lamarea.com
  • La Marea
  • Kiosco
  • Climática
DONA SUSCRÍBETE
SUSCRÍBETE
Iniciar sesión
  • Internacional
  • Cultura
  • Política
  • Sociedad
  • Opinión
  • Medio ambiente
  • Economía
  • Revista
  • Internacional
  • Cultura
  • Política
  • Sociedad
  • Opinión
  • Medio ambiente
  • Economía
  • Revista
ANTERIOR

Ender Çetin, imam: “En Alemania, posicionarse como ‘propalestino’ se traduce en una retirada de las subvenciones públicas”

SIGUIENTE
Este verano refúgiate en La Marea. Suscríbete desde 17€

Internacional

Ender Çetin, imam: “En Alemania, posicionarse como ‘propalestino’ se traduce en una retirada de las subvenciones públicas”

Es uno de los primeros imames formados en el país germano e impulsor de una mezquita-asociación que recibe fondos del Estado: “Alemania quiere que guardemos completo silencio sobre lo que sucede en Gaza”, denuncia.

Ender Çetin participa en un proyecto que promueve la comprensión mutua entre musulmanes y judíos en escuelas alemanas.
Lourdes Velasco
01 agosto 2025 Una lectura de 11 minutos
Telegram Linkedin

BERLÍN // Ender Çetin, berlinés de 49 años, fue uno de los primeros graduados en el Islam Kolleg Deutschland, una institución pionera en la formación de líderes religiosos que cuenta con el respaldo del Ministerio del Interior de Alemania y el gobierno de Baja Sajonia.

Conocido por su compromiso con el diálogo interreligioso y la integración, Çetin participa en un proyecto que promueve la comprensión entre musulmanes y judíos en escuelas alemanas. También trabaja como imam y lidera la academia alemana del Islam –Deutsche Islam Akademie–. Esta fundación, conocida por su enfoque progresista, colabora con el Gobierno alemán y reivindica el espacio que le corresponde al Islam: aunque el 8% de los alemanes son musulmanes, esta religión no tiene ni el mismo estatus ni el mismo reconocimiento que el cristianismo o judaísmo.

Nacido en 1976 en el seno de una familia de procedencia turca afincada en Berlín, Çetin denuncia la discriminación cotidiana que sufren los musulmanes en el país, una situación que, a su juicio, se ha recrudecido tras la guerra de Gaza. En Alemania, es «arriesgado» manifestarse contra la actuación de Israel y el apoyo que Alemania brinda a su aliado en Oriente Próximo. Denuncia que la Academia Alemana del Islam, al igual que otras asociaciones del país, se arriesga a sufrir recortes presupuestarios que comprometerían su propia supervivencia cuando expresa públicamente una posición “propalestina”.

Usted es el imam al frente de la Academia Islámica de Alemania. ¿Qué es y por qué es importante que exista?

Es una institución que nace con la idea de que los musulmanes nacidos y crecidos en Alemania deberían crear sus propias instituciones. Las generaciones anteriores, nuestros padres y abuelos, construyeron mezquitas que están muy conectadas con la cultura de origen.

Existen y tienen mucha influencia las mezquitas financiadas con dinero procedente de otros países, pero en Alemania vivimos muchos musulmanes que nos hemos socializado aquí, y que creemos que necesitamos unas instituciones religiosas propias de Alemania, donde tengamos encuentros, discusiones y una cultura de reivindicación que no siempre está presente en otras instituciones. Queríamos crear este lugar de encuentro para los musulmanes de Alemania.

Recibimos financiación del Senado de Berlín, porque hacemos muchas actividades culturales, y también por proyectos de integración. También tenemos cuotas y donaciones.

¿Se puede decir que el Islam es una religión de Alemania?

