lamarea.com
  • La Marea
  • Kiosco
  • Climática
DONA SUSCRÍBETE
SUSCRÍBETE
Iniciar sesión
  • Internacional
  • Cultura
  • Política
  • Sociedad
  • Opinión
  • Medio ambiente
  • Economía
  • Revista
  • Internacional
  • Cultura
  • Política
  • Sociedad
  • Opinión
  • Medio ambiente
  • Economía
  • Revista
ANTERIOR

Panza burro

SIGUIENTE
SUSCRÍBETE DESDE 17€. Además, si verificas que eres humano con el código HUMANA, te llevas un 10% de descuento en tu suscripción a la revista

Opinión

Panza burro

"Miro cauto las plantas que en una oficina juegan a hogar mientras maquillan horas extra. Y las redes que normalizan distancias remediables. Pero donde no estar no es una opción. No al menos una gratis".

Una calle de Barcelona en julio de 2020. LATIN AMERICA NEWS AGENCY VIA REUTERS
Ignacio Pato
23 abril 2021 Una lectura de 3 minutos
Telegram Linkedin Url

Vuelve a aparecer mi abuelo por aquí porque juraría que se lo he escuchado decir. Que está el cielo de color panza burro. Mi abuelo que de canario tiene lo que tiene alguien que antes que pesao te dice temoso, alguien que confirma con cabalito, alguien que exclama pachajco, alguien que te sigue llamando alhaja. No he gugleado esa conexión canariotoledana porque no todo tiene que ser ya.

He leído Panza de burro de Andrea Abreu un año después de cuando había que leerlo. Un año raro, claro, con el trampantojo pandémico este de que pasa mucho y de todo y venga últimas horas y días históricos y aquí todo sigue igual como si escribiéramos cartas de hace cien años. Un año después de cuando había que leer Panza de burro porque no todo tiene que ser ya de ya.

También porque uno a veces se deja las patatas para el final. Pienso en Isora, a quien cuando se la ve llegar tranquiliza como cuando se escucha el potaje hirviendo a las doce y media, en una de las frases de Abreu que llevo estos días releídas veinte veces. ¿Otra? “Yo me preguntaba cómo ella sabía tantas cosas que yo no sabía y entonces me ponía triste porque pensaba que yo no tenía tristeza propia, que mi tristeza era la de ella pero dentro de mi cuerpo, una tristeza como de imitación”.

Agradezco el trance. Una suspensión del tiempo que no acabas de creerte hasta casi la mitad, como cuando a una clase faltaba el profesor y no enviaban sustituto. El respiro de cuando la nube por fin se decide a descargar tormenta. El gusto de cerrar el libro y contestar a un mensaje con un “no, no me he enterado, ahora lo miro”.

Los conservantes que no salen en las latas, pero que tampoco suelo ver en las fajas de los libros, son el cariño y la autenticidad. Un antídoto contra esta velocidad absurda de consumo en la que meses de trabajo, ¿años?, valen lo que duran promociones, contactos, fechas fuertes. La segunda vida de una obra, escuchamos a veces, como si fueran espectros. Ya desde fuera da angustia ese desprecio. 

Pasa que algunas veces no nos llamamos, o no nos escribimos, si llamar te ha sonado invasivo y viejo o, qué leche, no preguntamos ¿te puedo llamar esta tarde? de tantas ganas que tenemos. Amanecemos con la idea. La condenamos a un momento solemne y perfecto que no existe. Te siento en la mejor mesa y no te sirvo. No aconsejo ser así de confiado con este capitalismo productivista tan celoso de mierda. No negocia. Conspira con la máquina contra el mundo físico. El que te toca y se toca, el que habitamos.

Miro cauto las plantas que en una oficina juegan a hogar mientras maquillan horas extra. Y las redes que normalizan distancias remediables. Pero donde no estar no es una opción. No al menos una gratis. Ojalá tuviera tanto tiempo y cuartos que me pudiera quitar de todo y me pasaba a buscaros. Fantaseo, porque aunque yo vaya y timbre, quizá no podréis bajar a jugar. Toda salida, para funcionar, debe tener algo de común. 

Alargo en mi cabeza los momentos reconstituyentes, cicatrizantes. Es una jipiada de cuidado por la que mi yo de 20 años me fostiaría. Pero estirar tropas me funciona. Con compañías, celebraciones de nada y todo, vacaciones, con el día en que me di cuenta de que el agua fría del Atlántico era mano de santo para un tobillo con cinco esguinces. Salgo de Panza de burro ciego de romero, que solo deja entrar lo bueno. Lleno pero con hueco para unas papas locas.

Telegram Linkedin Url

Si te gusta este artículo, apóyanos con una donación.

€

¿Sabes lo que cuesta este artículo?

Publicar esta pieza ha requerido la participación de varias personas. Un artículo es siempre un trabajo de equipo en el que participan periodistas, responsables de edición de texto e imágenes, programación, redes sociales… Según la complejidad del tema, sobre todo si es un reportaje de investigación, el coste será más o menos elevado. La principal fuente de financiación de lamarea.com son las suscripciones. Si crees en el periodismo independiente, colabora.

Suscríbete dona
Artículos relacionados

Las nubes, la furia

Ignacio Pato
09 abril 2021

Alberto Prunetti: “Si no hay sentido del humor no es mi revolución”

Ignacio Pato
09 abril 2021
Comentarios

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Lo más leído

  • Pedro Sánchez pide perdón a la ciudadanía y descarta elecciones: "Hasta esta misma mañana yo estaba convencido de la integridad de Santos Cerdán"
  • Jeff Sharlet: "Hace muchos años que en Estados Unidos la izquierda secular ocupa el margen"
  • Lo de Santos Cerdán (parece que) no es lo de Begoña Gómez
  • Ni reyes ni césares: al desplegar a las Fuerzas Armadas para sofocar la disidencia, Trump ha cruzado el Rubicón
  • Su destino está a la izquierda

Actualidad

  • Internacional
  • Cultura
  • Política
  • Clima
  • Sociedad

Conócenos

  • La Marea
  • Cooperativistas
  • Transparencia
  • Política de cookies
  • Política de privacidad

Kiosco

  • Suscripciones
  • Revistas
  • Libros
  • Cursos
  • Descuentos
  • Contacto

Síguenos

Apúntate a nuestra newsletter

Apúntate
La Marea

La Marea es un medio editado por la cooperativa Más Público. Sin accionistas detrás. Sin publirreportajes. Colabora con una suscripción o una donación

MásPúblico sociedad cooperativa. Licencia CC BY-SA 3.0.

Compartir a través de

Este portal web únicamente utiliza cookies propias con finalidad técnica y necesarias para el funcionamiento de la web, no recaba ni cede datos de carácter personal de los usuarios sin su conocimiento. Sin embargo, contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas a la de LaMarea que usted podrá decidir si acepta o no cuando acceda a ellos. Leer más

AceptarResumen de privacidad
Política de Cookies

Resumen de privacidad

Este portal web únicamente utiliza cookies propias con finalidad técnica y necesarias para el funcionamiento de la web, no recaba ni cede datos de carácter personal de los usuarios sin su conocimiento. Sin embargo, contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas a la de LaMarea que usted podrá decidir si acepta o no cuando acceda a ellos.
Funcionales
Siempre habilitado

Las cookies funcionales son esenciales para garantizar el correcto funcionamiento de nuestro sitio web, ya que proporcionan funcionalidades necesarias. Desactivarlas podría afectar negativamente a la experiencia de navegación y a la operatividad del sitio.

Guardar y aceptar