lamarea.com
  • La Marea
  • Kiosco
  • Climática
DONA SUSCRÍBETE
SUSCRÍBETE
Iniciar sesión
  • Internacional
  • Cultura
  • Política
  • Sociedad
  • Opinión
  • Medio ambiente
  • Economía
  • Revista
  • Internacional
  • Cultura
  • Política
  • Sociedad
  • Opinión
  • Medio ambiente
  • Economía
  • Revista
ANTERIOR

‘Notas para un personaje monógamo’, por Luna Miguel

SIGUIENTE
Este verano refúgiate en La Marea. Suscríbete desde 17€

Cultura

‘Notas para un personaje monógamo’, por Luna Miguel

El rincón para la creación literaria de El Periscopio, el suplemento cultural de La Marea. Con Luna Miguel.

Detalle de la ilustración de Andreu Bernadàs para 'El Periscopio' de #LaMarea92. Puedes verla completa al final del texto.
El Periscopio
22 agosto 2023 Una lectura de 3 minutos
Telegram Linkedin

LUNA MIGUEL

Quiere ser promiscua, pero no puede. Sobre ella pesa la maldición de un cierto conservadurismo. De un cierto decoro que en apariencia no le había sido impuesto por ideología alguna, pero que desarrolló a lo largo de dos décadas de monogamia. Es que santa no se nace; es que santa se hace una al toparse con los placeres fortuitos de esa vida tranquila: la comodidad de la cama hecha, el silencio al cenar cada uno en un cuarto de la casa, distancia, más distancia, todavía más distancia, la higiene bucal. Sí, la higiene bucal. A Victoria le habían entrado ganas de besarse con aquellos hombres que no eran su marido en muchas ocasiones, tampoco es que fuera del todo una mojigata. Había pensado en el olor infiel de sus cabellos. Había pensado con curiosidad en el grosor de sus pollas. El problema era que al imaginar sus labios, el deseo se arruinaba. ¿Cómo va a besar unos labios sin saber qué se esconde detrás de ellos? ¿Sin saber qué sabor el de aquellas lenguas? ¿O qué afilados los dientes? ¿Acaso caries? ¿O tabaquismo? ¿Usará esa pasta dentífrica mentolada que le da náuseas desde niña? Mucho peor que el esmegma le parece el sarro. ¿Y cómo va a dejarse penetrar por esos hombres que la enamoran, si después nunca va a poder besarlos? Repugnantes. Los besos en el cine le parecen repugnantes. Esas bocas que se juntan porque sí. ¿Violines de fondo? Sarro. ¿Mariposas en el estómago? Sarro. ¿Puede besar a la novia? Sarro, más sarro, todavía sarro. Por no besar una boca distinta a la de su esposo, Victoria ni siquiera dio esos piquitos tan monos que las madres suelen ofrecer a sus hijos recién nacidos, para sentir que hay alguien en el mundo que aún las quiere incondicionalmente. No hay sarro en la boca desdentada de un bebé, de acuerdo, como mucho hay baba y grumo de leche. Y aunque ella recuerda con excitación los días de expulsar calostro para Leo, también lamenta lo agrio de su boquita. Nunca podré besar a otro hombre que no sea Oriol, se decía para sus adentros allí sentada, en la cama del Hospital de Maternitat de Les Corts, con las tetas hinchadas, rebosando del sostén de lactancia, y con la cabeza calva de su hijo contra el agrietado pezón. Nunca lo haré, se lamentaba, nunca, más nunca, todavía nunca. Cepillo eléctrico Oral-B Pro 3500. La gloria en la boca de Oriol cuatro veces al día, y una extra, si por algún casual el domingo les daba por merendar café y pegajosos yalebis de la pastelería pakistaní de la esquina de Calàbria.  Lacer Cloherexidina de 500 mililitros, hilo dental de bambú y lo que para Victoria es muy sexy: el raspador dental de LukinSmile que le regaló hace tres navidades, cómo no querer a esa boca. Cómo no desear chocar sus dientes contra esos dientes hasta que la muerte les separe. Calaveras relucientes. Cómo. El problema, el único problema, es que ella quiere ser promiscua. Quiere serlo porque contra todo pronóstico ha encontrado una boca ajena al asco. En la puerta del colegio, Anna besa su hijo Gabriel en los labios para despedirse, y después el niño le da otro beso a Frida, y a Joanna, y luego a Leo, muy emocionados todos porque ese día toca piscina. «Espera», le dice Victoria a Leo, «espera cariño», y por primera vez sus labios se apretujan contra los de su niño, con la excitación de haber estado un poco cerca, más cerca, todavía más cerca de los de Anna. Puede que Victoria no quiera ser exactamente promiscua. Tal vez sea que de entre todos los hombres que alguna vez la enamoraron, solo ansíe follársela a ella.

