Israel mata a casi un centenar de palestinos en Gaza, entre ellos 17 niños

Los ataques israelíes no cesan. Un bombardeo del ejército hebreo contra un edificio residencial en la ciudad de Beit Lahia, en el norte de Gaza, ha matado al menos a 93 personas, aunque el número de víctimas podría ser mayor puesto que podría haber más cadáveres bajo los escombros. Entre los asesinados se encuentran 17 niños, según la información recogida por la agencia EFE.

El inmueble atacado era un edificio de cinco plantas en el que, de acuerdo con las autoridades palestinas, se refugiaban cientos de civiles desplazados de otras zonas de la Franja. La destrucción de la infraestructura sanitaria impide que decenas de heridos puedan ser tratados en hospitales.

Según recoge la agencia palestina WAFA, “decenas de personas están desaparecidas” tras el bombardeo bajo los escombros, por lo que hacen un llamamiento a la población civil para tratar de rescatar a posibles supervivientes “ante la incapacidad de la defensa y las ambulancias para llegar hasta ellos”.

Desde hace más de tres semanas, Israel comenzó una nueva campaña y cercó militarmente el norte de Gaza. Los bombardeos y la incursión terrestre han causado ya más de mil muertos desde entonces. El pasado lunes 28 de octubre, la cifra de personas asesinadas desde el 7 de octubre de 2023 superó las 43.000.

Trabajadores humanitarios

Además de a Hamás, las Fuerzas Armadas israelíes han tenido en su punto de mira a otros grupos concretos, como periodistas, sanitarios y trabajadores humanitarios. Según informa Médicos Sin Fronteras (MSF), tras el asesinato de Hasan Suboh en la noche del 24 de octubre por un ataque aéreo de las fuerzas israelíes en Jan Yunis, ya son ocho personas ligadas a la ONG las que han muerto en Gaza en el último año.

“El chaleco destrozado de MSF que portaba Hasan fue encontrado bajo los escombros. Este chaleco simboliza el compromiso de Hasan de ayudar a las personas en situación de necesidad. Verlo despedazado es representativo de cómo, en esta guerra, Israel, el Gobierno estadounidense y el resto de aliados de Israel, han hecho caso omiso de la protección del personal sanitario y han hecho trizas las normas de la guerra. La afirmación de que se protege a los trabajadores humanitarios, de que se protegen las vidas de los civiles, ha quedado una vez más al descubierto como una mentira a ojos de todo el mundo”, denuncia Médicos Sin Fronteras en un comunicado enviado a medios de comunicación.

La obcecación del Gobierno de Benjamin Netanyahu es cada día más evidente. Tanto es así que hace apenas 24 horas el Parlamento israelí ha aprobado dos proyectos de ley que prohíben la actividad de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) en todo el país. Asimismo, la organización humanitaria tampoco podrá tener contacto con funcionarios del país, lo que de facto impide su trabajo en los territorios ocupados de Cisjordania e incluso en la Franja de Gaza.

En una reciente entrevista con lamarea.com, la directora ejecutiva de UNRWA Comité Español, Raquel Martí, ya alertaba de la tramitación de ambas normativas que, según denunciaba, tenían como objetivo “quitarle los privilegios e inmunidades de Naciones Unidas” a la agencia y, finalmente, evitar que pueda ejercer sobre el terreno: “Acabar con UNRWA es dejar a más de medio millón de niños y niñas palestinas sin educación. Si UNRWA desaparece, dejará de registrar a los niños que nacen, que son refugiados de Palestina y tienen derechos, igual que sus padres y sus abuelos. Es dejar a todo un pueblo desprotegido; seis millones de personas que están bajo el mandato de UNRWA que quedarían sin dignidad y sin recursos. Sería exponerlos todavía más a la violencia israelí”, explicaba.

La ley entrará en vigor en un plazo de tres meses e impedirá a los trabajadores y trabajadoras de la agencia obtener visados y permisos de trabajo, además del acceso a sus oficinas, actualmente situadas en la parte oriental de Jerusalén, anexionada por Israel desde 1980. El comisionado general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, ha asegurado que la legislación “no tiene precedentes” y ha denunciado que el objetivo es “desacreditar a la UNRWA y deslegitimar su papel en la prestación de asistencia y servicios de desarrollo humano a los refugiados de Palestina”.