Cultura
‘Hija del volcán’ y del silencio
Jenifer de la Rosa dirige un documental sobre la búsqueda en Colombia de su madre biológica, de la que fue separada tras la erupción del volcán Nevado del Ruiz en 1985.
«Nos asesinaron al pueblo… porque no nos avisaron». Así –con una frase que nos resulta tan familiar– se expresaba uno de los supervivientes de la erupción del volcán Nevado del Ruiz, en Colombia, en 1985. Aparece en las imágenes de archivo con las que comienza Hija del volcán, el documental en el que Jenifer de la Rosa cuenta la azarosa búsqueda de sus orígenes. Aquella tragedia se cobró la vida de más de 25.000 personas. La lava fundió un glaciar y la riada arrasó la ciudad de Armero, que quedó sepultada en lodo. Las imágenes de la niña Omayra Sánchez (captadas por el reportero de TVE Evaristo Canete y por el fotoperiodista Frank Fournier) conmocionaron al mundo. Jenifer nació muy pocos días antes de la erupción y sufrió la misma suerte que otros niños como ella: como presunta huérfana, fue entregada en adopción a una pareja extranjera (en su caso, de España, de Valladolid). Esa es la historia oficial. Pero la historia no se sostiene.
Hija del volcán no narra sólo una peripecia personal (la de Jenifer en busca de su madre biológica), sino un escándalo que a día de hoy sigue atormentando a la ciudad de Armero y a buena parte de la sociedad colombiana: aprovechando la confusión tras la erupción del volcán, muchos menores fueron arteramente separados de sus padres o de los familiares supervivientes y se acabó comerciando con ellos.
Jenifer ha dedicado los últimos ocho años de su vida a esta búsqueda de su identidad. «Necesitaba una narrativa que diera respuesta a las preguntas más básicas, ¿quién soy?, ¿de dónde vengo?, para poder construir mi historia de vida», confiesa. «Para mí nunca fue posible distanciarme. Mis padres [adoptivos] me enseñaron un álbum de fotos en el que aparecía el volcán. Yo sabía que estaba ligada a ese lugar», añade.
El primer hilo del que pudo tirar para desenmarañar su biografía lo encontró gracias a la Fundación Armando Armero, una organización dedicada a la memoria histórica de la localidad y a la búsqueda de los menores perdidos. Fue allí donde supo que había muchas otras personas en su misma situación, niños y niñas que fueron adoptados en países como Estados Unidos, Italia o Francia y que estaban buscando sus orígenes. Y cuando aterrizó en Colombia encontró algo aún más dramático que su propio conflicto de identidad: el caso de los padres, que en realidad no fallecieron en la avalancha, y a los que les arrebataron a sus hijos: «Entonces me di cuenta de que aquellas eran las verdaderas víctimas de todo esto, los papás, las mamás, las familias que desde 1985 seguían buscando a esos niños porque pensaban que podían estar vivos, porque sabían de estos casos a través de los periódicos y de la televisión. Eso fue muy duro».
La historia de Jenifer está marcada por la voluntad de las autoridades de ocultar lo ocurrido. Su madre aparece en varios registros con diferentes nombres, hay declaraciones judiciales mutiladas, muchos registros no fueron convenientemente archivados o informatizados o se perdieron a propósito, por negligencia o por el verdadero desconcierto provocado por la riada. El caos que rodea a todos los documentos oficiales y el silencio autoimpuesto por las administraciones parecen condenar su investigación al fracaso, pero ahí es cuando gracias a la ayuda de la Fundación Armando Armero consigue una revelación inesperada. Y es donde Hija del volcán toma otro rumbo y se convierte en un relato, si cabe, más humano y más profundo.
«Encontré una hermana a la que le parece que el desarraigo es un mal menor habiendo podido formarme, tener una familia que me apoya y hasta hacer una película», cuenta Jenifer de la Rosa. El reencuentro de estas dos hermanas, separadas durante 30 años y por 8.000 kilómetros de distancia, se muestra con una delicadeza asombrosa, desde la frialdad inicial a la amorosa aceptación a pesar de todas sus diferencias. Cuando Jenifer observa y acompaña a sus sobrinas adolescentes, recién descubiertas, no cabe más afecto ni más verdad. Quizás no fuera la verdad que la impulsó en su búsqueda inicial, pero su trabajo, desde luego, no fue infructuoso.
‘Hija del volcán’, de Jenifer de la Rosa, se estrena en cines el viernes 23 de mayo.