No totalmente. No se acepta completamente. En Alemania, las iglesia católica y luterana, así como la comunidad judía, están reconocidas como entidades de derecho público, por lo que están en cooperación con el Estado (por ejemplo, tienen un tratado que implica que pueden tener trabajadores en cualquier área: asistencia en el hospital, en la cárcel, influencia en los medios de comunicación…).

Los musulmanes no tenemos ese reconocimiento, a ojos del Estado somos como una asociación deportiva, y no recibimos más financiación. O sea, el Islam es parte de Alemania porque somos muchas personas las que vivimos aquí, pero no estamos a la misma altura que el resto.

«En Alemania, la iglesia católica y la luterana así como la comunidad judía están reconocidas como entidades de derecho público. Los musulmanes, no. A ojos del Estado, somos como una asociación deportiva».

Y usted es de los que cree que el Islam debería optar a ese estatus de entidad de derecho público.

Esa es una pregunta clave, depende a quién le preguntes te responderá una cosa u otra. Desde la Academia Alemana del Islam, sí creemos que nos daría grandes posibilidades, aunque también hay dificultades.

Lo primero es que en el Islam no hay una estructura –o registro–, por eso hay muchas personas u organizaciones distintas y todas ellas pueden hablar en nombre del Islam. Hay quien se opone a esa colaboración [con el Estado] porque entiende que la religión es una cuestión de honor que no puede ir ligada al dinero, pero yo creo que sería bueno para la participación de las personas musulmanas en la sociedad alemana.

Por otro lado, permitiría dar más independencia a las mezquitas en el país. Si en Turquía hay elecciones, los políticos turcos vienen a las mezquitas de Alemania. ¿Por qué? Porque las controlan. Y les dicen a los fieles: “Alemania no os acepta, pero nosotros somos su país, y ustedes pueden elegirnos en las elecciones”. Entonces, los musulmanes de Alemania nos enfrentamos a una situación muy extraña. ¿No somos parte de Alemania? ¿De dónde somos entonces?

La capacidad de influencia de otros países es muy grande, y muchos musulmanes quieren mantenerlo así. Pero también otros decimos que queremos crear nuevas estructuras. Y para eso el Estado alemán tiene que participar, nos tiene que apoyar. No podemos hacerlo solos.

Como Academia estamos entre los que queremos avanzar en esa línea. Intentamos convencer a los musulmanes que viven en Alemania de que tenemos que hacer más para establecernos aquí, pero también tenemos que explicar al Gobierno alemán que somos parte de la sociedad y que queremos derechos y participar. Y eso es muy difícil.

Así es que navega usted entre dos polos.

Pues sí, hay muchas discusiones. Por un lado hay discriminación. Por otro lado, hay gente que dice que deberíamos tener la tradición islámica y que no debemos crear un Islam alemán, sobre todo personas más mayores o conservadoras que sostienen que no lo necesitamos porque ya tenemos nuestras tradiciones. También hay personas radicales que dicen que Occidente es el horror, que no se nos quiere, que por ello tenemos que tener nuestra propia identidad.

Pero también hay muchos musulmanes que decimos que queremos vivir aquí en Alemania, que nuestros hijos vivan aquí y que nuestra religión se normalice, que sea una parte más de nuestro país.

Esa es una discusión que tenemos entre los musulmanes, pero creo que de quien realmente depende es de los políticos. Si los políticos nos cierran puertas, como estamos viendo que sucede ahora, entonces los más tradicionales nos dirán: “¿Veis? No nos quieren. Tenemos que fortalecer nuestra propia imagen islámica”.

¿Usted se siente personalmente discriminado? 

Sí, e incomprendido. La sociedad alemana no se da cuenta de que hay múltiples identidades. Puedo ser turco con mi idioma, mi cultura, pero también puedo ser alemán con mi ciudadanía. Puedo ser musulmán y todavía pertenecer a Alemania. Personalmente, no sé hacia adónde quieren que vayamos como sociedad. Por un lado, quieren que todo el mundo se integre; pero, por otro, cuando das pasos firmes hacia la integración, a veces dicen que es demasiado.

