Internacional
Sergio Toribio, activista en la Flotilla de la Libertad, es deportado a España
Llegó a las 09.30 al aeropuerto de El Prat. Ocho de los 12 voluntarios de la coalición no aceptaron ser deportados y continúan retenidos por las autoridades israelíes.
El activista Sergio Toribio fue deportado a España por las autoridades israelíes tras participar en la misión de la Coalición de la Flotilla de la Libertad. Cuatro de los los 12 detenidos por Israel durante el abordaje del Madleen aceptaron ser trasladados. En ese grupo, además del voluntario español, se encontraba la activista sueca Greta Thunberg. Los ocho restantes, en cambio, se han negado a firmar el acuerdo para su expulsión.
Entre ellos, según la cadena pública israelí Kan, se encuentra Rima Hassan, eurodiputada franco-palestina del partido La Francia Insumisa. Antes de ser detenida, explicó en una entrevista los motivos de su compromiso con la Flotilla de la Libertad: «Como dice el doctor Raphaël Pitti, que ha estado operando en Rafah, frente al genocidio, la única respuesta posible es la desobediencia civil. Sobre todo cuando estamos en una situación de complicidad, de pasividad por parte de nuestros dirigentes europeos». Hassan y el resto de tripulantes del Madleen que se han negado a firmar el formulario de expulsión deben esperar el dictamen de un juez israelí, que decidirá en los próximos días si son deportados o pueden permanecer en el país.
Tal y como han apuntado varios expertos, el abordaje de la embarcación de la Flotilla de la Libertad, realizado en aguas internacionales y muy lejos de la costa de Israel, es absolutamente ilegal. Ese es un punto que ha querido destacar Toribio a su llegada a España: el hecho de que el Madleen fuese interceptado, con drones y embarcaciones rápidas, a «unas 100 millas» del destino, según contó a la agencia EFE al llegar a Barcelona. «Ha sido un ataque pirata», agregó.
El activista explicó a los medios que le esperaban en el aeropuerto que ha pasado «algo de miedo» desde que fue detenido por Israel, pero que sus temores se fueron disipando poco a poco gracias al apoyo jurídico y diplomático recibido. En cualquier caso, los momentos anteriores al abordaje fueron de enorme tensión.
Durante la madrugada del lunes 9 de junio, los activistas de la Flotilla de la Libertad empezaron a recibir mensajes en inglés a sus teléfonos móviles, que procedieron a arrojar por la borda (Israel, en asaltos similares, ha clonado los celulares y ha mantenido a los activistas en centros de detención). Después, un dron roció el barco con una sustancia irritante que obligó a los tripulantes a refugiarse bajo la cubierta. Allí esperaron el abordaje israelí sin oponer resistencia. «Es imperdonable, es una violación a nuestros derechos», ha manifestado Toribio al tomar tierra en España. «No estábamos haciendo nada malo. Sólo estábamos llevando víveres a modo simbólico. Nos han incautado un barco que llevaba sólo 1.000 kilos de alimentos».
Israel ha no parado de ridiculizar la misión de la Flotilla de la Libertad llamando al Madleen «el yate de los selfies». También ha menospreciado la cantidad de ayuda humanitaria que portaba, aunque ese no era el objetivo principal de los voluntarios y voluntarias que viajaban en él. Se trataba de un acto «político», en palabras de Rima Hassan y Greta Thunberg, para hacer respetar el derecho internacional, las decisiones de la justicia internacional, poner fin al bloqueo de la Franja de Gaza y detener el genocidio.
Como Toribio, Thunberg también aceptó rubricar el formulario de deportación israelí. Según declaró a los medios, de haberse quedado en Israel habría tenido que renunciar a seguir haciendo activismo, lo que hubiera sido contraproducente para las causas primordiales que defiende: la lucha contra la crisis climática y los derechos del pueblo palestino. La sueca abandonó Israel vía Francia, según informó el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí.
No son 20 meses, son 77 años, el movimiento de liberacion Hamas tendra 55 «rehenes», ningun niño, en cambio Israel tiene encarcelados 9000 rehenes en sus carceles maltratadas, incluidos niños, mujeres y ancianos, y nadie, ningun medio de comunicaciòn habla de ellos, incluso en redes sociales, aparte a de los encarcelados padeciendo la persecucion y matanzas en Gaza.
«La lucha de los oprimidos del mundo se juega en Gaza.
Allí donde el imperialismo se concentra con todas sus fuerzas, quienes lo enfrentan lo hacen en nombre de la humanidad.
Si el sionismo vence no quedará la menor esperanza para las clases populares en ningún rincón del mundo.
Jamás un Pueblo desnudó tanto al mundo, jamás un Pueblo resistió con semejante ejemplaridad y valentía. Jamás un Pueblo dió la lección que está dando Palestina».
(«Después de 20 meses de exterminio», Marta Haserrea, BDS, LoQueSomos)