urgente para los hospitales, para el personal medico, y un corredor seguro para traer a los heridos al hospital», afirmó Abu Salmia.

El bloqueo israelí de la ayuda humanitaria, además, ha afectado a la llegada de tiendas de campaña, por lo que muchos de los gazatíes que pueden huir de la capital, en el hipotético caso de que hallaran un sitio en la saturada área de Al Mawasi, se verán obligados a vivir a la intemperie.

Estas dramáticas circunstancias no han movido un ápice la pretensión de Israel de arrasar la ciudad de Gaza. El ministro de Defensa, Israel Katz, informó de que ya han «atacado y destruido» 30 edificios residenciales. Lo hizo, además, recurriendo a la épica en su cuenta de X: «El huracán azotó ayer Gaza con una fuerza sin precedentes».

Volker Turk, alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, ha acusado a Israel de cometer «un crimen de guerra tras otro» y señala que la escalada en la devastación de Gaza está «conmocionando la conciencia del mundo».

Lejos de darse por aludidos, los ministros de Netanyahu acusan de «antisemita» a todo aquel que proteste contra la masacre. En esos mismos términos se han referido, por ejemplo, a las medidas anunciadas ayer por el presidente español, Pedro Sánchez, como reacción del Gobierno ante el genocidio de Gaza. El ministro de Asuntos Exteriores israelí, Gideon Sa’ar, acusó a Sánchez de intentar tapar sus «graves escándalos de corrupción» con «continuos ataques antiisraelíes y antisemitas». El partido ultraderechista Vox ha copiado el argumentario israelí y añade, además, que las medidas del Gobierno «legitiman» a la organización terrorista Hamás, con quien –conjeturan sin fundamento– está «tendiendo puentes».