El voto de Bildu da luz verde al plan de choque contra la crisis derivada de la guerra de Ucrania

El voto a favor de Bildu permitió al Gobierno aprobar el plan de medidas urgentes para afrontar las consecuencias económicas y sociales de la guerra de Ucrania. El Partido Popular, en cambio, no apoyó un decreto anticrisis pensado para ayudar a los españoles más vulnerables. Votó en contra. Su diputado Jaime de Olano justificó la oposición de su grupo a un proyecto que contempla rebajas del precio de la gasolina, de la factura de la luz y ayudas directas por considerarlo un «cambalache del señor Sánchez con los herederos de ETA». A cambio, para solucionar la crisis, sugirió que se bajaran impuestos y que se suprimieran dos ministerios cuyos gastos considera superfluos, el de Consumo y el de Universidades, ambos dirigidos por Unidas Podemos. La votación, ajustadísima, se saldó con 176 votos a favor del decreto, 172 en contra y 1 abstención.

«Quienes hoy voten en contra de este proyecto de ley están perjudicando a los ciudadanos con el único fin de dañar al Gobierno. Y a ustedes les han votado para hacer la vida más fácil a las personas», advertía antes de la votación el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, encargado de presentar el plan en el hemiciclo. Pero la cuestión no se presentaba con la forma de un dilema tan sencillo. Toda la sesión estuvo enrarecida por el caso de espionaje a dirigentes independentistas catalanes.

Como respuesta a esta intromisión en las libertades básicas Esquerra Republicana votó en contra. «Que el gobierno salve esta votación no va a acabar con el escándalo», dijo, por su parte, el diputado por Más País-Equo Íñigo Errejón, que calificó la situación provocada por las escuchas ilegales de «extraordinariamente grave». En cualquier caso, su grupo parlamentario apoyó el decreto porque «los ciudadanos no tienen por qué pagar los platos rotos del Gobierno». En su opinión, «la cuestión fundamental de la legislatura es saber quién paga los costes de la crisis», por lo que recomienda no pactar «con quienes quieren rebajarle los impuestos a los ricos».

Bildu salva los muebles

En la misma línea se expresó la diputada de Bildu Mertxe Aizpurua, que subió a la tribuna para explicar su voto a favor no sin antes matizar que lo hacen por responsabilidad social y no por estar en sintonía con un gobierno, a su juicio, decepcionante: «Aquí seguimos, con eléctricas chantajeando, bancos robando, fondos desahuciando, empresarios precarizando, el gobierno espiando y la gente temblando y sin llegar a fin de mes. No es esto lo que se espera de un gobierno progresista». Aprueban, pues, el decreto para hacer frente a las consecuencias de la crisis y «proteger a quienes más lo necesitan», pero lamentan que no contenga ninguna disposición para atajar las causas estructurales de la misma. «Que vienen de mucho antes de que empezara la guerra de Ucrania y que también van mucho más allá», explicó.

El PP tuvo dudas sobre el sentido de su voto durante las horas previas. No sabía si abstenerse o votar en contra de las ayudas. Al final prefirió alinearse con los beneficios empresariales de las compañías energéticas y en contra de los usuarios, es decir, de consumidores, trabajadores y empresas. Lo hizo, según el diputado De Olano, porque el Gobierno no tomó en consideración sus propuestas y, por añadidura, porque va a permitir la entrada a diputados de Bildu en la comisión de secretos oficiales. «No se puede proteger al Gobierno a costa de desproteger al Estado», afirmó.

La sesión del Congreso coincidió con la publicación de los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA). El desempleo subió en España por primera vez en varios meses. El mercado laboral se vio arrastrado por la crisis de Ucrania y por la subida de los precios. En el primer trimestre del año, el número de ocupados disminuye en 100.200 personas respecto a los tres meses precedentes. El número de personas sin empleo se incrementó en casi 71.000. La tasa de paro asciende así un 0,33% y se sitúa en el 13,65%. Si se examinan las cifras de todo el último año, el empleo aún se mantiene al alza, pero ha empezado a declinar en 2022. Aun así, el número de ocupados se sitúa en algo más de 20 millones, una cifra récord.