Ilustración Andreu Bernadàs

Telegram Linkedin

Si te gusta este artículo, apóyanos con una donación.

€
  • #Andreu Bernadàs
  • #creación literaria
  • #El Periscopio
  • #LaMarea92
  • #Luna Miguel

¿Sabes lo que cuesta este artículo?

Publicar esta pieza ha requerido la participación de varias personas. Un artículo es siempre un trabajo de equipo en el que participan periodistas, responsables de edición de texto e imágenes, programación, redes sociales… Según la complejidad del tema, sobre todo si es un reportaje de investigación, el coste será más o menos elevado. La principal fuente de financiación de lamarea.com son las suscripciones. Si crees en el periodismo independiente, colabora.

Suscríbete dona
Artículos relacionados

'Aquel primer encuentro', por Katixa Agirre

El Periscopio
21 agosto 2023

‘Manchas’, por Agustín Fernández Mallo

El Periscopio
10 agosto 2023
Comentarios

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Lo más leído

  • Asturias, patria fresquita
  • "No puede ser que a un 'rider' que asume todos los riesgos le paguen tres euros por un pedido de noche"
  • Gemma Ruiz Palà: “Hoy parece que el franquismo fue Disney”
  • Ender Çetin, imam: "En Alemania, posicionarse como ‘propalestino’ se traduce en una retirada de las subvenciones públicas"
  • Personalidades israelíes piden sanciones drásticas contra su gobierno: "Nuestro país está matando de hambre a Gaza"

Actualidad

  • Internacional
  • Cultura
  • Política
  • Clima
  • Sociedad

Conócenos

  • La Marea
  • Cooperativistas
  • Transparencia
  • Política de cookies
  • Política de privacidad

Kiosco

  • Suscripciones
  • Revistas
  • Libros
  • Cursos
  • Descuentos
  • Contacto

Síguenos

Apúntate a nuestra newsletter

Apúntate
La Marea Ayúdanos a hacer La Marea posible. Haz una donación o suscríbete desde 50€ al año

MásPúblico sociedad cooperativa. Licencia CC BY-SA 3.0.

Compartir a través de

Este portal web únicamente utiliza cookies propias con finalidad técnica y necesarias para el funcionamiento de la web, no recaba ni cede datos de carácter personal de los usuarios sin su conocimiento. Sin embargo, contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas a la de LaMarea que usted podrá decidir si acepta o no cuando acceda a ellos. Leer más

AceptarResumen de privacidad
Política de Cookies

Resumen de privacidad

Este portal web únicamente utiliza cookies propias con finalidad técnica y necesarias para el funcionamiento de la web, no recaba ni cede datos de carácter personal de los usuarios sin su conocimiento. Sin embargo, contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas a la de LaMarea que usted podrá decidir si acepta o no cuando acceda a ellos.
Funcionales
Siempre habilitado

Las cookies funcionales son esenciales para garantizar el correcto funcionamiento de nuestro sitio web, ya que proporcionan funcionalidades necesarias. Desactivarlas podría afectar negativamente a la experiencia de navegación y a la operatividad del sitio.

Guardar y aceptar