La Organización Mundial del Turismo se reúne en Madrid bajo acusaciones de falta de ética, “opacidad” y “gestión arbitraria”

La 24ª reunión de la Asamblea General de la Organización Mundial del Turismo (OMT) ha arrancado este martes en Madrid, ciudad en la que se halla su sede. Y lo ha hecho, de nuevo, bajo la sombra de la polémica después de que el organismo haya sido acusado de dejar un «amplio espacio para la opacidad y una gestión arbitraria».

Así lo ha señalado Marina Diotallevi, Oficial de Ética de la OMT con “más de 35 años de servicio bajo seis secretarios generales de la Organización”, siendo “la funcionaria con más años de servicio”. En su informe de Recursos Humanos, Diotallevi señala “con preocupación y tristeza que las prácticas internas transparentes que existían en anteriores administraciones, entre otras cosas, en materia de ascensos, reclasificaciones de puestos y nombramientos, se han interrumpido repentinamente”, derivando en opacidad.

El documento se debatirá en la reunión de la Asamblea General que se está celebrando en la capital española entre el 30 de noviembre y el 3 de diciembre de 2021, dentro del punto 5 del orden del día. En un escrito de réplica, la secretaría general de la OMT aclara algunas cuestiones relacionadas con “las preocupaciones planteadas por la Oficial de Ética sobre las prácticas internas relativas a promociones, reclasificaciones de puestos y nombramientos. Así, defiende la política llevada a cabo “en relación con los nombramientos y las promociones”, entre otros.

Pero el informe no es el único problema al que se enfrentan la organización y su secretario general, el georgiano Zurab Pololikashvili. Una decena de ex altos cargos de la OMT, entre ellos el que fuera secretario general entre 2010 y 2018, Taleb Rifai, han pedido a la Asamblea que reconsidere la confirmación de Pololikashvili para el periodo 2022-2025, una decisión que debe ser ratificada durante estos días.

En la carta, los firmantes sostienen que «llevan albergando desde hace tiempo dudas sobre la ética de la gestión” de la OMT, las cuales ahora se ven “reforzadas y confirmadas” por el informe de Marina Diotallevi. Ante ello, piden a los países miembros que obliguen a la organización a promover un nuevo proceso electoral para elegir al secretario general a través de voto secreto.

Francesco Frangialli, secretario general entre 1997 y 2009, no firma la carta, pero ha asegurado compartir el escrito al considerar que en la OMT “la indecencia no tiene límites y el concepto de ética se ha convertido en una incongruencia”.

En la réplica se “niega categóricamente todas las alegaciones formuladas contra la Organización, su personal, sus órganos rectores y sus Estados Miembros”. Asimismo, se parapeta tras las Normas de conducta de la administración pública internacional, adoptadas por la Asamblea General de las ONU en 2013, y recuerda que los ex altos cargos no deben “intentar influir indebidamente en las decisiones de la Organización en su interés o a solicitud de terceras partes”. De esta manera, considera que las críticas no debían haberse producido.

Una reelección bajo sospecha

Pololikashvili fue reelegido como secretario general en enero de 2021. La única oposición a su candidatura fue la de la jequesa Shaikha Main bint Mohammed Al Khalifa, exministra de Cultura y Turismo y actual presidenta de Cultura y Antigüedades de Bahréin. En una entrevista en ABC, denunció el pasado enero el modo “desafortunado” en que las elecciones se habían organizado: “Normalmente, este proceso debería haber tenido lugar en mayo y se adelantó inesperada e innecesariamente a enero. Esto ha limitado el tiempo para que los países presenten su candidatura y por supuesto no hay oportunidad de llegar a otros Estados miembros”.

Tanto Frangialli como Rifai, los antiguos secretarios generales de la entidad, también mostraron su disconformidad con el anticipo electoral. El adelanto había sido defendido bajo la premisa de hacerlo coincidir con FITUR, la feria de turismo española, que finalmente acabó siendo aplazada. Ante esta nueva situación, ambos exmandatarios sugerían que el adelanto electoral se postergase para que otros países tuvieran tiempo de presentar sus candidaturas. Algo que no ocurrió.

Finalmente, el que fuese ministro de Desarrollo Económico de Georgia (2009-2010) ganó la reelección para mantenerse al frente de la secretaría general de la OMT. La celebración culminó con una cena en el hotel Westin Palace sufragada por el Ayuntamiento de Madrid a la que asistieron 162 personas. Tal y como se pudo ver en las imágenes publicadas por lamarea.com, durante la cena la mayoría de los invitados e invitadas no portaban la mascarilla obligatoria a pesar de que todavía no se había servido la comida. Era un momento en el que España sufría un repunte de contagios, alcanzando cifras récord durante la pandemia.

No era la primera vez que Pololikashvili incumplía las medidas sanitarias en un lugar público. Tras el encendido de las luces del árbol de Navidad del hotel Four Season, en Madrid, el 18 de diciembre de 2020, el secretario general acudió a un reservado de un conocido restaurante madrileño para celebrar una fiesta en la que se incumplieron las medidas sanitarias. En ella también participó el millonario turco Yavuz Selim Yükselir, quien un mes después, durante la cena en el hotel Westin Palace, fue nombrado Embajador Especial del Sector de Turismo y Hostelería de la OMT.

Varios documentos a los que tuvo acceso lamarea.com probaban que durante la velada privada amenizada por un grupo musical, los invitados no portaban la mascarilla y no se respetaron las distancias recomendadas.