«La sociedad alemana no se da cuenta de que hay múltiples identidades. Puedo ser turco con mi idioma y mi cultura, pero también puedo ser alemán con mi ciudadanía».

Mis hijos nacieron aquí, tienen 16, 13 y 9 años, son la tercera generación, y dicen que no son alemanes, porque tienen experiencias de racismo. Incluso la más pequeña lo vive así, porque se da cuenta, por ejemplo, de que en el colegio se hacen cosas muy bonitas en Pascua o en Navidad y, sin embargo, el Ramadán tiene un deje de negatividad.

En este país hay temor precisamente a que los centros religiosos puedan ser un núcleo de radicalización. ¿Cómo se puede trabajar contra la radicalización de algunas personas que forman parte de la comunidad islámica de Alemania?

Las comunidades musulmanas pueden trabajar contra el extremismo si están empoderadas, si participan en proyectos públicos y tienen financiación para ello. Por ejemplo, yo participo en un proyecto activo en las escuelas.

Si un profesor no musulmán que se llama Hans, Dieter o Christian habla sobre el extremismo islámico, no llega tanto a los jóvenes susceptibles. Pero si alguien viene de una comunidad como la nuestra, de una mezquita, sí puede ser escuchado. Puede haber proyectos en las escuelas que ayuden con la desradicalización, pero creo que estos proyectos tienen que estar liderados por musulmanes.

He trabajado durante mucho tiempo en la cárcel con jóvenes. Una parte de los políticos decían que, si metíamos a los imames en la cárcel, los jóvenes se radicalizarían. Otros decían que necesitaban atención religiosa, y que los imames podrían ayudar a derradicalizar. ¿Cuál es el resultado? Desde hace 10 años, ya no escuchamos nada de extremismo en las cárceles de Alemania, y creo que es porque los imames estamos activos allí.

Con mi pregunta sobre el extremismo, estoy ubicando la atención en un marco concreto, que tiene un sesgo concreto. ¿Es un riesgo real el de la radicalización?

Hay personas que, aquí en Alemania, tras vivir experiencias de exclusión, pueden virar rápidamente hacia la radicalización por distintos motivos: porque no tienen acceso a la educación, no tienen perspectivas de futuro, no tienen un lugar donde conectar, no son parte del sistema. Entonces ven videos en redes sociales, por TikTok o YouTube y, a veces, a los jóvenes les gusta lo que ahí les dicen. 

El problema es que en Alemania a algunos les gusta que los musulmanes se radicalicen, porque entonces pueden decir: “¿Ven? Son radicales”. Por eso creo que necesitamos proyectos en los que los musulmanes se empoderen contra el extremismo. Por ejemplo, en redes sociales no hay proyectos que ayuden a derradicalizar en alemán, como sí hay proyectos contra el antisemitismo. Pero primero tienen que reconocer que hay racismo contra nosotros y también tienen que escucharnos, y no vernos siempre como un problema de seguridad.

«Parece que a algunos les gusta que los musulmanes se radicalicen, porque entonces pueden decir: ‘¿Ven? Son radicales’«

Los musulmanes hacen mucho por la sociedad. En los últimos meses, solo en Berlín hubo cientos de manifestaciones por Palestina, y en casi ninguna participaron las mezquitas, porque no querían que hubiera radicalización o violencia.  Eso significa que son un factor de seguridad. Pero no se valora. Al contrario, se les ve como algo cuestionable. Sería bueno que los gobiernos y las asociaciones musulmanas cooperaran.

Usted participa en el proyecto Meet for respect que promueve el respeto entre distintas religiones. ¿Ha sido difícil llevar a cabo ese proyecto durante la guerra en Gaza?

Sí. Pero no por nuestros colegas judíos que participan en el proyecto. Meet for respect nace porque nos dijimos: tenemos que hacer más cosas juntos para que haya más seguridad entre nosotros, para que la gente vea que los judíos y los musulmanes no tienen problemas entre sí. 

El problema es que las escuelas en Alemania tienen una visión muy estricta, y los estudiantes ven cada día a los bebés muertos en Gaza, o se les restriega por la cara la bandera de Israel. El proyecto es bueno porque nos da espacio para hablar, pero los profesores a veces no quieren hablar de ese tema, o son muy unilaterales respecto a Israel. Creo que el proyecto es ahora más importante que nunca, pero también ha sido más difícil.

Por ejemplo, una profesora me dijo: “Yo soy alemana, y nosotros tuvimos el Holocausto, tuvimos el nazismo. Estamos con Israel, punto”. Ella ve a sus estudiantes como árabes, pero la verdad es que ellos también son alemanes. Una estudiante de origen palestino dijo: “Tuvimos el Holocausto, pero nosotros también tuvimos la Nakba. ¿Sabes lo que es la Nakba?”. La profesora no sabía lo que era. Y exactamente este tipo de profesores existen en Alemania. Muchos no tienen idea de la historia de sus propios estudiantes. Ellos mismos necesitan educación.

Imagino que no debe ser fácil expresar una posición crítica con Israel viviendo en Alemania.

Para los palestinos es mucho más difícil. Tienen mucha frustración. Tienen muchos amigos allí, incluso yo tengo amigos en Gaza. Esa frustración puede convertirse fácilmente en odio, y el problema que tenemos en Alemania es que los palestinos no pueden hablar. A los musulmanes se nos estigmatiza muy rápido. Cuando tienes contacto con alguien que tiene contacto con alguien de Hamás (calificada en Alemania de organización terrorista) entonces ya eres considerado radical o anti-Israel. Eso está muy presente en Alemania.

Como Academia, tenemos que ser muy cuidadosos [con nuestro posicionamiento]. Por ejemplo, solo hemos hecho una conferencia sobre el conflicto en Oriente Próximo. Quizás como no somos muy valientes, algunos musulmanes nos critican. Sabemos que si decimos algo más, es probable que ya no llegue más financiación por parte del Gobierno. Eso puede pasar muy rápido. Y ya ha pasado a muchas asociaciones, algunas de ellas amigas, que no han podido seguir trabajando en su proyecto, porque han posteado algo propalestino. De hecho, nosotros les tenemos que decir a nuestros trabajadores, por favor, tened cuidado con lo que publicáis, porque si alguien piensa que está demasiado escorado hacia un lado (el palestino), puede haber consecuencias rápidamente.

«El problema que tenemos en Alemania es que los palestinos no pueden hablar. A los musulmanes se nos estigmatiza muy rápido».

¿Y entonces, qué se debe hacer, no mirar lo que sucede, no pensar?

Sí, uno tiene la sensación de que lo que quieren sobre ese tema es el completo silencio. Y muchas personas en Alemania piensan como nosotros. Tampoco entendemos por qué sucede esto pero Alemania tiene su propia agenda y no tiene una postura como la de España u otros países.

La situación de los musulmanes en Alemania está siendo cada vez más complicada. Teníamos la esperanza de que fuera a mejor, pero no fue así, por motivos políticos. Estamos viviendo tiempos similares a los de después del 11 de septiembre. Después todo se tranquilizó. Ahora, con la guerra en Gaza, estamos volviendo a experimentar lo mismo. 

Estamos en una posición muy difícil, yo soy muy pesimista, vivimos situaciones de mucho racismo, vivimos con miedo, estigmatizados. Especialmente en algunas zonas de Alemania, los ataques contra los musulmanes son continuos y están creciendo. Solo el año pasado, 160 mezquitas fueron atacadas en Alemania, y la cifra crece continuamente. Veremos qué viene después.

Telegram Linkedin

Si te gusta este artículo, apóyanos con una donación.

€
  • #Alemania
  • #Gaza
  • #islam
  • #Israel

¿Sabes lo que cuesta este artículo?

Publicar esta pieza ha requerido la participación de varias personas. Un artículo es siempre un trabajo de equipo en el que participan periodistas, responsables de edición de texto e imágenes, programación, redes sociales… Según la complejidad del tema, sobre todo si es un reportaje de investigación, el coste será más o menos elevado. La principal fuente de financiación de lamarea.com son las suscripciones. Si crees en el periodismo independiente, colabora.

Suscríbete dona
Artículos relacionados

Youssef Mahmoud: «Lo que ocurre en Gaza nos obliga a repensar el significado de las palabras ‘derechos humanos’»

Patricia Simón
25 julio 2025

Canadá se suma a la lista de países que reconocerán el Estado palestino

La Marea
31 julio 2025
Comentarios
  1. Alejandro Rodriguez dice:
    01/08/2025 a las 22:05

    Gaza no es victima es Israel sino de Hamas. Donde van todas las ayudas que reciben?. Realmente van a los nazaríes?.
    Cuantas veces Israel ha pactado y no se han respetado los pactos?. Estudiad un poco la historia y dejaros de victimismo.
    Os recuerdo que no hay ni un solo estado musulmán que haya firmado la Declaración de Derechos Humanos. Y por último, tratad de abrir una iglesia en unos se esos psises a ver que pasa. Todo esto sin olvidar la persecución y asesinatos de cristianos en países musulmanes, de esto no habláis.

    Responder
  2. Ahmed dice:
    01/08/2025 a las 00:04

    Actualmente nada se puede esconder a la opinion publica mundial, gracias a la prensa libre de izquierdas y las redes sociales con principios y valores.

    Responder

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Lo más leído

  • Asturias, patria fresquita
  • "No puede ser que a un 'rider' que asume todos los riesgos le paguen tres euros por un pedido de noche"
  • Gemma Ruiz Palà: “Hoy parece que el franquismo fue Disney”
  • Personalidades israelíes piden sanciones drásticas contra su gobierno: "Nuestro país está matando de hambre a Gaza"
  • Ender Çetin, imam: "En Alemania, posicionarse como ‘propalestino’ se traduce en una retirada de las subvenciones públicas"

Actualidad

  • Internacional
  • Cultura
  • Política
  • Clima
  • Sociedad

Conócenos

  • La Marea
  • Cooperativistas
  • Transparencia
  • Política de cookies
  • Política de privacidad

Kiosco

  • Suscripciones
  • Revistas
  • Libros
  • Cursos
  • Descuentos
  • Contacto

Síguenos

Apúntate a nuestra newsletter

Apúntate
La Marea Ayúdanos a hacer La Marea posible. Haz una donación o suscríbete desde 50€ al año

MásPúblico sociedad cooperativa. Licencia CC BY-SA 3.0.

Compartir a través de

Este portal web únicamente utiliza cookies propias con finalidad técnica y necesarias para el funcionamiento de la web, no recaba ni cede datos de carácter personal de los usuarios sin su conocimiento. Sin embargo, contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas a la de LaMarea que usted podrá decidir si acepta o no cuando acceda a ellos. Leer más

AceptarResumen de privacidad
Política de Cookies

Resumen de privacidad

Este portal web únicamente utiliza cookies propias con finalidad técnica y necesarias para el funcionamiento de la web, no recaba ni cede datos de carácter personal de los usuarios sin su conocimiento. Sin embargo, contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas a la de LaMarea que usted podrá decidir si acepta o no cuando acceda a ellos.
Funcionales
Siempre habilitado

Las cookies funcionales son esenciales para garantizar el correcto funcionamiento de nuestro sitio web, ya que proporcionan funcionalidades necesarias. Desactivarlas podría afectar negativamente a la experiencia de navegación y a la operatividad del sitio.

Guardar y aceptar